All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One Direction

XIX

[Punto de Vista Judith]

Abrí el ojo como pude. Esa sí era la señora resaca, con mayúsculas. Maldito Tommo emborrachándome… Cerré los ojos de nuevo al pensar en lo que había hecho ayer y estuve unos cuarenta segundos soplando fuerte; una costumbre que tenía cuando me ponía nerviosa.

Louis me besó. Y, aunque es verdad que no era del todo consciente de lo que hacía, le devolví el beso a medias. A medias, sí. Si le hubiera besado como de verdad me pedía el cuerpo… Probablemente no me hubiera dejado irme.

Cogí el móvil. Obviamente, Louis me había escrito.

“Ha sido una gran noche. No veo el momento de repetirlo… Descansa, rubia :)”.

Supuse que con “repetir” no se refería precisamente a la noche.

De nuevo tenía muchísimas dudas rondando mi cabeza. Cuando estaba con Max, y Max estaba bien, estaba genial. Pero entonces aparecía Louis, y ya no sabía si estaba tan bien con Max como me parecía estarlo.

También el me había escrito.

“Te espero esta tarde en mi casa, sobre las 5. Tengo ganas de verte…”

Qué bien, me encantaba que planeara mi vida. Sí, lo adoraba.

No me apetecía nada moverme de la cama, pero entonces pensé en Alba. ¿Estaría bien? Reí al recordar su borrachera de anoche; maldito Liam. Era genial realmente, y parecía que habían congeniado a la perfección. Según tenía entendido, Liam estaba con una tal Sophia que ayer no se presentó en la fiesta. En realidad no veía a Alba interesada en él así que no había problema.

Caminé hasta su cuarto, abrí la puerta y la pillé móvil en mi mano.

- ¿Qué tal está mi resacosa preferida? –Me tumbé sobre ella con intención de no moverme en mucho tiempo.

[Punto de Vista Louis]

Apenas había dormido cuatro horas pero no tenía nada de sueño. Mucho menos después de coger el móvil y ver que Judith me había escrito.

“Buenos días, Lou. Me alegro de que lo pasaras bien…”

¿Estaría arrepentida? Todo en ella me decía que era el momento de besarla y no podía aguantarme más. Había intentado con todas mis fuerzas no hacerlo, y sabía que se lo había prometido, incluso también me lo había prometido a mí mismo. Pero moría de ganas; y el alcohol hizo el resto.

Caminé hasta el salón donde estaban Liam y Niall, tumbados en el sofá todo lo largos que eran. Escuché pasos en la cocina e imaginé que era Zayn.

- Ayer besé a Judith –dije sin más. Los dos me miraron y Zayn apareció de pronto con un sándwich en la mano y se sentó a mi lado, mirándome expectante.

- ¿Y qué pasó? –Preguntó Liam con los ojos abiertos.

Dudé.

- Bueno… Creo que me lo devolvió. Quizá no como me hubiera gustado pero… No se apartó cuando la besé, tardó… Un tiempo.

Se miraron entre ellos.

- Tío… -Comenzó Liam. Ahí venía el adulto de la casa-. Es una chica fantástica, pero tiene novio, te lo ha dicho por activa o por pasiva. Y puede que tú la atraigas, pero si no le ha dejado ya no creo que lo haga. Mejor olvídate de ella.

Le miré incrédulo.

- No tienes ni idea, Liam. ¿Has visto cómo me mira? ¿Hacía cuánto que una chica no me miraba así?