Despierto con un dolor de cabeza terrible, parece que hubiera un bombo retumbando en mi cabeza. Agradezco al instituto el cancelar las clases de hoy, porque tienen una especie de capacitación o algo así.Reviso mi celular y son las once, me golpeo mentalmente porque mi tradición después de una fiesta es levantarme a las tres de la tarde o algo así. Sí, es una tradición. Por eso quiero golpearme con algo por levantarme temprano... ¿Creían que diría tarde? Pues no, para mí tarde son las tres después de una fiesta.
Ingreso a la app de mensajes y de inmediato veo un mensaje del indeseable deseable.
«Buenos días, preciosa»
Es de Paulho.
Y es que no les conté lo que pasó después de que me lo encontrara en el baño...
«—Ada yo te estaba esperando... —Dice ni bien quiero irme.
— ¿Me esperabas? ¿Con Tania? —me interrumpe con un beso suave, como él me da siempre.
—Yo solo fui a recogerla, porque me pidió Sandro, sabes que es mi mejor amigo y tuve que hacerle ese favor. —Dice mirándome tiernamente—. Lo de la mañana pasó sin darme cuenta y lo lamento, perdóname ¿sí? Mañana a las cuatro pasaré por ti e iremos a una cita.
—Está bien Paulho. —Asiento resignada.
Fuimos a la pista de baile y así la pasamos todo el resto de la noche bailando, besándonos, tomando y después no recuerdo nada.»
—Hola, guapo —le respondo.
Luego de contestar mis mensajes, entro al baño y me doy una ducha realmente gratificante, a mi mente viene el chico de anoche... Oh Logan, que chico más guapo, Dios. Al terminar de bañarme, me coloco un short jean, un top rosa y unas zapatillas blancas. Bajo a la cocina y encuentro la nota de mi madre...
«Hija, el desayuno está en la mesa, volveré para el almuerzo.
Besos querida.»Según mamá, papá llega esta semana, pero no sé qué día llegará exactamente. Satisfecha por el desayuno tomo una aspirina para el dolor de cabeza. Decido llamar a Clara para distraerme.
—Dime estúpida —oh, parece que la desperté—, espero que sea una buena razón para levantarme ¿no?
—Hoy saldré con Paulho y... —interrumpe.
—Hiy sildri cin Pailhi. —Dice y me da risa cuando trata de imitar mi voz—. Ada no puedo creerlo, ¿Lo perdonaste? —dice algo indignada—. Pero está bien, tú lo amas y todo eso, te iré a ayudar para ponerte bella.
—Gracias Clara, por eso te amo y quiero que vengas a mi casa en quince minutos, necesito contarte lo que me paso a noche y tú debes contarme como llegué a mi casa —digo y cuelgo antes que diga que quiere seguir durmiendo y dejarme con la palabra en la boca.
Me siento a ver la televisión y están dando crepúsculo.
Mi Edward. Decir que lo amo es decir poco, es que es tan bello, tanto que no me importaría para nada si me mordiera.
Reacciona, mongola. Me recrimina mi conciencia.
Sigo mirando y veo que está en la parte donde casi atropellan a Bella y Edward la salva. ¡Ay que romántico! Quisiera que Paulho me salve así...
Que Paulho ni que Paulho, no vas a comparar a Edward con el asno de Paulho. Me riñe mi conciencia.
O bueno, yo misma.
Hasta mi conciencia odia a Paulho... Escucho el timbre y voy a abrir, encontrándome a Clara con un paquete de oreo y dos latas de leche.
—Veo que vienes preparada —le digo.
—Deja de hablar porque no te invitaré nada, estúpida. —Dice pasando como si nada.
—Si no me invitas no te cuento lo que me pasó ayer y te quedas con la intriga... —digo.
Me interrumpe— ¡CUÉNTAME ADA DERZY MONTÉS!
—Está bien, vamos a ver a Cullen... —digo y ambas nos dirigimos al salón, donde siguen dando la película. A ambas nos gustaba, no, nos encantaba la saga de crepúsculo, y hasta ahora, cada que la encontramos, la vemos. Como creo que pasará hoy.
Oh, bello Jasper.
—Ya cuéntame estúpida. —Dice.
—Conocí a un chico llamado Logan... —me interrumpe.
— ¿Un chico? ¿Logan? ¿Qué te hizo? ¿Amiga él te emborracho? — ¿Qué habla esta sonsa? Exagerada como siempre.
—No me hizo nada, y si Clara, es un chico que se llama Logan Ford, después me contarás como llegué a casa, pero no interrumpas ¿sí? —ella asiente no muy convencida—. Bueno, cuando te dije que iría al baño no fue así, me fui al mini bar y pedí el trago de la noche —ella rueda los ojos—, quise ir al baño y me levanté con mi copa, en ese momento alguien se chocó conmigo, me hizo votar la copa...
Y así le conté todo...
—Oh Ada, eres una atrae chicos desconocidos y que tienen un primo estúpido —Dice riéndose, después veo como abre la boca en forma de 'o'— Él es el primo de Tom, ¿verdad? —Sigue diciendo sorprendida— Es guapísimo Ada, pero si tú eres fea, o sea no hay concordancia. Mentira amiga. Wuuuu, picarona. —Se burla.
Me rio y digo— Basta Clara, ahora no me interesa nadie porque igual ya estoy prácticamente comprometida, no creo que se haya quedado embobado conmigo, además no sé cómo ubicarlo y olvídalo, no es para mí, pero sabes que yo quiero a Paulho aunque con ese tipo no me resistiría.
Y así pasamos el rato. Cuando llega mamá, almorzamos y con Clara subimos a mi habitación, ella con las mismas preguntas de por qué Bella no se queda con Jasper, que tal razonamiento de mi amiga. Cuando hablé de Logan quedé en plan: él es mi Edward Cullen.
Estúpidos pensamientos.
El sí puede ser tu Cullen favorito, hasta podrías casarte con él y huir del país. Me dice mi conciencia.
Luego de bastante tiempo me percato que son las tres. Entro a la ducha riendo por ver a Clara durmiendo, le saco una foto, por cierto. Siento como el agua caliente cae sobre mí, es tan relajante. Pienso en esa frase que dice «Mucho estas riendo, después vas a llorar.» Y hoy no creo que sea la excepción. Termino de ducharme y me coloco un vestido floreado y unas alpargatas floreadas al igual que mi vestido. Me pongo un poco de brillo labial y saco la secadora, veo que Clara se despierta por el ruido.
— ¿Es que acaso no puedes dejar que tu cabello se seque normal? —bufa.
—Una chica por cumplir veintidós, tiene que secarse el cabello de esta forma, querida.
—Son las tres con cuarenta y cinco, Ada.
—Vendrá a las cuatro, querida.
—Bueno yo tengo que irme, porque saldré con George. Ah, por cierto, Paulho te trajo, aunque estaba enfadando dijo que lo haría y veo que estás sana y salva.
— ¡Recién me lo dices! Ya hablare con él. Cuídate fea. —Digo y es así como Clara se retira.
Unos minutos después me llega un mensaje de Paulho, lo abro y no puedo evitar sentirme mal, el mensaje dice:
«Bebita lo siento, no podré ir a nuestra cita, tengo un compromiso en la oficina de papá de último momento, otro día te lo recompensaré.»
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FUE POR TI.©
Novela JuvenilPaulho Thompson era la persona que estaba destinada a casarse conmigo. A mis 21 años creía que mi historia ya estaba escrita en su totalidad y que no había más opciones para salvarme. Mis padres y los de él habían sellado su trato con nosotros de po...