All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One Direction

L

[Punto de Vista Judith]

Media hora después, cuando nos secamos y nos vestimos, nos sentamos en la mesa del salón a desayunar en condiciones, con Niall lanzando gritos de sufrimiento por el hambre que tenía.

- No me puedo creer que vayamos a perdernos las fiestas de carnaval –comentó Liam de pronto, haciendo que todos le miráramos-. Hola, es carnaval, chicos. Perrie nos había invitado a su fiesta, ¿no?

- Sí –Zayn asintió-. Pásame los bollos, Niall.

- No, son míos.

- ¿Y quién ha dicho que vayamos a perdernos una fiesta de carnaval?

Miramos a Louis, sentado a mi lado, y a su sonrisa de “tengo un plan”. Reímos todos a la vez. Tenía un plan.

Le acaricié suavemente el brazo que tenía cerca de mí

- Cuéntanos, Tommo –dije aún riéndome.

Me miró, bajó la vista hacia mi mano apoyada en su brazo y sonrió, buscando mis ojos de nuevo. Aparté mi mano riéndome, consciente del efecto que había provocado en él ese pequeño gesto.

- No, no. Ahí estaba bien –susurró mientras me abrazaba, haciendo que apoyara mi cabeza en su hombro. Aferró mi mano y la colocó sobre su pierna.

- Tommo, cuéntanos… -Insistió Zayn, viendo que nos habíamos perdido el uno en el otro.

- Qué poca imaginación tenéis, ¿tengo que pensarlo yo siempre todo? Estamos en una gran ciudad, seguro que hay más de una tienda de disfraces. Vamos, nos compramos el más ridículo, volvemos, nos les ponemos, bebemos y cantamos canciones españolas. Fiesta montada.

Todos asentimos al mismo tiempo. Bendito Tommo.

[Punto de Vista Zayn]

Estuvimos el resto de la mañana haciendo el vago. Enchufamos la Play de nuevo y con eso teníamos bastante entretenimiento. Las chicas me pidieron que les dibujara una caricatura a cada una y lo hice sin poner pegas; a ellas no las podía negar una cosa así. Seguía pareciéndome increíble que hubiéramos encontrado a personas tan afines a nosotros en todos los sentidos; y me encantaba, la verdad.

Incluso aunque me metiera en exceso con ellas.

Harry y Liam fueron los encargados de preparar la comida, para disgusto de los demás. No esperábamos gran cosa de ellos pero, aun así, no les quedó demasiado mal. La devoramos en cuestión de minutos y volvimos al sofá. Eso era vida.

Sobre las cuatro de la tarde salimos en busca de la tienda de disfraces más grande que existía en Bath. Louis había tenido una buena idea con eso.

- ¡¡¡Zayn!!! –Gritó Louis pocos segundos después de que entráramos a la tienda. ¿Qué hacía gritando? Me giré para buscarle y le vi a pocos pasos de mí, sonriente-. He encontrado el disfraz perfecto para ti.

Me acerqué hasta él sin mucha esperanza.

Era un disfraz de Drag queen, claro. Les había entrado una gran obsesión con que me vistiera de chica a todas las horas del día.

- Yo lo veo –Liam apareció a nuestro lado asintiendo-. Te va a quedar bien.

- No pienso ponerme eso.

- Claro que lo harás –Louis puso una mano en mi hombro-. Todos sabemos que lo harás.

- Es tu disfraz. Te está llamando –le apoyó Liam.

- Debes escucharle. Es tu disfraz.

- Es tu disfraz. Y bailarás con el al ritmo de Best song ever.