Silvia Corberó, una fotógrafa humilde y sin mucho que contar. Con 19 acabó la carrera de fotógrafa, y compró una pequeña tienda en el centro de Madrid, y empezó a trabajar.
Ella no esperó que se enamorara por ir a un partido de fútbol.
Por...
Tardamos en llegar como 20 minutos. Le pagué y me bajé. Delante de mi, tenía una tienda Media Markt. Aquí en España, era un tienda donde vendían móviles, televisores, juegos, consolas. Todo lo que tenga que ver con la tecnología.
Entré en la tienda y todo era muy grande. A la derecha, teníamos las cajas para pagar y a la izquierda, algunas taquillas para guardar cosas. Todo era de color rojo. Los pasillos se colocaban según las cosas. Por ejemplo, al fondo, según veía desde aquí, teníamos las televisiones. Y más cerca teníamos las cosas; las Xbox, las Play Station... También estaban los juegos.
Fui caminando por el pasillo hasta encontrarme con un estante lleno de cámara. Cámaras Réflex, cámaras compactas.
Fui a las cámaras réflex. Comencé a mirar cámaras. Quería una de la marca Canon. Me había acostumbrado a ellas, ya que tengo la otra que también es marca Canon. Siempre me han gustado las de esta marca.
Una chica más baja que yo, de pelo rubio y ojos miel, se me acercó. Podría tener mi edad, o más.
—Buenas, tardes, ¿quiere que le ayude? —me preguntó amable.
—Sí, necesito un poco de ayuda —dije mirándole.
Ella abrió sus ojos como platos y sonrió con ilusión.
—¡Eres Silvia! —gritó pegando saltitos.
—Sí, pero no grites, por favor —susurré.
Asintió y sonrió.
—¿Y en qué te puedo ayudar? —preguntó.
—Necesito una cámara para hacer vlogs —sonreí.
—Tenemos una Canon G7X. Es compacta, tiene gran nitidez. ¿Quieres que te la enseñe? —preguntó.
—Vale —sonreí amable—. Voy contigo.
—No, tú esperate aquí.
Caminó hacia otro lado y me trajo una cámara cámara compacta. Era tamaño mediano, y creo que se podía guardar perfectamente en el bolsillo del pantalón. Lo bueno es que tenía un pantalla que se podía poner hacia arriba para verte.
—Mírala —me la entregó.
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—Puede grabar vídeos en Full HD. También enfoca con precisión, tiene WIFI, para poder pasar fotos de la cámara hasta tu teléfono —me explicó.
—¿Y tenéis cámaras réflex? —pregunté mirando la cámara.
Esta estaba muy bien. Pesaba poco. Hombre, pesaba como cualquier cámara, pero seguro que pesaba menos.
—Sí —asintió.
—Pues vamos a ver esa cámara.
Caminó hasta un estante que estaba a nuestra izquierda y cogió una cámara. Yo la seguí, y me dio una cámara Canon.
