Capitulo 22

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Caminaba detrás de Alan sin oponer barrera a toda la tormenta de ideas que comenzaban a llenarme la cabeza. Pensaba en sus labios y en sus manos grandes como me habían poseído. Como seria llegar al orgasmo con el dentro de mi si tan solo con sus dedos ya me tenia rogando por mas.
Me sonroje en el ascensor al ver que me penetraba con su mirada profundamente, unió nuestras manos, y solo con ese tacto mis piernas temblaron.
Mi espalda arqueada se pegaba a la pared opuesta del elevador de donde el estaba y un nudo se posesionaba en mi garganta al pesar en lo que pasaba por su mente en este segundo.
El ascensor se detuvo en el piso 11 y no me detuve ni siquiera a comprobar si estaba por chocar con alguna pared o no. Solo tenia ojos para su culo y su amplia espalda tensada. De ambos tenia una vista panorámica mientras él abría la cerradura de su apartamento con desesperación.

Apenas estuvimos adentro no alcance ni a recobrar el aliento cuando me acorralo contra la misma puerta y me beso con brusquedad.
No perdí el tiempo. Solo teníamos un día después de todo. Metí mis manos bajo su camisa y exploré los músculos que adornaban su abdomen. Acaricié su espalda y me colé en sus pantalones antes de que yo misma me diera cuenta que comenzaba a mojarme.

Mi lengua actuaba con voluntad propio y mis manos descontroladas se morían por deshacerse de sus prendas. De pronto sus palmas aterrizaron de un golpe sobre mi culo, y lo apretaron con fuerza. Mordí su labio como reflejo y el gruño. En ese mismo instante sus manos ejercieron una presión sobre mis glúteos alentándome a abrazarlo con las piernas, eso hice. Rodee su cintura con facilidad, como si ya conociéramos nuestros cuerpos porque nos habíamos tocado mil veces anteriores a esta. No era cierto, pero deseaba que así fuera.

Me condujo por los salones interminables dejando de vez en cuando mi peso sobre las paredes para reacomodar nuestra posición. Su erección crecía con facilidad ahora y no tuve casi necesidad de moverme para sentirlo contra mi.
Dimos al fin con su cuarto y me dejo caer en su enorme cama para luego encerrarme contra sus codos a ambos lados de mi cabeza.

Nuestro beso se vio interrumpido y tuve tiempo para admirarlo.

Su cabello estaba desordenado, los bordes de este estaban mojados debido a una fin capa de sudor que hacia que su piel se viera brillante. Sus ojos me miraban sin censura, y estos hicieron en mi estomago saltara. Sus pupilas dilatadas transmitían un millón de mensajes que mi profesor abría guardado de no ser por mi atrevimiento en darle una oportunidad a este "cierto articulo pendiente" que debíamos hacer. El contorno de sus labios rosados se tiño de un rojo suave debido a su reciente actividad en los míos. Me moría por volver a besar sus labios.
Cuando volví a centrar su mirada en sus ojos, me di cuenta que me miraba con atención, se fijaba en mis labios y luego en mis ojos como si fuera por turnos. No pude contenerme mas y uní nuestras lenguas nuevamente para luego apretarme contra el. Necesitaba sentirlo cerca. Mas cerca.

Más.

Sus manos apretaron mi cintura y exploraron mi abdomen. Con dedos torpes intento desabotonar mi blusa.

Tome impulso y con un poco de fuerza gire sin detener nuestro beso para ahora yo quedar encima. Sobre el.

Pose mis manos en sus pectorales y baje por sus brazos mientras despegaba tiernamente nuestros labios. Me senté apoyando mi peso sobre mis piernas que estaban a los costados de su pelvis, mientras el permanecía recostado admirándome. Lo mire a los ojos mientras yo misma desabotonaba mi blusa blanca y la dejaba caer en algún rincón de la habitación. No le di mas vueltas y desabroché mi sostén de paso.
Su reacción fue inmediata. Mi torso completamente desnudo frente a el pareció funcionar prácticamente como un imán para que ahora el tomara impulso y me alcanzara sentándose conmigo encima, sobre la cama. Rodee mis piernas nuevamente sobre su cuerpo todavía vestido, y el por su parte dirigió una de sus manos sin esperar por una invitación hacia el contorno de mi pecho izquierdo, y con su brazo libre rodeo por completo mi cintura para atraerme mas a el, y succionó mi pecho con su labios.

