One Shots • Marvel

22.-Wanda Maximoff*

Advertencias: Si, Lemmon.

Pedido por:AntoMaximoff

-¿Wanda?-Preguntaste entrando al cuarto de tu novia.

Su habitación estaba impregnada de su perfume de cerezas, en la cama tenía tendida un conjunto de ropa limpia.

Te acostaste en su cama a un lado de su ropa, y te imaginaste acostada con Wanda todos las mañanas después de una noche de actividades que anhelabas y necesitabas en estos momentos.

Tenías que admitirlo, le traías ganas a la sokoviana. Su relación era muy corta, no llevaban ni tres semanas, pero eso no importaba cuando Wanda se paseaba en faldas o vestidos mostrando sus hermosas piernas o en jeans demasiado ajustados que marcaban su trasero apetitoso.

No había señales de ella allí, pero escuchaste la regadera y sonreíste pícaramente.

Te pusiste de pie y cerraste la puerta con seguro, el capitán te había mandado allí para buscar a Wanda, no para seducirla. Y si se atrevía a ir a buscarte, no querías que nada ni nadie interrumpiera tu única oportunidad.

Te quitaste la ropa y entraste al baño lentamente.

Wanda estaba de espalda mostrando su redondo trasero. Te mordiste el labio y te acercaste, rodeaste con tus brazos su cintura y te pegaste a ella.

Ella dio un respingo y se giró.

-____ ¿Que haces aquí?-grito sorprendida.

-Shhh-murmuraste besando su cuello.

-¡¡____!!-exclamó separándose de ti.

Mientras ella retrocedía, tu la acorralabas hasta chocar con la fría pared.

El sonido del agua caer relajo tus músculos, colocaste una mano cerca de su cabeza y te inclinaste hacia ella.

Su castaño cabello quedaba liso gracias al agua y sus inquietos ojos la hacían ver muy inocente.

-Tranquila, hermosa. Te gustará.

Te calentaste más al saber que serías tú quien le quitaría la inocencia a la chica.

La besaste con lujuria y ella siguió tu beso de la misma manera. No pudo controlarse y suspiraba tu nombre entre beso y beso.

Atrapaste su trasero en tus manos y lo masajeabas. Ella tímidamente llevo su mano hasta tus pechos y los tomo suavemente.

Disfrutabas de su tacto suave, pero luego puso un poco más de intensidad en su juego y te hizo gemir.

-Ahhh-exclamaste-Ah si, Wanda.

Ella sonrió al escucharte y cambio de lugares, ahora tú estabas contra la pared. Ella se inclinó hacia ti, y metió uno de tus senos a su boca.

Su lengua contra tus pezones era la mejor sensación que pudieras experimentar.

La tomaste del cabello y la acercaste a tus labios para volver a besarla.