- Ni siquiera sabes de lo que estas hablado, y si lo supieras, cosa que dudo, échate para atrás ¿Si?... Es asunto nada mas mío y de él.
Empujé a Sara del marco de la puerta para abrirme paso, ya harta de que no me dejara en paz.
Me siguió, pisándome los talones y yo no encontraba donde esconderme.
Solo no quería hablar con ella.
- Solo... Solo déjame explicarte. - Rogó Sara, y yo no la hice callar. Si, me merecía una explicación. - lo hice pensando en tu bien, lo hice por ti.
Involuntariamente, reí, muy pero muy fuerte. No aguante la rabia y el impulso a decir:
- ¿Por mi? Te refieres a que tú te quedaste sentada y calladita mientras yo hacia mierda mi relación mas cercana ¿Por mi? Quebraste mi confianza en él, con todos... Claro, como no lo pensé, ¿Por mi también, verdad? - ironicé un poco.
Me acerqué a la puerta con el paso firme pero temblando de furia.
- Te quiero fuera de mi habitación y fuera de mi vida, - abrí la puerta, mientras que el rostro aterrorizado de mi hermana se me quedaba entre mirándome a mi con piedad y con horror al oscuro pasillo, tal como si su peor pesadilla de hubiese vuelto realidad. - Vamos, no puede ser tan difícil de hacer luego de todo lo que ya has hecho. - dije con el tono mas amargo que me permitió mi consciencia.
Pero Sara se mantuvo igual de obstinada en insistir en contarme su versión de la historia.
Dos, tres pasos. Y una figura grande y oscura se asomó por el lado derecho de la puerta. Se limpió los pantalones, como si hubiese estado esperando sentado en el suelo sucio un buen rato.
Los hombro anchos, la espalda recta. Noté que estaba cansado, pero solo yo podría haberlo notado en su mirada, iluminada solo por la leve luz de la noche.
- ¿Es que acaso no oíste bien? Fuera, ahora.
Y Sara obedeció.
Alan y yo nos quedamos en las mismas posiciones, girando de apoco el cuello, siguiendo la ruta de salida de Sara, yo al menos asegurándome de que se alejara lo bastante.
Entonces Alan y yo intercambiamos miradas. Llevaba un bolso cruzado desde el hombro hasta la cadera, el cual se veía bastante pesado.
El largo pantalón de trabajo y la camisa blanca que llevaba puesta Alan, desabotonada un poco por el calor, marcaba su figura y hacía contraste con su piel morena. Yo por mi parte, también sufriendo esa corriente constante calurosa, me había desecho de mi chaleco celeste y mis zapatos, y los había abandonado anteriormente en el baño, quedando descalza y descubierta de brazos y piernas
La noche húmeda hacia que mis mejillas estuvieras constantemente coloradas y mis labios mas marcados de lo normal, mi cabello cafe revoltoso y esponjado caía suave por mis hombros y mi piel tostada por el sol contrastaba con el brillo oscuro de mis ojos y el vestido blanco y corto que traía puesto, cada una de esas cosas, Alan admiró de mi ese segundo largo que pasamos solos en el pasillo, yo dentro y el fuera de la habitación, como si esperara mi permiso para pasar.
No desperdicié otro momento mas, corrí en búsqueda de su fortaleza y comodidad.
Llorando, lo abracé con toda la fuerza que me quedaba.
...
Alan me abrazó hasta que dejé de llorar, en parte porque yo no me despegaba de él ya que no quería que me viera llorando, y en parte por su demostración de apoyo.
Cuando aflojé mi agarré, Alan me tomó en sus brazos, como si yo fuese una pluma que en realidad no le incomodara cargar, aunque yo notaba sus músculos tensos ejerciendo su total fuerza y su respiration sonora.
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Solo por mi Profesor (#1) TERMINADA
RomanceNovela con contenido adulto!!! El ultimo año de instituto para la generación de Alisson Peters se viene agitado, en especial para ella cuando comienza a sentir una fuertísima atracción hacia su profesor de lenguas; Alan Wall. "Solo se puede ver con...