Capitulo 3

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- Comenzaré dándoles las fechas de las evaluaciones correspondientes para todo lo que sigue del año...  - no alcance a sacar un lápiz cuando comenzó a dictar "el 8 de Septiembre teníamos evaluación inicial" me repetía mentalmente para que no se me fuera a olvidar mientras que el profesor seguía dictando sin molestarse en darse cuenta que no había un tercio de la clase escribiendo. De hecho, no me di cuenta hasta que me termine la primera hoja del cuaderno que era la única en la clase quien había llegado a terminar de escribir

- Y por ultimo - dijo tomando un lápiz de pizarra entre sus dedos - anoten una evaluación de cuaderno al finalizar cada mes.

La clase entera suspiro en respuesta, yo también lo hice solo que no en tono de explamacion ni huelga; como el resto, nada mas de cansancio.

Tome mi celular de mi bolsillo para ver cuanto quedaba para que sonara el timbre, a pesar que inconscientemente sabia que con suerte solo llevábamos 15 minutos de clase.

- ha los queridos celulares! - exclamo el profesor aun mas cerca de mi escritorio. - creo que el reglamento dice estrictamente que se prohibe su uso durante el horario de clases no es cierto, ¿Señorita....?

Su mirada se clavo en mi, y alzo las cejas como incentivándome a que le respondiera

- Alisson Peters - respondí automáticamente.

- Un gusto, Peters, llámeme Profesor Wall. - al finalizar alzo la mano y la extendió frente a mi, durante un segundo (muy largo) me quede mirandola para reaccionar otro segundo después alzando la mía; estrechándosela. Cuando no me devolvió el apretón de manos identifique una sonrisa de burla en su rostro. - No su mano, Peters. Su celular.

El segundo siguiente fue todavía mas embarazoso, quitar mi mano y entregarle cohibida mente el celular mientras que toda la clase se partía de risa, y mis mejillas se tornaban de un rosado intenso. Simule una sonrisa para ocultar la vergüenza que sentía pero solo me salió una mueca rara que disolví rápidamente.

- Mi nombre completo es Alan Wall, y en realidad no me interesa si ocupan o no su celular en clases. - dijo dejando mi celular en su escritorio, seguí su mano con la mirada y el lo noto. - tampoco me interesa si pasan mi clase o me quedo estancado con ustedes durante años de mi vida. Hago clases, y paso materia. Sin importar si la escuchan o no, voy a seguir dictando y continuare esperando por su trabajo que si no hacen, les subiré una nota tan perezosa como lo que me entreguen a cambio. Así que esta es mi recomendación; un simple consejo. Sigan la clase, porque para eso pagan este colegio, sigan la clase porque la clase no los va a perseguir ustedes. Soy prácticamente un disco que cuando suena el timbre comienza a reproducir materia que se traduce a lo que ustedes deberán memorizar para las evaluaciones y si no la memorizan, si no la aprenden y me escuchan, no tendrán resultados. - guardo silencio y se sentó en su silla mientras abría un maletín de donde saco un Ipad blanco el cual lo poso en la palma de su mano; grande y con dedos largos. - No doy segundas oportunidades.

Esas fueron sus ultimas palabras antes de proyectar un powerpoint y comenzar con el primer tramo de materia de la semana, nos explico su forma de enseñar, de que todos los videos y ppt que viéramos podíamos ir a pedírselos a la sala de profesores si los queriamos, que si necesitábamos ayuda el estaba abierto a responder preguntas, pero que las notas eran decisivas. Nos dio su mail para consultarle cosas cuando no estuviéramos en el colegio, me pareció muy estricto, pero tambien demasiado aplicado. Lo cual funcionaba para mi.

