95.-Bucky Barnes

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Título: La ventana



Justo después de beber agua, Bucky escuchó un ruido proveniente de la sala y se acercó a ver de qué se trataba, había salido algo desesperado de su habitación después de una de sus típicas pesadillas nocturnas.

-¿___?-exclamó sin creer a quien veía.

Te encontró recostada en uno de los sillones con un gran tazón de palomitas.

Casi no hablaban pero siempre que lo veías lo saludabas con una sonrisa.

-¿Como te va?

Alzaste la mano para saludarlo y sonreíste.

-No tan bien o mal como a ti, supongo.

Bucky se acerco y se fijo que traías una pijama roja muy llamativa de pantalones largos.

-¿Te gustan?-preguntaste señalando la tele donde Harry Potter estaba por finalizar.

El se encogió de hombros mientras se sentaba cerca de ti.

-Nunca las he visto pero parece interesante.

-Son adictivas-dijiste-Las he visto miles de veces.

-¿A las 2 de la mañana?

-Casi siempre-admitiste.

Él sonrió ligeramente y una pequeña satisfacción llenó tu rostro, sabias que no era muy dado a sonreír.

Y lo sabias porque no tenías nada que hacer más que observar a los demás.

-¿Que te trae por aquí a estas horas?-preguntaste.

-No puedo dormir.

Y no podías preguntar, porque te sentías como una intrusa cada vez que tratabas de acercarte demasiado a alguien del equipo.

-Ni yo-dijiste en vez de preguntar-Nunca, de hecho.

-¿Por que?

A él tampoco le gustaba saber demasiado de sus compañeros o amigos, le daba miedo que de alguna forma u otra pudieran controlarlo para dañarlos de la peor manera posible pero algo totalmente indescifrable lo llevo a preguntarte lo que probablemente no querías compartir

Titubeaste un poco antes de dar la respuesta y él lo notó al instante.

-A mi me costaba mucho dormir por mis pesadillas, casi siempre me despertaba con ataques de pánico-explicó el soldado-Y ahora tengo menos pero resulta igual de difícil volver a dormir.

Eras relativamente nueva en el equipo, pocos sabían tus antecedentes y los que no, intuían que no eran muy coloridos.

Alzaste la mano y tus ojos cambiaron a un color amarillo cuando mostraste chispas de fuego en tus manos.

-¿Sabes lo que es?

El té miro aún más fascinado y negó con la cabeza.

-Ni yo-dijiste-Pero no me deja respirar, aveces es como si me lastimara y me es imposible cerrar los ojos, siento que voy a explotar en cualquier momento.

El mantuvo silencio y tú borraste cualquier indicio de poder, habías participado en experimentos así como el, así como Wanda y su hermano difunto.

Tus poderes eran menos estables que los de la chica y eso contando qué Wanda no era el autocontrol personificado.

Habías lastimado a varios agentes en los entrenamientos y la mayor parte de los accidentes eran a ti misma por lo que no podías salir del complejo por seguridad, mucho menos a misiones.

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