XCVII

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[Punto de Vista Rosa]
- ¡¡¡FELICIDADES!!!
Louis me cogió por los aires y dio varias vueltas sobre sí mismo haciendo hasta que me mareara. Cuando me dejó en el suelo me dio dos sonoros besos y le sonreí todo lo que fui capaz. Lo adoraba, era más que evidente.
Liam no se quedó corto con su eufórica felicitación. Me estrujó contra él durante un buen rato mientras me hablaba muy muy rápido al oído, como acostumbraba a hacer. Le entendí más bien poco, porque Louis seguía dando voces detrás de mí.
Zayn se acercó con más calma a mí pero su abrazo no fue, en absoluto, menos caluroso. Con esa media sonrisa que le caracterizaba extendida por su rostro, me susurró un "felicidades" al oído que casi hizo que me estremeciera.
No hubiera deshecho nunca ese abrazo con Zayn si no hubiera visto a Harry detrás de él, con una cara que no sabría bien definir. Sonrió con amplitud y se acercó a mí, pasando un brazo por mi espalda, apretándome contra él.
- Felicidades, Rosa -depositó un beso fuerte en mi mejilla y se separó de mí, sonriendo de nuevo.
- Gracias, Hazza -no apartó sus ojos y empecé a ponerme nerviosa-. ¿Qué pasa?
Se encogió de hombros y sólo entonces caí en la cuenta de que tenía su brazo derecho escondido tras su espalda. Dediqué un par de miradas hacia ese punto exacto y le escuché reírse.
- ¿Quieres saber qué es? -Asentí-. Ven conmigo.
Caminó hasta el salón con rapidez y se sentó en el sofá. En seguida todos le rodearon y yo me senté a su lado. Más bien, al lado de la gran caja que había colocado sobre el sofá, y que nos separaba.
- No hacían falta regalos...
- ¡A buenas horas! -Louis, detrás de mí, me revolvió el pelo-. Podrías habérmelo dicho, anda que no he tardado en encontrar el mío, es...
- ¡Chsssssss! Calla, Tommo -le ordenó Harry-. Ábrelo, Rosa. Pero con mucho cuidado.
Estaba nerviosa. Hazza me miraba expectante y yo... Yo estaba nerviosa. Aferré la tapa de la caja, que estaba sin envolver, con cuidado y la levanté despacio...
Un grito se ahogó en mi garganta. Un grito de felicidad.
Acaricié al precioso gato blanco que se hacía una bola como si le costara un mundo moverse. No me lo podía creer. ¡¡¡Me había regalado un gato!!! ¡Un pequeño y adorable gatito!
- Sabía que te gustaban, así que... -Miré a Hazza emocionada-. Es muy chiquitín, tienes que cuidarle mucho. Se llama Bastet.
- ¿Bastet?
Asintió.
- Significa alegría de vivir. Felicidad. Me recordó a ti.
- Oh, Hazza... -Agaché la cabeza y cuando la levanté de nuevo supe que no iba a poder contener las lágrimas mucho más tiempo-. Gracias... -Me levanté del sofá y él hizo lo mismo, fundiéndonos en un abrazo-. Gracias, Harry, de verdad. Gracias por ser así.
Apoyó su cabeza en mi hombro, rodeando mi cintura con sus brazos.
- ¿Te ha gustado entonces? -Preguntó cuando nos separamos.
- Me ha encantado... No sé que decirte.
Cogí al precioso minino entre mis brazos y se estiró todo lo largo que era, y no era mucho, sobre mí. Sonreí al instante.
- A mí también me ha encantado... -Carraspeó Judith, sentada en el suelo, a mis pies.
Harry la asesinó con la mirada.
- Eres un asco.
- Y tú tonto. ¿Cómo se te ocurre regalarla un gato? Me dan miedo, ¿vale?
- ¿Pero qué te va a hacer este pobre gatito? A ver, qué te va a hacer. Si es más pequeño que tu mano -Harry negó con la cabeza mientras la miraba con desaprobación-. Has dejado de ser mi amiga.
- Y tú de ser mi amigo -le sacó la lengua-. Además, tanto que te gustan, ¿qué haces metiendo en una caja al pobre animalito? Le podrías haber ahogado...
- Tiene agujeros, lista -mostró su lengua también y sonreí-. Además, le he traído todo el camino cogido.
- Doy fe -apuntó Louis-. Bueno, pues ya que hemos empezado con los regalos, y sintiéndolo mucho porque seguro que Niall tiene hambre...
- Gracias, por fin alguien que se preocupa por mí.
Miré hacia mi rubio cuando le nombró y le vi sonriendo, de pie, junto a Harry. Me guiñó un ojo.
- ¡Voy a darte el mío!
Louis se levantó del suelo y caminó hasta la mesa mientras todos le seguíamos con la mirada. Volvió con una bolsa en su mano y extrajo de ella un paquete.
- Toma, señorita -me dijo con una sonrisa.
Lo desenvolví al instante.
- ¡¡Tommo!! -Solté una carcajada-. Qué tonto eres.
- ¿Qué pasa? -Preguntó riendo, mientras se sentaba de nuevo al lado de Judith, justo en frente de mí-. ¿No te gusta?
Seguí riendo. Me había regalado su camiseta de fútbol. Del Doncaster. Su camiseta. Tomlinson.
Qué bobo era.
- Sé que no te gusta, sólo era una broma. Toma, anda, este es el de verdad.
Le miré extrañada pero extendió otro paquete exactamente igual hacia mí.
