One Shots • Marvel

62.-Steve Rogers*

Título: Te necesito.

Advertencias: Fondue

La tarde comenzaba a hacerse aburrida después de una ardua sesión de entrenamiento, mientras tomabas una ducha refrescante pensaste en Steve, hacia ya tiempo que no tenían relaciones, bueno, con decir que no han tenido tiempo para una charla decente.

Y no le exigías que se hiciera tiempo para ti por que al igual que el tenías muchas ocupaciones últimamente.

Te sentías deseosa y te pusiste a pensar si el se sentiría igual.

Al carajo si está ocupado, pensaste.

Saliste de la ducha y llamaste a Nat ya que sería la forma más rápida de localizar a Steve.

-¿____?-contestó la mujer después de varios tonos.

-Nat, ¿Sabes si Steve está en misión?-preguntaste

-Acaba de regresar-dijo-Nada complicado, ¿quieres que te lo pase? Está en la sala de reuniones.

-¿Puedes hacerme un favor y decirle que venga a mi habitación? Dile que lo necesito para algo.

-¿Estas bien?

-Si-dijiste con una sonrisa precaminosa sabiendo que Nat no podía verla-Nada complicado.

Ella se despidió asegurándote que le diría a Steve tu mensaje y colgaste.

Buscaste en tu cajón de pijama un nuevo camisón color crema que habías adquirido recientemente, te lo pusiste con unas bragas del mismo color y te miraste al espejo terminando de secar tu cabello. Te encantaba el camisón, no estabas acostumbrada a los colores claros pero siendo casi transparente era muy seductivo.

Steve no tardó mucho en llegar, toco la puerta llamándote y te sentaste en la cama diciéndole que pasara y cerrara la puerta con seguro.

Sonreíste inocentemente al ver a Steve parado frente a ti aún con su uniforme puesto.

-¿Que pasó? ¿Estas bien.-dijo caminando hacia ti-Nat me dijo que me necesitabas.

-Y te necesito, mucho-contestaste viéndolo a los ojos.

El no dijo nada por unos segundos en los que te recorrió con la mirada mientras captaba cada detalle visible de tu cuerpo, pudiste ver como sus ojos destilaban deseo. Y fue suficiente para que te pusieras de pie y enrollarás tus manos en su cuello.
Su semblante no delató nada pero sus ojos si.

-Te deseo dentro de mi-murmuraste dejando caer tu cabeza en su cuello aspirando su aroma varonil-¿Tu no me has deseado?

El colocó una mano en tu cintura y con la otra acaricio tu espalda.

-No tienes idea de cuanto he pensado en ti-dijo haciéndote verlo a los ojos-Y tambien te necesito tanto que me vuelvo loco.

-Steve-fue lo único que salió de tus labios antes de que el estampara su boca contra la tuya.

Recibiste su feroz beso sin soltarlo del cuello, tus mejillas se calentaron al sentir su barba contra tu rostro, aún no te acostumbrabas a besarlo con su barba que por cierto la aprobabas mucho, sonreíste al apartarte para tomar aire.