Capítulo 40

13.4K 609 10
                                    

Entré corriendo a casa con el bóxer pisándome los talones. Dejé que se acostara sobre mi cama, solo porque no paraba de mirarme con esos ojitos de cachorro; y luego entré a la ducha.

Me bañé y lavé el cabello con rapidez. Me sumergí en la suavidad de mi bata y me eché sobre el cubrecama con el teléfono en mano.

Alan.

El botón de llamar estaba a solo un par de centímetros mas abajo de ese nombre, pero no encontraba el valor de pulsarlo. El perrito a un lado lamió mi brazo, como incentivándome.  

Los bips eternos retumbaran contra mi tímpano, me desesperaba esperar para oír su voz.

- ¿Alan? - dije en un tono que me hubiese gustado disimular mas.

- Has recibido a Webby. - dijo, y yo me precipité a notar que era el nombre del perro.

- Así es.

- Pues es verdad.

- ¿Que cosa?

- Que muero por verte. - mi estomago se achico y luego explotó provocándome una agradable sensación que recorrió todo mi cuerpo. - Quiero suponer que nuestros planes siguen en pie. - A pesar de que no era una pregunta, el tono inseguro de su voz  hicieron que brotaran unas ganas en mi de abrazarlo.

- No recuerdo que llegáramos a un acuerdo de que suponía que serian estos planes.

- Decidí que voy a darte el placer de que sea una sorpresa. - cerré los ojos. No podía contener lo emocionada que estaba por verlo, como se me contraían los músculos y mi corazón se aceleraba, pero no sabia si debía salir con el, no sabia si lo perdonaría tan fácilmente. El notó que me estaba demorando demasiado en responder, se aclaró la garganta y suplicó: - Al menos déjame explicarte.

Suspiré. Decisión definitiva. No podía negarme.

- Esta bien, ¿A que hora pasas por mi?

La sonrisa que surgió en su rostro pude notarla hasta por teléfono, esa pequeña risita y satisfacción (alivio quizá) cuando me respondió.

- Salgo en 5 minutos de mi casa. - y colgó.

...

3 minutos mas tarde, andaba en ropa interior corriendo desesperada por toda mi pieza. Mitad de mi armario se hallaba sobre mi cama, la ropa revuelta por todo lo que rodeaba el colchón.

Llame a Penny 4 veces con el cepillo de dientes y la espuma metidas en la boca, y no contesto. Iba a matarla, iba a matar a todo el mundo. Temía el minuto en que el auto negro de Alan aparcara fuera de casa, todavía ni avisaba a mama que saldría.

Descubrí a Webby haciéndoselas con mis pantuflas; la mitad destrozada y la otra mitad aferrada a su mandíbula. No me moleste en quitársela. No iba a desperdiciar un segundo mas, me dije. Despejé todo de mi mente y miré lo que quedaba de mi armario.

No sabía si saldríamos a un cena, o a una caminata. Si quizá me llevara a conocer a alguien o a nadar. No sabia nada.
Pensé en shorts y poleras cortas. Pensé en algo sexy.

El sonido de un claxon brutal provoco que me dieran ganas de llorar. Me asomé por la ventana, localicé la ventanilla abajo del conductor y vi el brazo musculoso de Alan descubierto, su rostro se veía sorprendido y complacido al mismo tiempo; me di cuenta que era porque estaba en ropa interior y me entré inmediatamente, sonrojándome.

Tomé un vestido, no muy detallado: sofisticado, pero no demasiado, ajustado en el busto pero mas suelto en la falda: sexy y cómodo.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Solo por mi Profesor (#1) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora