Paulho Thompson era la persona que estaba destinada a casarse conmigo. A mis 21 años creía que mi historia ya estaba escrita en su totalidad y que no había más opciones para salvarme. Mis padres y los de él habían sellado su trato con nosotros de po...
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Me encuentro sentada en el pequeño bar, estoy esperando mi pedido con la paciencia más grande del mundo. Ya cayó la noche y la fiesta sigue. Logan se mantuvo todo el rato conmigo, según él cuidándome.
La fiesta se puso más buena después de la noticia y me alegro que sea así aunque intento no recordar los motivos. Me recuperé hace algunas horas, en parte agradezco a los gemelos por escucharme y realmente me siento bien debido a sus palabras. También a Logan que no quiso despegarse de mí. Justo ahora se fue al baño y yo quedé libre por fin, no es que no me guste su compañía, lo que pasa es que se preocupa tanto por mí que me pone más sensible. Puede resultar ilógico, pero en estos momentos me siento así y es por eso que vine a sentarme en el bar y no dude en hacer mi pedido que hasta ahora no llega. Siento ganas de ir al baño a arreglarme porque de seguro tengo una cara de espanto. Cuando intento levantarme veo al barman llegar con mi pedido y decido quedarme. Empiezo a beber y pierdo la noción del tiempo. Después de unos minutos decido ir al baño y me levanto como puedo de la silla y me giro. Mala idea. Chocó al instante con un cuerpo que hace que mi copa salga disparada hacia un costado, siento que estoy a punto de caerme cuando me percato de la persona que me sostiene. Logan.
Esto me da una especie de Déjà vu.
Sé que debería decir lo mismo que la primera vez que lo conocí y así lo hago.
─ ¿Qué no te fijas por dónde vas? ─Pregunto intentado sonar molesta.
─Lo siento de verdad, mi primo está borracho y temo que haga alguna estupidez. ─Dice.
Recuerdo que en ese momento tuve tanta vergüenza y más aún cuando vi su rostro. Recuerdo que tartamudeé de la manera más patética, pero esos recuerdos son especiales y volver a pronunciar esas palabras se hace tan dulce que quiero abrazarlo y besarlo, pero sigo.
─Lo siento...de verdad ─Digo intentando tartamudear─, no vi hacia...don...donde iba y... ─Recuerdo que pregunté quien era su primo y lo digo─ ¿Quién es tu primo?
La sonrisa en su rostro es adorable.
─Es Tom y lo estoy buscando... ─Lo interrumpo.
─Creo que te llaman amigo. ─Digo y sé que recordó que Tom lo empezó a llamar por el micrófono. Sonríe con más entusiasmo y dice:
─Perdón por no presentarme, soy Logan Ford. ─Le sonrío por lo gracioso de la situación.
─Soy Ada Derzy. ─Digo─. Mucho gusto.
─El gusto es mío, preciosa. ─De pronto empieza a sonar una de sus canciones favoritas y su sonrisa se hace más grande y maliciosa.
─ ¿Me acompaña en tan hermosa melodía? ─Pregunta Logan extendiendo su mano.
─No bailo con desconocidos, pero con usted puedo hacer la excepción. ─Digo y tomo su mano.
Me sonríe y me dirige al centro, donde armaron una especie de pista de baile y cuando llegamos, agarra mi mano derecha y la pone sobre su hombro, con la otra me coge la cintura. Empezamos a movernos al ritmo de la música y apoyo mi cabeza en su hombro. Siento que este es mi lugar, con él, con todos. Sé que es momento de ser feliz e intentaré serlo, cueste lo que cueste. Duela a quien le duela. Vuelvo a levantar la cabeza y lo miro, al instante su mirada se conecta con la mía y hasta ahora puedo decir que la conexión entre ambos, se siente. Es algo raro, pero cada vez que lo miro y él me devuelve la mirada, todo en mí se estremece. Suelto una risa nerviosa por la intensidad de su mirada, él me presiona más contra su cuerpo y giramos al compás de la música. Escucho atentamente la melodía y me dejo llevar por el momento. Giramos una vez más y cuando volvemos a estar cara a cara, me besa. En muchas oportunidades intenté explicar cómo me sentía cuando Logan me besaba, pero ahora más que nunca sé, que jamás podré explicar esa sensación. Lo único que puedo decir al respecto es que, la sensación de paz que siento ahora mismo, es la misma sensación de siempre al besarlo.
Capítulo corto, lo sé. La verdad es que no pensaba hacer otro capítulo, quería que terminara con cincuenta, pero al escribir esta parte sentí que deberían tener su momento, aunque siempre lo tienen, pero esto sí que lo merecía, era como si me gritara, ¡HAZLO CON ESA CANCIÓN! Pero yo decía "será muy corto" y otra vez esa voz me decía "Da igual" Conste que no es raro, pero le hice caso. Y aquí lo tienen.
