One Shots • Marvel

69. Erik Lehnsherr*

Titulo: Deseo

Advertencias: 🔞

Dedicado a: Todas las que intentaron adivinar 💞

Charles intento tranquilizarse pero no pudo al ver el desastre que habías provocado.

-Esto es toda tu culpa-admitió.

-No, es tu culpa por no ayudarme-gritaste al ver lo que habías hecho con tus poderes-Te dije que no tenía idea de como hacerlo.

-Te iba a ayudar pero cuando llegue ya lo estabas haciendo.

-Me dijiste que lo hiciera.

-¿Quieres que te lo recuerde?-dijo colocando dos dedos en su sien.

-Ni lo pienses, Charles-amenazaste a tu hermano.

-Eres una tonta.

-Y tu un idiota.

-Parece que llegue en el mejor momento-comentó alguien a sus espaldas.

Erik portaba su elegante traje con una sonrisa ladeada, estas dos semanas había estado quedándose en la mansión para ayudar a Charles con algunos asuntos.

-¿Donde te habías metido?-preguntó Charles.

Erik te dirigió una rápida mirada que no pudiste interpretar y se encogió de hombros ante la pregunta de Charles.

-Por ahi.

-Déjanos solos, hermanita-dijo sabiendo cuanto odiabas que te llamara así-Ya resolveré lo que causaste.

Antes de entrar a la mansión, mandaste a Charles a la mierda y le regresaste la mirada a Erik sin ninguna palabra más.

********

Estabas a punto de quitarte el vestido rojo que habías llevado puesto en todo el día, sabias que no podrías conciliar el sueño debido a la reciente pelea con tu hermano que aún latía con vivacidad, así que tomarías una larga ducha.

Pero tus acciones fueron interrumpidas por unos toques a tu puerta.

Aun seguías furiosa con Charles y tu error.

Así que si era el, que dios se apiadara de su alma.

-¿Erik?

Sus ojos azules te estudiaron a detalle mientras se acercaba a ti con esa elegancia que jamás lograrías copiar.

-¿Vas a salir?-preguntó.

Negaste con la cabeza dejando que entrara a tu habitación, tenías que admitir que a pesar de los anteriores dos encuentros que habías tenido con él en una habitación a solas, aún te ponía un poco nerviosa.

El se acercó a tu oído y el aroma de su perfume chocó contra ti provocando una reacción agradable en tu cuerpo.

-Luces muy hermosa.

-¿Que es lo que quieres?-dijiste sentándote en tu cama.

Viste como se arrodilló con elegancia frente a ti quedando a la altura de tus rodillas, abrió tus piernas con delicadeza quedando en medio de estas.