One Shots • Marvel

89.-Steve Rogers

Título: Cita al estilo pijamada

-¿Así que Bruce lo sabía?

-Por supuesto que lo sabía-exclamaste-Pero el listillo no dijo nada.

Adheriste bien la mascarilla hidratante al rostro de Steve y sonreíste con la tuya puesta.

-Ya no entendí-dijo él-¿Como pudo no decírselo si....?

-Tenia que darle una lección a Tony.

-Oh.

-Y así fue como el conflicto de medio día de Bruce y Tony finalizó-te pusiste de pie y tiraste la envoltura de tus mascarillas coreanas-Con justicia por parte de Banner.

-Y tú no tuviste nada que ver, ¿cierto?

Steve movió las almohadas de tal manera para dejarte un espacio cómodo a su lado.

-Claro que si, alguien tenía que ayudar en la venganza-te diste cuenta de lo que dijiste y abriste los ojos riendo con malicia-digo, justicia, se parecen demasiado que cualquiera se confunde.

El ríe también y te vuelves a subir a la cama a su lado.

No sabias como habías convencido a Steve a usar mascarillas faciales pero eso debía de ser recordado.

-Sonríe-le pediste al abrazarlo por el cuello y tomar una foto con tu celular.

Le mostraste la foto tomada y el negó con la cabeza al verse así mismo con esa cosa en la cara y con la apariencia de que lo estaba disfrutando tanto como tú.

-¿Por que eres tan guapo?-preguntaste dejando tu celular a un lado.

El suelta una risa.

-Tu también eres hermosa.

Esta cita-pijamada comenzó cuando el mal clima les había arruinado la cena en tu restaurante favorito al otro lado de la ciudad y se decidieron por pedir comida a domicilio.

Querían pasar más tiempo junto por lo que después de cenar, Steve te pregunto si querías ir a dormir a su habitación y tú accediste.

Y cuando fuiste a tu cuarto por tu cepillo de dientes y demás utensilios, tomaste las mascarillas con el propósito de pasar el tiempo.

-¿Estas cansado, amor?

-Para nada-respondió mirándote con ternura-¿Y tú?

Negaste con la cabeza.

-Entonces cuéntame algo y yo te cuento algo.

-¿Como que?

Te acomodaste el camisón y te recostaste ligeramente sobre la pila de almohadas.

-Dime que te hace feliz.

El se quedó sin habla por un momento.

-Podíamos haber empezado con algo más fácil-reprochó sin despejar ese semblante que hacía cuando pensaba-Lo que más me hace feliz es ayudar, aunque no haga mucho se que puedo cambiar mínimamente el mundo para bien y la segunda cosa que me da felicidad es poder sentir, como cuando te veo y mi corazón se acelera de emoción mejorando mi día al instante.