Me encuentro en el hotel. Sí, al final viajé a Francia para ver el partido Gales - Bélgica.
Os preguntaréis por el embarazo. Cuando fui a por los resultados de los análisis que por cierto, dieron correctos, o sea que estaba todo bien, la doctora me dijo que podía viajar sin ningún problema.
Además no estaba sola. Llamé a André para que me acompañara y él aceptó.
—Gracias por acompañarme. Ahora colocamos y nos vamos al estadio para comprar las entradas, si no están agotadas —dije mirándole.
—¿No podemos ir más tarde? —me miró como un perrito abandonado.
—No. Si quieres te puedes quedar tú aquí.
—A tu tía la prometí que cuidaría de ti, así que aligera—se levantó de la cama.
Colocamos nuestra ropa en el armario. La verdad es que me había traído poca ropa. Total, íbamos a estar sólo un día.
—Cojo dinero y nos vamos.
Cogí el bolso donde traía el móvil, cartera, el pasaporte y todas esas cosas. Cogí mucho dinero. Saqué dinero del cajero ayer. Salimos del hotel y caminamos hasta el estadio. No tardamos ni tres minutos. Es que estaba al lado.
Todavía había muchas personas ahí para comprar las entradas. Caminamos hasta la fila. Después de diez minutos esperando nos tocó.
—Dos entradas para Gales - Bélgica por favor —dije con mi francés profesional. Nah, mentira. Mi francés era básico, lo suficiente para mantener una conversación.
Asintió.
—¿Desde cuándo sabes francés? —preguntó André.
Sonreí.
—¿Dónde quiere? ¿Fondo sur o norte? —dijo la chica en el mismo idioma.
—Me da igual, sólo que estén cerca del campo —respondí.
Asintió. A los minutos ya tenía las entradas compradas. Salimos de la fila y miré hacia arriba. Estaba el cielo encapotado de nubes. Creo que va a llover, pero me da igual.
—Tengo que tomarme la merienda —dije mirándole.
—Vale. ¿A dónde piensas ir?
—Por el viaje miré centros comerciales y hay uno aquí cerca. Sígueme.
Caminamos hasta el centro comercial. Tardamos un poco más de cinco minutos. Lo primero que no encontramos fue un Alcampo, aunque aquí ponía Auchan, pero era un Alcampo de toda la vida.
Entramos y comenzamos a recorrer la tienda. Era gigante y tenían de todo. Compramos barritas energéticas que, según André, eran buenas para el embarazo. Compramos dos. Las pagamos y caminamos hasta el hotel mientras comía las barritas.
Subimos a nuestra habitación. Lo primero que hizo André fue quitarse la camiseta y pantalones y se metió en la cama.
—Voy a dormir —informó.
—Ya, si eso ya se ve —murmuré caminando hacia el armario.
Cogí un camisón y me metí en el baño. Me di una ducha templada y cuando salí, me sequé el cuerpo y el pelo. Me puse el camisón sin ropa interior. Salí con la otra ropa en mano y la dejé guardada en la maleta.
Oí ronquidos. Miré para atrás y era André. Me acerqué a él y le moví la pierna. Paró de roncar pero volvió. Suspiré. Cogí mi móvil y le mandé un mensaje a mi tía.
Silvia: No le cuentes a Carrasco que estoy aquí.
Tía Ana (Mamá): Vale.
Dejé el móvil en la mesita de noche y cerré los ojos. Sentí como alguien se tumbaba a mi lado.
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Amor por el fútbol 〈Yannick Carrasco〉
Fiksi PenggemarSilvia Corberó, una fotógrafa humilde y sin mucho que contar. Con 19 acabó la carrera de fotógrafa, y compró una pequeña tienda en el centro de Madrid, y empezó a trabajar. Ella no esperó que se enamorara por ir a un partido de fútbol. Por...