[Punto de Vista Rosa]
Bajé del coche con las piernas entumecidas, como si llevara sin andar cien años; y eso que habían sido poco más de dos horas. Harry conducía con bastante rapidez; y Niall no se quedaba atrás.
- ¡¡Por fin!! –Gritó Louis cuando él también se bajó del coche, expresando el sentir de todos-. Me pido el sofá más grande.
- De eso nada, ese pertenece a los conductores –Niall se estiró y dio unos cuantos saltos-. Vaya viaje me habéis dado.
Me dirigí al maletero y saqué mi maleta. Harry se colocó a mi lado y nos miramos.
- Hola –dijo sonriente.
- Hola –contesté, de igual manera.
- ¿Quieres que te ayude?
- No, tranquilo, puedo con ella.
Liam se metió entre medias, literalmente.
- Dejen paso, mi maleta es la más importante.
- Y eso por qué, a ver.
- Porque hasta que no la coja no abriré la puerta de la casa. Y hasta que no abra la puerta de la casa nadie puede entrar, señorita Rosa –me dijo con una sonrisa de satisfacción.
- ¡¡Liam!! –Gritó Louis, giré la cabeza para comprobar que estaba en la puerta, esperando.
Judith tenía la cabeza apoyada en su hombro.
- Que ya voy, impacientes.
Harry, Alba y yo fuimos tras él. Intercambié una mirada con Niall; una mirada que lo dijo de todo. Se puso a mi lado y pasó su brazo por mi cuello, dándome un suave beso en el pelo. Temblé.
- ¿Qué tal el viaje, ojazos?
- Bien, ojazos. Liam ha estado aún más hablador de lo habitual.
- Te he oído –dijo mientras abría la puerta-. ¡Bienvenidos a nuestra mansión por unos días!
Entramos a la vez, aún sin separarnos. Podía sentir un cosquilleo por todo mi cuerpo; un cosquilleo que nunca antes había experimentado.
Caminamos por un jardín bastante amplio que daba a una casa… Excesivamente amplia. Tenía dos pisos, y, por lo que se podía ver, una especie de buhardilla. La fachada era de piedra; unas pequeñas escaleras conducían a la puerta principal, custodiada con dos columnas de madera. Miré a Judith en seguida, sabía que este tipo de casas la encantaban. La miraba embobada y Louis se acercó a ella.
- ¿Te gusta? –Preguntó, mirándola de la misma manera en que ella estaba mirando la casa.
Era increíble como estaba tan pendiente de ella.
- ¿Crees que pasará algo entre ellos? –Susurró Niall en mi oído, dándose cuenta de hacia donde miraba.
- Eso espero.
- Yo también -rozó con suavidad mi mano y aferré con delicadeza su dedo meñique.
Nos miramos de nuevo.
Nunca hasta ahora había sentido tanto con una simple mirada.
[Punto de Vista Alba]
La casa era preciosa. Liam nos enseñó todo de ella. Tenía cuatro habitaciones, dos baños, uno con jacuzzi, un salón amplísimo, una cocina también muy grande… Y gimnasio. Y piscina climatizada. Además de la buhardilla.
- Qué pobreza se respira en esta casa –comentó Louis, haciéndonos reír a todos con su ironía.
Decir que estaba alucinada era quedarse corta.
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All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One Direction
FanfictionA Louis Tomlinson todo le iba bien, hasta que conoció a esa chica. Desde entonces, sus quebraderos de cabeza sólo son comparables con lo que empieza a sentir por ella. Para hacer frente a esa extraña situación que se presenta ante él, contará con la...