El contacto provocó que mi vagina se contrajera y mis cuello se estirara.

Por mi garganta se abrió paso un gemido genuino que me dio la sensación, que dejaba salir lo mas profundo de mi.

- Alaaan!! - gemí. - ¡Alan! ¡Más! ¡Aaahaahh...Aahhh!! - grite cuando mordió mi pezón lo que hizo que me arqueara mas entregándole mi siguiente pecho solo para el.

Repitió lo mismo varias veces mientras me dejaba lentamente caer sobre la cama de nuevo. Esta vez mi cabeza sobresalía del colchón ya que estábamos acostados con los pies en la cabecera de modo que quedábamos al revés de la cama.

No me importo en absoluto.

Mi vista estaba nublada por el placer que todavía no había ni comenzado. Alan deja mis dos pecho erectos para comenzar a desabrochar su pantalón con agilidad. Se quito el cinturón y lo dejo a un lado.

Ahora es el quien me mira a los ojos mientras baja sus pantalones y al igual que yo hice con mi blusa y mi bra, se quita el bóxer junto con el pantalón.

Va dejando caer su peso sobre mi lentamente y yo bajo mis manos hacia su pene para acariciarlo, río ante su reacción. Cierra los ojos y gruñe.

Con la ayuda de mis piernas y mis pies termino de bajar y quitar sus pantalones, para luego divertirme acariciando sus piernas con las mías.
Comienzo a frotarme contra el, aunque yo todavía llevo puestas mis bragas y mi falda. Rodeo su culo con mi pierna derecha y con la izquierda me escabullo entra las suyas para subir y bajar rápidamente.

- ¿Me.. Me harías el favor de terminar de desnudarme? - le pregunto. El gruñe en respuesta.

Besa apasionadamente mis labios y comienza a bajar por mi mandíbula, succiona pedazos de piel en mi cuello, recorre el valle entre mis pecho con su lengua y deja un rastro de besos mojados sobre mi estomago para encontrarse con mi falda. La mira y sus manos comienzan a subir desde mis talones hasta mis muslos, sin detenerse hacia mi entrada. Introduce dos dedos de golpe.

- ¡Ah! - grito sorprendida, no pude dejar de notar que no me soltaba con la mirada. - Oh... - me relaje cuando comenzó a moverse. Entonces de improviso salió de mi y bajo mis bragas rápidamente, para intercambiar sus dedos por su lengua.

Era como si me estuviera besando a mi, solo que sin tocar mis labios. Lo de mi cara al menos. Gemí ya sin poder disminuir ni tragarme nada. El estaba allí, era lo único que podía pensar, no quiero que me deje nunca.

La intensidad que alcanzaba me dejo sin aliento y mis manos buscaron desesperadamente algo a lo que aferrarse encontrando solo las sabanas las cuales les enterré mis dedos sin compasión y forceje estirando y contrayendo mi abdomen. Estaba a punto de llegar.

Entonces me abandono con tal rapidez que me costo comprender lo que estaba sucediendo. Un soledad y tristeza me embriago, casi como si mi corazón dejara de palpitar y mis pulmones dejaran de recibir aire. Necesitaba que se quedara. No se iba a quedar, no se iba a quedar desde un principio. Y lo sabias.

Entonces su calor inundo mis caderas las cuales tomo con facilidad, abrió el cierre de mi falda y la tironeo hasta abrirse paso dentro de mi.

Me golpeo con su longitud. No me costo volver a retomar esa sensación profunda de que me quemaba por dentro. Poco después me fije en el paquetito cuadrado de papel plateado que se hallaba en la mesita de noche. Solo había ido por un condón.

Respire mientras dejaba que mi corazón palpitara aceleradamente llenando is venas de sangre, y a el llenándome de placer.

Solo por mi Profesor (#1) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora