XXII

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[Punto de Vista Rosa]

Niall continuaba ahí, encima de mí. Y ni él se apartaba ni yo le pedía que lo hiciera. ¿Qué nos estaba pasando? Todo lo que hacíamos era mirarnos. Probablemente lleváramos así un siglo entero.

- Eh… -dijo finalmente, incorporándose-. Te ha quedado claro, ¿no? No vuelvas a pegarme porque puedo contigo –trató de fingir naturalidad pero fue imposible.

Habíamos vivido un momento demasiado extraño. Y lo peor es que no era la primera vez que pasaba, y ni siquiera sabía explicar qué era exactamente.

A mí me gustaba Harry, me gustaba mi Sexy Harry, el que me hacía volverme loca por las noches. Y era a él a quien quería cada noche a mi lado, haciéndome ver las estrellas. Eso lo tenía claro.

Pero ya desde el otro día Niall había empezado a rondar por mi cabeza a menudo. Era raro, porque no sentía esa necesidad urgente de que fuera mío, pero aun así… Había algo.

Permanecimos prácticamente callados aproximadamente media hora, “viendo” el fútbol y haciendo algún que otro comentario sin mucho sentido sobre el partido. Hasta que sonó su teléfono.

- Es un mensaje –murmuró-. De Tommo. Dice que dej… Eh… -Se calló y miró la pantalla boquiabierto.

- ¿Qué pasa? –Pregunté, inquieta.

- Nada, me pregunta cómo va su equipo –me miró sonriente, de nuevo con esa cara de “no sé cómo comportarme”.

Estaba claro que Louis le había dicho algo que no quería que yo supiera. Realmente no le di muchas vueltas, sería cualquier tontería entre ellos.

A partir de ahí las cosas se relajaron, y poco a poco fuimos comportándonos como siempre, hablando sin incomodidades ni momentos extraños de por medio.

Me habló de su adorado Mullingar y de muchos momentos de su infancia que me hicieron sonreír como una tonta.

- ¿Eras igual de malo que ahora?

- ¡¡Oye!! No soy malo. Soy travieso… -Rió-. De pequeño era un angelito. Si tuviera alguna foto mía por aquí te la enseñaría para que vieras la cara que tenía. Pero bueno, sino cuando vengas a Mullingar puedo enseñártela.

Lo miré estupefacta.

- ¿Me acabas de invitar a tu querido pueblo?

- ¿Por qué no? ¿Qué pasa, que tú no me vas a invitar a Madrid? –Preguntó indignado, poniendo los brazos en jarra-. Pues tiro mi invitación a la basura y a Madrid voy por mi cuenta, por lista.

Reí.

- Niall, tonto…

- No, no. Ya no me valen excusas ni perdones.

Se cruzó de brazos y se recostó contra el sofá, intentando contener la risa.

- Venga, tonto… -la zarandeé para que me hiciera caso pero siguió mirando al frente.

- Gol de uno de Doncaster –dijo indiferente.

- Vaya conocimientos tienes tú de fútbol, luego me dices a mí –me miró con el semblante serio-. “Gol de uno de Doncaster” –Le imité-. No creo que haya ningún jugador que se llame “uno”.

Siguió mirándome durante unos segundos y después se abalanzó sobre mí de nuevo, esta vez matándome a cosquillas. Terminó tirándome del sofá y él cayó conmigo.

Reímos como locos durante un buen rato, por cualquier estupidez que se nos ocurriera. Acabé bebiendo cerveza; más bien, me obligó a hacerlo.

Realmente, no sé si hubiera podido negarme a algo que me hubiera pedido.

All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora