All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One Direction

CVI

[Punto de Vista Judith]

Esa mañana me quedé dormida. Rosa y Alba no me despertaron comprendiendo que, si no lo había hecho por mí misma, es que estaba verdaderamente cansada.

Abrí los ojos a las diez y media, desayuné un zumo de naranja y me tumbé en el sofá sin nada que hacer. No tenía intención de moverme en toda la mañana; pese a haber dormido seguía muy cansada. Era más bien un cansancio mental; los dos últimos días habían sido abrumadores. Y Liam se había encargado de terminar de hacerlos insostenibles. ¿Estaba enfadada con él? Supongo que no. Estaba en su derecho de decidir que lo suyo con Ana se había terminado, pero la manera de hacerlo... Cuando pensaba en que las había estado viendo a las dos a la vez, sí estaba enfadada. Mucho.

Mi móvil vibró y me incliné para cogerlo de la mesa.

"Buenos días, pequeña. Así que has decidido no ir a clase... ¿Quieres que vaya a verte?"

"Genial :)", contesté al instante.

Louis también estaba algo extraño. Era fácil imaginarse que se debía a todo lo que había pasado a nuestro alrededor, pero algo me decía que no era sólo eso; algo me decía que era algo más...

- Buenos días -una adormilada Ana entró en el salón desperezándose y se sentó en el sofá contiguo al mío.

- ¿Cómo estás? -Pregunté, preocupada.

- Pss... Odiando al mundo -asentí. Era normal-. Me voy a vestir, Harry me ha dicho que me invita a desayunar.

- ¿En serio? -Sonreí ligeramente y ella también lo hizo.

- Es el mejor del mundo.

- Lo es -afirmé al instante. Tragué saliva y me cuestioné durante unos segundos preguntarle acerca de Liam-. Mmmm... ¿Sabes algo de...?

- No -dijo con dureza, sin darme tiempo a terminar-. Ni quiero. Voy a vestirme, ¿vale?

- Vale, sí.

En poco menos de media hora salía por la puerta; y entraba Louis. Lo recibí con una sonrisa y me abracé a él con fuerza. Pasó sus brazos por mi cuello y me besó en el pelo. Lo estrujé más fuerte y emitió una leve risa.

- Qué cariñosa... -Susurró.

- Te quiero -le dije, al instante.

Nunca hasta que estuve con él había dicho esas palabras y ahora me sonaban completamente normales y naturales. Al fin y al cabo, era lo que sentía por él.

- Y yo, pequeña -me besó en los labios y aferró a mi mano, dirigiéndose al salón-. ¿Tan cansada estás para haberte quedado dormida?

Nos sentamos el uno junto al otro y comencé a acariciarle el pelo.

- Me ha sonado el despertador, lo he apagado y he dicho... Cinco minutos más... Y...

- Y ha sido hora y media más -rió y yo también lo hice.

- ¿Cómo está Niall?

- Mejor, lo tiene menos hinchado, pero tiene un buen golpe -era muy apreciable el odio en sus palabras-. Ese cabrón... -El sonido del timbre detuvo sus palabras-. ¿Quién es?

- No sé. Ana ha salido a desayunar con Harry hace cinco minutos, a lo mejor se ha olvidado algo.

- Las llaves, por ejemplo -contestó divertido. Reí, acaricié su mejilla y me levanté del sofá.

No era Ana. Era el cabrón. Parecía que Louis le había invocado con sus palabras.

- Judi... No... No sabía que...