One Shots • Marvel

50.- Charles Xavier*

Título: Mas que profesor

Advertencias: Smut

Dedicado a: FiorellaStylesFarias

Perdón por tardar tanto con tu pedido, espero que el Smut te haga no odiarme

Hoy era el día, te atreverías a hacer algo que nunca jamás harías en tu sano juicio.

El timbre de receso sonó y saliste junto a tu amiga a caminar fuera de la mansión. Jugabas nerviosamente con tus manos, no tenías idea de que harías si Charles te rechazaba.

Tus amigas iban hablando sobre sus cosas, tu a lo mucho podías ver sus labios moviéndose de forma exagerada para relatar sus dramas.

A pesar de la mala vista que casi siempre tenías, pudiste ver a Charles a lo lejos. El estaba de brazos cruzados, escuchando atentamente lo que decía Jean Grey.

No odiabas a la mujer, pero mentirías si asegurarás que no te removía un poco de celos que se paseara con Charles por toda la mansión platicando.

Era medio día, hora de la merienda. Después de eso, tendrían unas tres clases más y el resto de la tarde libre.

No sabías si estar ansiosa o asustada.

-¿Y a ti, ____?-preguntó una de tus amigas-¿Que encuentras de atractivo en Peter además de todo?

Ibas a soltar una carcajada.

"Lo único atractivo en Maximoff es su velocidad"

Pero te abstuviste de hacer un comentario o reírte.

-Creo que.... es un chico muy atrevido.

-Opinó lo mismo-dijo otra de tus amigas-El otro día en clases me tomo del hombro sin ninguna razón apare.....

Y otra vez volviste a hundirte en tu perverso plan.

El tiempo se pasó rápido, el timbre volvió a sonar y cada quien volvió a sus respectivas clases.

Ibas saliendo de tu última clase junto a unos compañeros de clase cuando Charles pasó por su lado.

-Hola-los saludo con una sonrisa.

-Hola-respondieron todos al unísono.

El no se detuvo, giraste tu vista disimuladamente logrando ver mejor su trasero, mordiste tu labio y sonreíste.

Te la pasaste caminando por casi media escuela para que pasara el tiempo, habías vigilado los movimientos de Charles desde hacía un tiempo y sabías que la escuela se vaciaría en su totalidad dentro unos quince minutos más y el profesor iría por su rumbo acostumbrado a dar un paseo.

Seguiste tu camino hasta tu destino volteando a ver a todos lados para que ningún chismoso te siguiera.

Llegaste al pequeño lago de la escuela y suspiraste mientras te sentabas en el césped esperando que Charles no tardara tanto en llegar.