One Shots • Marvel

87.-Steve Rogers

Título: Cuidadora

Steve estaba sentando en el sofá leyendo el periódico, no era su costumbre leer las noticias en la tarde; siempre lo hacía antes o durante el desayuno.

Las risas de unos niños lo distrajeron y alzó su mirada para ver de donde provenía el sonido.

Él te vio llevando de la mano a los dos hijos más grandes de Barton que reían sin parar ante lo que decías.

Era la segunda vez que te veía esta semana, hoy llevabas tu cabello oscuro recogido en una coleta y parecías más abierta a sonreír que la última vez.

Él había escuchado que Clint y su esposa habían estado algo estresados por el nuevo bebé y Tony lo había resuelto con una niñera que cuidará a los mayores mientras Clint iba a misiones y de paso, ayudar a Laura para que solo tuviera que lidiar con un hijo a la vez.

Pasaron de largo dejando sus risas como eco y el silencio volvió a invadir a Steve.

Regreso su vista al periódico pero su atención aún seguía en ti, ¿Que es lo que le estabas diciendo a los niños? ¿A donde se dirigían? ¿Cual era tu nombre?

Alejo esos pensamientos y trato de concentrase en su periódico todo lo que restaba de la tarde.

Eventualmente, Tony apareció.

-¿Has visto a Romanoff?-le preguntó-Estamos esperándola abajo.

-No la he visto.

-Aghhh-dijo sacando su teléfono-Le dije que estuviera lista a las 8.

Steve no le tomó importancia y dejo el periódico de lado.

-Aun tienes tiempo de cambiar de opinión y acompañarnos, cap-dijo el moreno dirigiéndole un vistazo-Será divertido.

Tony ni siquiera espero la negativa que sabia que recibiría y que Steve estaba por dar porque se fue en busca de Natasha.

Y justo cuando el se fue, tu entraste por el otro pasillo a la cocina y vio como te servías un vaso de agua.

Steve titubeó ligeramente al verte y lo atrapaste mirándote.

Le sonreíste apenas dejaste el vaso de lado y el no tuvo tiempo para procesar lo que hacía.

Se encaminó a ti con un semblante relajado pero con un torbellino en la cabeza.

Jamás había dado un paso como este.

Claro que había hablado con mujeres antes pero no con la intención que tenía contigo.

-Hola-saludó al acercarse.

-Hola-contestaste amablemente.

Si de lejos parecías agradable, de cerca eras hermosa.

Y Steve más que atolondrado parecía nervioso.

-¿Que haces?-preguntó.

El se lamentó por haberse atrevido siquiera a acercarse a ti, era pésimo con las chicas.