All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One Direction

XLVIII

[Punto de Vista Judith]

El resto de la tarde fue absolutamente tranquila, no hubo más peleas ni más historias que me hicieran preocuparme. En realidad, bastante tenía con una. Realmente parecía que Harry y Niall lo habían arreglado. Estaban como siempre; incluso mejor. Aun así no podía evitar preocuparme.

Louis se ofreció para hacer la cena y me arrastró con él, consciente de que necesitaba hablar.

- ¿Se supone que no tengo que contarle nada a Rosa? Soy su amiga –dije en voz baja una vez que estuvimos metidos en la cocina

Se giró y me cogió por los hombros.

- Judi, a Rosa no la conviene saber esto.

- ¿Y qué la conviene? ¿Que se lo oculte? Casi se matan por ella, tiene que saberlo.

- Para qué –permanecí callada-. Dime qué puede mejorar exactamente si Rosa lo sabe. Sólo empeoraría las cosas. Imagínate que se siente tan mal que deja a Niall, por poner un ejemplo de lo que puede pasar.

- Pues esa sería su decisión. Ocultarla esto no conduce a ningún lado, tiene derecho a saberlo porque la incumbe.

- No, es una cosa entre amigos –resoplé-. Si Niall quiere contárselo, lo hará.

- Pero no quiere hacerlo.

- Y nosotros no podemos meternos ahí –desvié mi mirada hacia otro lado. No podía quedarme con ello dentro. Era Rosa, mi Rosa. Jamás la había ocultado nada y no quería empezar a hacerlo-. Oye –cogió mi mentón y me hizo mirarle-, eres una buena amiga. Y Niall acabará contándoselo, seguro.

- Ya… -Suspiré.

Me besó fugazmente en los labios y me olvidé de todo por un segundo, concentrándome en esos ojos azules que me miraban tan de cerca. Se inclinó de nuevo hacia mí pero le puse una mano en el pecho, frenándole, mientras me mordía el labio. Rió.

- No lo pagues conmigo.

- No lo pago contigo, Lou. Sólo…

- Vale –dijo sin darme tiempo a terminar la frase. Se dio la vuelta y se agachó para sacar una cazuela de un cajón.

- Louis, no te enfades, yo… -Me callé. Tenía razones para estar enfadado. Cualquiera pensaría que estaba jugando con él… Pero era mucho más complicado que todo eso-. Lo siento.

Se giró y me miró con sus ojos azules brillando, pero con una expresión de duda en su rostro.

- ¿Qué sientes?

- Esto. Que tengas que estar así… -Susurré.

Estaba haciendo el papelón de mi vida. No me estaba portando bien con mi actual novio, no me estaba portando bien con el chico que ocupaba todos mis pensamientos, no me estaba portando bien conmigo misma por no portarme como de verdad quería portarme, no me estaba portando bien con Rosa porque la ocultaba información… Pin para mí.

- No suspires –Louis se acercó a mí y pasó sus manos por mi cintura-. No tienes que pedirme perdón, ni tampoco estoy enfadado.

- Pero podrías estarlo…

- ¿Por qué? Tú crees que voy a enfadarme… ¿Ahora? ¿Justo ahora? –Apoyó su frente en la mía y sonrió, dándome a entender a qué se refería-. Comprendo lo que estás haciendo, de verdad. Lo único que me pasa es que me muero de ganas de besarte y me frustra saber que no puedo hacerlo –rozó mis labios con los suyos provocándome un escalofrío-. ¿Podré?

- Sí –contesté al instante, haciendo que sonriera.

- Pues cuando pueda… Lo que no sé es si podré soltarte algún día –me dijo con picardía.