XXXVII

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[Punto de Vista Rosa]

Bajé del coche con las piernas entumecidas, como si llevara sin andar cien años; y eso que habían sido poco más de dos horas. Harry conducía con bastante rapidez; y Niall no se quedaba atrás.

- ¡¡Por fin!! –Gritó Louis cuando él también se bajó del coche, expresando el sentir de todos-. Me pido el sofá más grande.

- De eso nada, ese pertenece a los conductores –Niall se estiró y dio unos cuantos saltos-. Vaya viaje me habéis dado.

Me dirigí al maletero y saqué mi maleta. Harry se colocó a mi lado y nos miramos.

- Hola –dijo sonriente.

- Hola –contesté, de igual manera.

- ¿Quieres que te ayude?

- No, tranquilo, puedo con ella.

Liam se metió entre medias, literalmente.

- Dejen paso, mi maleta es la más importante.

- Y eso por qué, a ver.

- Porque hasta que no la coja no abriré la puerta de la casa. Y hasta que no abra la puerta de la casa nadie puede entrar, señorita Rosa –me dijo con una sonrisa de satisfacción.

- ¡¡Liam!! –Gritó Louis, giré la cabeza para comprobar que estaba en la puerta, esperando.

Judith tenía la cabeza apoyada en su hombro.

- Que ya voy, impacientes.

Harry, Alba y yo fuimos tras él. Intercambié una mirada con Niall; una mirada que lo dijo de todo. Se puso a mi lado y pasó su brazo por mi cuello, dándome un suave beso en el pelo. Temblé.

- ¿Qué tal el viaje, ojazos?

- Bien, ojazos. Liam ha estado aún más hablador de lo habitual.

- Te he oído –dijo mientras abría la puerta-. ¡Bienvenidos a nuestra mansión por unos días!

Entramos a la vez, aún sin separarnos. Podía sentir un cosquilleo por todo mi cuerpo; un cosquilleo que nunca antes había experimentado.

Caminamos por un jardín bastante amplio que daba a una casa… Excesivamente amplia. Tenía dos pisos, y, por lo que se podía ver, una especie de buhardilla. La fachada era de piedra; unas pequeñas escaleras conducían a la puerta principal, custodiada con dos columnas de madera. Miré a Judith en seguida, sabía que este tipo de casas la encantaban. La miraba embobada y Louis se acercó a ella.

- ¿Te gusta? –Preguntó, mirándola de la misma manera en que ella estaba mirando la casa.

Era increíble como estaba tan pendiente de ella.

- ¿Crees que pasará algo entre ellos? –Susurró Niall en mi oído, dándose cuenta de hacia donde miraba.

- Eso espero.

- Yo también -rozó con suavidad mi mano y aferré con delicadeza su dedo meñique.

Nos miramos de nuevo.

Nunca hasta ahora había sentido tanto con una simple mirada.

[Punto de Vista Alba]

La casa era preciosa. Liam nos enseñó todo de ella. Tenía cuatro habitaciones, dos baños, uno con jacuzzi, un salón amplísimo, una cocina también muy grande… Y gimnasio. Y piscina climatizada. Además de la buhardilla.

- Qué pobreza se respira en esta casa –comentó Louis, haciéndonos reír a todos con su ironía.

Decir que estaba alucinada era quedarse corta.

All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora