One Shots • Marvel

46.-Bucky Barnes

Título: A las 10 en punto.

Bucky logró entrar al lugar sin ser detectado, estaba acostumbrado a las misiones de espionaje.

De su traje saco un cuchillo y corto los cables del generador para así poder cortar la luz, ahora solo tenía cinco minutos para encontrar al asesino.

Las personas en la ópera comenzaron a gritar en cuanto escucharon un disparo, todos corrieron a tropezones hacia la entrada que ahora estaba cerrada por fuera.

Bucky se dirigió a la zona del disparo, llevaba un arma en la mano derecha y en la otra el cuchillo. Había sido estupido al no traer consigo unas gafas de visión nocturna, había subestimado al asesino.

Pero sus reflejos y habilidades eran impresionantes.

Pateo una puerta con todas sus fuerzas y la abrió sin ninguna dificultad, conducía a un pasillo tenuemente iluminado y a un cuarto totalmente iluminado. Los sentidos del soldado se alarmaron al ver a un hombre con la boca tapada y amordazado de pies y manos, tenía sujetando entre sus manos un revolver apuntando al suelo y una cara de angustia con unas cuantas lagrimas derramadas por la impotencia.

Era una distracción.

Sintió de repente como alguien lo veía, sabía que el asesino estaba en la plataforma de arriba.

Se giró para disparar cuando sintió una presencia detrás de el, pero unas fuertes botas estamparon contra su pecho logrando tirarlo de espaldas.

-Ya sabes que nunca atacó por la espalda.

La voz del asesino resonó en toda la sala, Bucky hizo una mueca intentado levantarse, vaya que si golpeaba fuerte y hubiera detenido el golpe si no lo hubieran tomado desprevenido.

Por un momento vio todo borroso, aún en el piso alzó la mirada recorriendo de pies a cabeza a la persona que tenía delante de el.

El cabello recogido en media cola, oscuro azulado, enfundada en un traje de misiones que le traían recuerdos, sus botas eran algo largas, a simple vista se veían delicada pero el sabía que tenían una suela muy gruesa que solo ella soportaría para caminar con la agilidad con la que se movía.

Estuvo a punto de hacer una pregunta estúpida, pero sabía porque estaba aquí. Ella era la asesina.

-Ponte de pie, James-dijo-Me da lastima verte en esa posición.

Sin despegar la mirada ni un solo segundo de ella, un Bucky más atento se puso de pie.

-No lo hagas-dijo.

-Tu sabes que el no es el objetivo-dijo refiriéndose al hombre inmovilizado.

Ella tenía los labios pintados de color rojo vivo, ya que era el color que utilizaba cuando tenía que matar y según ella ese color se asemejaba a la sangre al momento de morir. Cuando era una misión de espionaje el color rojo se oscurecía a medida del nivel de misión. 

Katia Livley era una espía de Hydra, desde muy joven estuvo reclutada por ellos junto al soldado del invierno.

-¿Por que?-el se atrevió a acercarse-¿Por que lo haces?