All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One Direction

XLIX

[Punto de Vista Niall]

Nunca me parecería suficiente tratándose de Rosa; y seguramente siempre sería así. Quería más de ella.

La quité la toalla con rapidez y la cogí en volandas, después de asegurarme que seguía habiendo deseo en ella. Caminé hasta la pared más cercana y apoyé su espalda contra ésta. Me rodeó con sus piernas al instante y me pegué completamente a ella. Sosteniéndola con un brazo, moví mi mano hasta sus labios y les repasé con mi dedo índice, entrando también en contacto con su lengua. La besé mientras con mi dedo iba descendiendo por todo su cuerpo, comprobando la sensibilidad que provocaba en sus pechos, y sonriendo ante el escalofrío que experimentó.. Tracé minúsculos círculos a la altura de sus muslos y, cuando menos se lo esperaba, introduje el dedo en ella, provocando que suspirara, ladeando la cabeza. Me dio paso a su cuello y besé cada rincón de éste mientras ella hundía las manos en mi pelo.

Y no aguanté más. Desplacé mi brazo hasta sus piernas y, sujetándola con fuerza, la hice mía. Me mordí el labio conteniendo el grito que corría veloz por mi garganta. Me moví lentamente porque no quería que ese momento acabara nunca. Era mía. Y yo era completamente suyo.

Sujetó mi rostro con sus manos y le acercó a ella, besándome con urgencia, con necesidad. Exactamente como quería besarle yo a ella.

- Rosa… -Suspiré poco antes de derrumbarme sobre ella.

Jamás me había sentido así con nadie.

[Punto de Vista Judith]

Dormí con Louis, claro. Alba había decidido tumbarse de nuevo con Liam, sino probablemente no hubiera sido así. No porque no quisiera, sino porque… Era demasiada tentación. Y yo últimamente estaba demasiado débil. No me veía capaz de decirle que no a nada, incluso sabiendo que… Max seguía estando presente en mi vida.

Mientras me cambiaba en el baño no pude dejar de pensar en el que todavía era mi novio; y se me antojó absurdo que eso fuera así. Pero, aun más, siempre había sido una personal fiel y ahora eso se estaba desmontando poco a poco, con “inocentes” besos aquí y allá. Y, siendo sincera conmigo misma, si Louis hubiera querido mucho más lo hubiera tenido. Ya no podía decirle que no. Incluso aunque me sintiera increíblemente mal por ello, porque aunque nadie parecía creerme del todo me sentía muy mal.

Llamé a la puerta de la habitación antes de entrar y entorné poco a poco la puerta. Louis ya estaba metido en la cama, con el móvil en la mano, apoyado en la pared. Me miró y sonrió, pero después siguió pendiente de éste. Caminé hasta él y me coloqué a su lado.

Estaba sin camiseta. Por qué. Por qué. Por qué. POR QUÉ.

- ¿Con quién hablas a estas horas? –Pregunté casi tartamudeando, sin apartar la vista de su pecho perfecto.

- Sólo miro Twitter. Mira que guapa sales en esta foto –acercó el móvil y me enseñó una foto de los dos caminando, mirándonos el uno al otro y sonriendo.

Sentí una punzada en el estómago, pero no hubiera sabido decir si eran nervios o… Ilusión.

- ¿Qué dicen de mí? –Pregunté, aunque no estaba muy convencida de querer saber la respuesta.

- Que hacemos buena pareja.

Puse los ojos en blanco.

- En serio, Louis.

- ¡En serio! –Me miró reprochándome que no le creyera-. No he leído muchas cosas pero por lo que he visto…

- Qué chulo eres buscándote a ti mismo en Twitter, ¿no?