- Me había gustado, ¿vale?
- Sí, sí, ya. Anda, abre este.
- ¿Qué es? ¿Una camiseta con una foto tuya?
- Sí, y por detrás Niall. ¿Quieres abrirlo?
Hice lo que me pidió. Lo que me exigió, más bien.
La camiseta del Arsenal. Özil.
Hasta ahí todo normal, pero poco más abajo del escudo podía leerse con claridad la firma de mi amado Mesut.
"Para Rosa, con mucho cariño".
- No sé qué os ha dado a todas con Özil, pero bueno, si te hace feliz... -Rió-. Toma, esto también es tuyo.
Miré a Louis por pura inercia, casi sin comprender por qué seguía dándome cosas, y cogí lo que me ofrecía.
Dos entradas para el Arsenal - Manchester City, para ese mismo domingo.
- Llévate al gordo de Niall contigo, así me debe una.
Observé cómo Tommo miraba a Niall riendo y después posó sus ojos en mí de nuevo, sin quitar la sonrisa de sus labios.
Dejé a mi nuevo mejor amigo Bastet sobre Harry y me tiré, literalmente, encima de Louis para abrazarle.
- ¡¡¡Gracias, Louis!!! Sois los mejores del mundo.
- ¿Sois los mejores o eres el mejor? -Preguntó mientras me devolvía el abrazo.
- Eres el mejor -le besé con fuerza en la mejilla.
- Ya lo sabía.
Me senté de nuevo e inevitablemente miré a Judith, alegrándome infinitamente por la suerte que tenía mi amiga. Se miraron entre ellos.
- ¿La has regalado tu camiseta?
- Aham.
- ¿Y a mí?
- ¿Es tu cumpleaños?
Le miró durante unos instantes.
- ¿La quieres más que a mí?
- Por supuesto.
- Vale -Judi giró la cabeza y Louis se abalanzó sobre ella.
- ¡¡Que no, que es broma!!
- No, no, lo has dicho todo.
- ¿Tú me quieres?
- Nada.
- Dime que me quieres.
- ¿Es tu cumpleaños? Pues entonces no.
- Tocado y hundido, Tommo -Liam avanzó hasta mí y me sonrió-. Esto es para que te acuerdes de mí...
Abrí lo que me ofreció y desdoblé con cuidado una sudadera de Batman entre risas.
- Qué genial eres, Payne. Me gusta un montón.
- Me alegro mucho, ojazos. Y esto... Esto es para que te acuerdes de todos.
Nada más coger lo que me tendía sabía exactamente qué iba a ser; y temblé.
- Porque yo creo que estas últimas semanas merecen ser recordadas, ¿no? -Le miré por última vez antes de abrirlo y nos sonreímos.
Quité el papel de regalo y apareció ante mí un precioso marco con una foto donde salíamos todos, incluida Jud, en su fiesta de despedida. Sonrientes. Juntos. Me mordí el labio con fuerza... Eran increíbles.
- Y esto... -Continuó, sorprendiéndome-. Esto es para que sigas acordándote de mí.
En esta ocasión, aunque también se trataba de un marco de fotos, sólo salíamos él y yo. Me tenía agarrada por el cuello mientras me daba un beso en la mejilla y yo sonreía con la cabeza ligeramente girada hacia el otro lado.
Me levanté en seguida y le abracé.
- Tú también eres el mejor...
- ¡¡Rosa!! -Gritó Zayn a los pocos segundos-. Yo no te he comprado nada -dijo mientras permanecía sentado en el sofá de mi izquierda, junto a Alba, inclinado hacia alante para mirarme con claridad-, porque lo que quiero comprarte sólo puedo comprártelo si tú estás delante.
Ladeé la cabeza y sonrió.
- Hace poco me dijiste que querías hacerte otro tatuaje...
Tomé aire y negué con la cabeza.
- Sí -dijo sin más.
- Zayn...
- Sí... Lo quieres.
- Ya, Zayn, pero...
- No hay peros. Corre de mi cuenta.
- No.
- Sí.
- No.
- En serio, sí.
- Zayn...
- ¡¡En serio!! -Elevó la voz y todos reímos mientras él lo hacía también-. De verdad, Rosa. Ese es mi regalo, ¿vale? Vamos cuando quieras. El lunes mismo. Tú decides. Es mi regalo. No acepto un no por no respuesta, y sabes que no lo hago.
Me di por vencida y asentí. Después los miré a todos. Uno por uno. También a las chicas, que en las horas siguientes seguirían dándome todo tipo de regalos.
Los miraba a todos y sabía que nunca volvería a sentirme como me sentí ese día, simplemente porque ese había sido mi primer cumpleaños junto a todos ellos. Nunca lo había celebrado en exceso, nunca lo había dado demasiada importancia. Pero ese día sí fue importante. Ese día me hicieron sentir realmente especial. Y muy querida.
Y no había nada mejor que esa sensación.

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Capítulo cortito y un poco "de transición". A partir de mañana, empiezan los capítulos finales. No sé exactamente cuántos serán, pero no queda mucho para que esto acabe... Y creo que os llevaréis una sorpresa con lo que va a pasar...

Como me lo habéis dicho varias personas, me animaré a hacer segunda parte :)

¡Espero vuestros comentarios! :D

Gracias a los que comentáis y votáis :)

Gracias Mariamars ^^

PD: Nerea, es que eres la mejor, y es así JAJAJAJA <3<3<3<3

@LookAfterYou28

All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora