One Shots • Marvel

44.-Tony Stark

Título: Alejarse

Y era cierto.

Diste media vuelta y tomaste un taxi para regresar a casa, tus ojos ansiaban sacar las lágrimas, pero no lo harías hasta estar en tu habitación sola.

Habías seguido a Tony hasta un hotel muy lujoso junto a su joven y linda acompañante.

Habías visto como ambos bajaban del auto para adentrarse al hotel, lo peor, el prolongado beso que se dieron al bajar del auto.

Llegaste a la casa que compartías con tu esposo y fuiste directamente a la cocina por una botella de licor.

El sistema inteligente de Tony, Jarvis. Te dio las buenas noches y te ofreció algo de comer.

-¿Que tiene de bueno está noche?-exclamaste-Y no, no quiero comer para luego vomitar con todo el licor que pienso ingerir.

-No se escucha bien, Señora Stark-dijo-Permítame prepárale un té para que pueda descansar y olvidar este mal día.

-De ahora en adelante llámame señorita Brady-dijiste-Stark dejo de ser mi apellido.

-Como usted ordene, Señorita Brady.

Saliste a la piscina y te quitaste tus zapatos de tacón alto en el camino.

Te deshiciste de tu vestido y lo dejaste  junto a la botella de alcohol para sumergiste en la fría agua y flotar un rato.

Involuntariamente sollozaste, no querías soltarte a llorar así que aguantabas. Saliste de la piscina,
esa noche no había mucho frío por lo que decidiste sentarte en el piso a descansar.

Tu ropa interior era color blanco totalmente liso, pasaste tu palma por tus ojos y está se mancho de tu maquillaje corrido.

Empinaste la botella hacia tus labios y bebiste el amargo sabor de la infidelidad.

Enserio te dolía

Sabías que esto sucedería, Tony además de atractivo, era un hombre multimillonario, ninguna mujer le diría que no a el.

No supiste cuanto tiempo estuviste sentada en el suelo acompañada del frío, escuchaste rugir el auto deportivo de Tony, supiste que el se dirigió directamente a la habitación porque escuchaste su voz repitiendo tu nombre.

El té visualizo por la puerta y con pasos inseguros fue hasta ti. El frunció el ceño al verte en tan rara escena pero disfruto la vista de tu cuero semidesnudo.

-Debes estar congelándote, cielo-dijo quitándose el saco de su elegante traje.

Tú lo detuviste con el dedo índice.

-No te molestes-tu voz se decaía-Ya hiciste suficiente por hoy.

-¿Te encuentras bien?-intentó acercarse a ti pero lo alejaste con la mano.

Bebiste un trago de la botella que estaba por acabarse y negaste con la cabeza.

-Vayamos adentro-dijo-Podemos tomar un baño caliente...