Salimos de clase tarde ese día, el timbre se hacia cada vez mas lejano cuando no tenia reloj para confirmar cuanto tiempo restante quedaba para salir

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Salimos de clase tarde ese día, el timbre se hacia cada vez mas lejano cuando no tenia reloj para confirmar cuanto tiempo restante quedaba para salir.
Jamas se había escuchado tan armoniosamente la campana antes.
Tardé en guardar mis cosas a propósito para ver si lograba convencer al profesor Wall de devolverme mi celular. Sin embargo no tuve que decir una palabra para tocar el tema.

- Peters. - dijo fuerte, a pesar de que me hallaba a unos centímetros de el. Levante la cabeza. - Una palabra antes de irse.

Iba a asentir y a caminar hacia su dirección, cuando una silla se cruzó en mi camino.

Mi cabeza no tardo en dar contra el suelo, y apenas fui consciente del rápido movimiento del señor Wall, el cual no fue suficiente para amortiguar mi caída.

...

Pestañee varias veces antes de abrir con claridad los ojos. El profesor había alzado mis piernas apoyándolas contra la pared, me hallaba en la misma sala solo que recostada sobre algo suave. El profesor había acomodado mi cabeza entre sus piernas. La posición en que nos encontrábamos era un tanto ridícula por lo que intente salir de ella (nuevamente) sin éxito y mareandome para caer sobre sus piernas nuevamente.

- Eh..eh.. No pasa nada recuéstate unos minutos. No hay apuro. - su voz había cambiado radicalmente, era un tono completamente calmado y nada represivo, a comparación con el que había utilizado cuando trataba de llamarnos la atención. - ¿Es que siempre eres así de distraída o es solamente un mal día para ti?

- Pues en realidad no sabría decirle. Hay días malos, pero - le eche un vistazo - procesando la situación en la que estoy, tan malos como este no existe comparación.

Se rió.

Fue entonces que paré en la situación de que me hallaba (literalmente) entre las piernas de mi profesor de lenguas, y que no era un conocido ni mucho menos un amigo. Mi falta de coherencia aumentaba conforme a mi desesperación por no saber que hacer. No quería pararme y hacer el ridículo de nuevo, pero tampoco quería quedarme allí.

- ¿Estas incomoda? - me pregunto con gentileza, como si leyera mi mente.
Luego de unos segundos comprendí que se refería fisica y no mentalmente. Negué.

Si me centraba solo en el, el ambiente parecía relajado, como si sostuviera cabezas entre sus piernas todos los días... Lo cual... Podría no estar tan lejos de la realidad. Pero cuando me concentraba en mi, me sentía represada por mis propias paredes, una especie rara de claustrofobia que me invadía al sentir vergüenza.

- Creo... Creo que se hace tarde. - busque en vano la hora.

- Creo que buscas esto. - dijo señalándome mi celular, sonreí inconscientemente para luego reprimir esa sonrisa, el frunció el ceño. - eres... Una especie rara de niña, Peters, tienes una costumbre de cambiar mucho de actitud y de ser bastante torpe.

- Pues usted tiene una clara falta de filtro y una innecesaria extensidad de honestidad. ¿No se avergüenza ni un poco de decir todo lo que piensa de cada cosa que osa cruzar los limites de su campo visual?  - todo eso lo dije como si alguien mas se apoderara de mi lengua y la usara como le diera la gana. El hombre parecía haberse quedado por un momento sin palabras y sostuvo una "O" en sus labios la cual paso a transformarse en una pequeña risa provocadora.

- Vaya Peters.... - me miro pícaro- Vaya forma de hablar de un profesor en su presencia.

Me quede callada, y trate de comenzar poco a poco a levantarme, el hombre poso una mano en mi cintura y otra en mi espalda baja, sabia que tenia intenciones de ayudarme pero sin importarme me recorrió un escalofrío de pies a cabeza.

Si había algo que desease mas en ese minuto que mantener mi distancia de ese hombre pues no cabía en mi mente hasta que apartara sus manos de mi cuerpo.

Tome mi mochila lo mas rápido que pude antes de dirigirme (aun mareada) a la puerta

Solo por mi Profesor (#1) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora