Paulho Thompson era la persona que estaba destinada a casarse conmigo. A mis 21 años creía que mi historia ya estaba escrita en su totalidad y que no había más opciones para salvarme. Mis padres y los de él habían sellado su trato con nosotros de po...
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Es lunes por la mañana, tengo que ir a clases, pero lamentablemente no lo haré. ¿Por qué? Porque a las diez en punto sale el vuelo de Clara. Y yo como su mejor amiga tengo que estar ahí durante todo el tiempo hasta que se vaya. ¿Triste no? Tal vez me llegue a acostumbrar, aunque lo dudo. No sé qué haré ahora, a quién le contaré mis tonterías. Más ahora cuando siento que todo va mejor, cuando las enredaderas en mi mente van desapareciendo. ¿En quién confiar? Definitivamente necesitaré de ella. Pero tengo a Patrick, aunque él ahora tenga otras preocupaciones, tendrá que ayudarme, soy su mejor amiga.
Termino de ducharme y me coloco lo primero que encuentro, unos shorts negros a la cintura y un polo azul que combina con mis vans. Nada fuera de lo normal, algo con lo que me sienta cómoda en uno de los días más tristes. Después de arreglarme completamente bajo a la cocina y me encuentro a mamá. ¡Diablos! Pensé que estaba en el trabajo. Lo peor es que no conversamos decentemente desde la discusión del vestido y obviamente papá le habrá contando el último encuentro que tuve con él. La miro durante una fracción de segundo y aparto la mirada diciendo:
-Buenos días. -Sí, así de cortante. ¿Debería sonar diferente?
-Hija, buenos días. -Dice amablemente.
Y así me doy cuenta que lo que dije no lo tomó en serio. Mi opinión realmente no vale nada en esta casa.
-Iré a despedir a Clara, adiós. -Digo y salgo corriendo hacia el garaje. Tomo mi auto y salgo presurosa por ver a mi mejor amiga.
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- ¡¿QUÉEEEE?! -Dice Clara gritando- ¡No puede ser! ¡ES FANTÁSTICO! ¡INSÓLITO! ¡MALDITAMENTE HERMOSO! - ¿Se dan cuenta quién se emociona más? - ¡Me estoy muriendo! ¡Auxilio! ¡Salven de un infarto a esta dulce chica! ¡Ya no me quiero ir!
- ¡Clara! ¿No quieres gritar más fuerte? Así todo el mundo te escucha - digo.
Clara me mira como si quisiera hacer algo malo. Vale, lo hace. Saca su cabeza por la ventanilla del auto y dice- ¡MI MEJOR AMIGA YA SUPERÓ AL IDIOTA DE PAULHO!
- ¡CLARA, POR DIOS!
- ¡Y SE BESÓ CON UN PAPASITO! ¡TE AMO, LOGAN! -grita.
No dudo en jalarle del cabello y meterle al auto para que no siga diciendo tonterías-. ¿Quieres que choquemos maldita?
- ¡Es que no lo puedo creer! ¡Te besó!
-No Clara, me agarró y me tiró por el abismo -digo sarcásticamente.
- ¡¿Amiga es qué aun no lo entiendes?! ¡Te besó! -dice.
-Si entiendo Clara, pero todo con tranquilidad, ¿No crees?
-Sí, sí, ya veremos si seguirás tranquila cuando tengan...
- ¡Oye! -Advierto sonrojada por lo que está a punto de decir.
-Tanto amor por dar... ¿Qué te pasa, ah? -Se ríe.
La miro y me empiezo a reír, tanto que Clara me mira como si estuviera loca, pero poco después se une a mis carcajadas. La verdad no tenía muchos motivos para reír como estúpida, pero lo hice. Luego de media hora de seguir conduciendo por fin llegamos al aeropuerto, mi tristeza iba aumentando cada vez más, bajamos del coche y vimos a George. Corrimos hacia su encuentro.
-Recuerda que tienes seis meses, Ada. -Dice Clara.
-Lo s...sé, no te preocupes por eso -digo sintiendo un nudo en la garganta con lágrimas amenazando con salir de mis ojos.
-Me preocupo y lo sabes, así que debes aplicar con todo, maldita.
-Ay Clari, te adoro mucho, te extrañaré tanto.
Clara estaba a punto de entrar a la sala de espera y esta era nuestra despedida. No lo pensé más y me abalancé hacia ella, las lágrimas salían de mis ojos, era tan terrible el dolor que sentía porque se iba a ir, no tendría a alguien que me alegre con sus locuras, no tendría a alguien que me guíe y entienda tanto con ella.
Lloramos hasta que creímos que era suficiente, para mí no lo era, pero eso es otra historia.
-Cuídate mucho, Clara. -Digo hipando.
-Lo haré estúpida, volveré tan pronto que no lo notarás.
-Créeme que lo notaré. -Digo volviendo a soltar más lágrimas.
-Te quiero mucho, fea.
-Yo más, mongola. -Digo.
Nos abrazamos una vez más hasta que ya era hora de la última despedida.
-Aplica con todo -dice.
-Con todo, créeme. -Respondo soltando una carcajada.
La abrazo nuevamente y digo socarronamente.
-Espero verte con otro galán cuando regreses.
-Ya verás que sí, querida. -Dice.
La suelto y Clara empieza a caminar. Pero se detiene a mitad de camino y viene corriendo hacia mí. No tardamos en caer al suelo mientras lloramos. George se acerca y nos ayuda a levantarnos.
Siento que me derrumbo cuando me abraza fuertemente y me suelta, me da una última mirada, se voltea y empieza a caminar.
