All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One Direction

LXXXV

[Punto de Vista Judith]

Cuando salí del baño, Louis estaba metido en la cama con el móvil en la mano así que comprendí que esa noche me quitaría yo misma la ropa. Abrí el cajón donde solía guardar el pijama y en un par de minutos estaba con él puesto y arropada con las sábanas. Dejó el móvil en cuanto me coloqué a su lado y nos miramos.

- ¿Por qué te molesta? -Le pregunté sin más.

- Eres más que una amiga para él.

Resoplé, giré la cabeza y negué con ella, recordando cómo Alex miraba a Rosa. Definitivamente, no, no sentía absolutamente nada más por mí. A mí no me miraba de esa manera.

Pero claro, no iba a decirle a Louis que quien, estaba segura, le gustaba era mi amiga, porque entonces Niall se acabaría por volver loco. Y eso sí que no.

- Estás equivocado, Louis. Mucho.

- Para nada.

- Louis...

- Judi, ¿has visto cómo te mira? Y como... Te abraza.

- Somos amigos.

- No eres sólo su amiga.

- No es verdad -intentó hablar pero le callé-, no sabes lo equivocado que estás -dije sin intención de darle más explicaciones-. Pero es que, aun así, debería darte igual. ¿Qué más da lo que sienta o deje de sentir él? Para mí es mi amigo. Y punto.

- Yo también lo era.

- No digas tonterías, nunca fuiste sólo mi amigo -agachó la cabeza. ¿¡PERO POR QUÉ TENÍA QUE DUDAR TANTO AHORA!? Empezaba a enfadarme-. Louis, ¿por qué me estás haciendo esto? ¿Quieres torturarme? Hace un mes me repetías a cada instante que sabías que estaba loca por ti, y ahora, que de verdad me tienes, dudas de ello. ¿Qué te pasa? -Me di cuenta de mi tono de mosqueo pero no quise suavizarlo. Quizá así se diera cuenta de las estupideces que estaba pensando-. ¿Qué te pasa? -Repetí, viendo que no obtenía respuesta alguna.

- No lo sé... -Suspiró. Me miró intensamente, como solía hacer, de esa manera que hacía temblar cada milímetro de mi ser. Frunció los labios y se encogió de hombros.

- ¿Qué necesitas? -Le acaricié el rostro sin despegarme de sus ojos.

Se inclinó para besarme y le ofrecí mis labios con gusto. La ternura que me ofreció en ese beso me hizo preguntarme, una vez más, si no estaba siendo demasiado injusta con él. Me había demostrado por activa y por pasiva que le importaba, ¿a qué estaba esperando para decirle un sí definitivo? Siempre había pensado que era algo estúpida, pero lo que sentía hacia mí misma en esos momentos rebasaba todos los límites.

Cuando nos separó, estaba convencida de que mis ojos brillaban.

- Perdóname -susurró. Chocó su nariz con la mía y después depositó un beso en la comisura de mis labios, sin soltar mi rostro.

Era él quien tenía que perdonarme a mí.

Era una completa estúpida.

[Punto de Vista Louis]

Me hubiera gustado decirle mil veces que la quería. Mil y una vez, hasta que esas palabras perdieran todo sentido para los dos.

Llevaba unos días angustiado y por fin entendía perfectamente por qué. Todo ese miedo, todas esas dudas que tenía de repente y que ella no parecía entender, en realidad tenían una explicación muy simple. Todo se resumía en una pregunta.

¿Por qué no quería estar conmigo?

Simplemente eso.

No tenía una respuesta convincente por su parte. No quería correr, ni precipitarse, de acuerdo, pero nos conocíamos de sobra, ¿acaso no sabía que me importaba más que nada? Claro que lo sabía. ¿De verdad seguía creyendo que iba a irme con cualquier otra chica a la primera de cambio? Era una absurdez, no podía seguir pensando en ello después de todo lo que la había demostrado.

Así que, en vista de sus explicaciones, elaboraba las mías. Y detestaba todas las que pasaban por mi cabeza.

¿Por qué le costaba tanto ponerle un nombre a lo que teníamos?

¿Y si nunca lograba convencerla de que eso merecía la pena?

¿Y si no era suficiente para ella?

¿Y si realmente no sentía nada por mí?

¿Qué hacía yo queriéndola de esa manera?

[Punto de Vista Jud]

Siempre me había gustado dormir hasta tarde, incluso aunque sólo me quedaran dos días en Londres. Esa era mi intención, pero me despertó el molesto ruido de mi móvil vibrando y odié la vida hasta que vi quién era.

Zayn me estaba llamando.

Traté de aclararme la voz carraspeando y moví la cabeza antes de contestar.

- ¿Sí?

- "¡Hola" -Su voz animada me hizo sonreír como una tonta-. "¿Qué haces, dormilona?"

- Ser despertada...

- "Oh, vaya, cuanto lo siento..."

Aprecié su ironía y sonreí con más amplitud.

- No lo sientes, ¿verdad?

- "Ni gota. Ya es hora de levantarse, son las once de la mañana."

Sólo las once de la mañana...

- Vale, vale, ya me levanto.

- "Me encargaré de que así sea, tengo espías en tu casa que me informarán de ello. ¿Dónde has dormido hoy?"

- En la cama de Judi.

- "Destrózala la habitación de mi parte, anda" -casi podía verle sonriendo-. "Y dime una cosa... ¿Te apetece comer conmigo hoy?"

Mi corazón. Me dolía incluso.

¿Por qué tenía que ser tan...?

- Eh...-¿Por qué no era capaz de hablar cuando quería decir un sí enorme?-. Sí... Vale...

- "Qué indecisa te veo, ¿te caigo mal o qué?" -Escuché su risa al otro lado y cerré los ojos.

- Fatal... -Logré contestar.

Probablemente se estuviera dando cuenta de todo lo que estaba provocando en mí, pero ya ni siquiera me importaba.

- Me encanta caer mal. Paso a buscarte a la una, ¿vale? ¡Tengo una sorpresa para ti! Pero tienes que levantarte o no la recibirás jamás. ¡Luego nos vemos!

Colgó sin darme tiempo a despedirme y decidí que era incapaz de moverme. Zayn acababa de invitarme a comer, los dos solos, y tenía una sorpresa para mí.

No, no era capaz de moverme.

Mi móvil volvió a vibrar al cabo de un rato, cuando aún seguía preguntándome por qué tenía que ser tan perfecto, tan... Hecho para mí.

Esta vez era un mensaje.

"He dicho que para tener sorpresa tienes que levantarte... Pero mis espías me informan de que sigues en la cama. ¿Quieres quedarte sin ella, dormilona? No vale volver a dormirse ;)"

No se podía explicar con palabras lo feliz que era en esos momentos.