Paulho Thompson era la persona que estaba destinada a casarse conmigo. A mis 21 años creía que mi historia ya estaba escrita en su totalidad y que no había más opciones para salvarme. Mis padres y los de él habían sellado su trato con nosotros de po...
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—Eso ya no entra ahí, supéralo. —Digo.
—Tú qué sabes —Replica enojado—, aquí entra más de lo que crees, además el experto soy yo, no tú.
— ¡Yo también sé! —Digo—. Por si no te has fijado Patrick, son mis cosas y conozco como debe ir en esa maldita caja.
— ¡Logaaaaaan! —Me sobresalto al escucharlo gritar—. ¡Ven llévatela, que está más pesada de lo normal!
Ah maldito.
—Pesada tu abuela. —Digo.
—A mi abuela tú no la insultas, ¿okey? —Dice.
—Yo insulto a quien quiero, tú no me prohíbes absolutamente nada. —Contesto aún más enojada al ver como intenta meter un adorno en la caja, y obviamente me refiero a mi adorno.
—Habla con mi mano. —Dice mostrándome su palma. Estoy a punto de lanzarle con una caja musical cuando las siguientes palabras de Kaory me dejan como piedra.
—A veces pienso que estás embarazada, Ada. —Me he olvidado de como parpadear, aquel comentario ha disparado todas mis alarmas. Y si, ¿sí? Ah no, imposible. Me cuido siempre, no creo que pueda pasar o ¿sí? —. Estás que vomitas desde el día del compromiso, y ya van dos días de eso, no es para decir que te cayó mal algo. Aparte estás a la defensiva de todo y andas más pálida de lo normal. Quién sabe si tienes otros síntomas y no dices nada. Oh Dios... ¡Ada, estás embarazada! —Con todo esto ya se me olvido de como respirar.
—No lo creo Kaory, tal vez el hecho que se va casar la esté afectando. —Dice Patrick.
No tengo palabras para explicar lo esperanzada que estoy. Sé que me cuido y nunca he tenido problemas con eso. Pero, ¿estar embarazada? Eso sería algo wow, no sé, ¿alucinante?
De tan solo pensar en esa opción me pongo tan emocionada. Sería tan magnífico que eso pasara. A mis 27 años casi por cumplir 28, creo que sería una muy buena idea.
—Patrick si lo que digo es verdad, me debes dinero, ya que desde ahora esto es una apuesta, debes hacerte una prueba... —Patrick la interrumpe diciendo:
—Basta, Kaory —Miro a Patrick con confusión, ¿acaso no le agrada la idea? Me pregunto mentalmente—. Nada de apuestas, ahora ayúdame con esta caja del demonio.
Kaory lo mira con seriedad y confusión, pero va a ayudarlo sin decir nada más. Yo me quedo en mi lugar sin decir ninguna palabra, la tensión se ha apoderado del salón, aunque eso no implica que una pequeña parte de esperanza se apodere de mí.
Me haré la prueba, pero primero debo decírselo a Logan. Mientras tanto, seguiré acomodando las cosas para la mudanza, es decir, nuestro regreso a mi país natal.
Sí, han pasado dos días desde que Logan me pidió matrimonio, ese día fue algo tan maravilloso que jamás podré olvidar. Y claro, todos volvieron menos Kaory y Patrick, que se quedaron ayudando, según ellos a ordenar las cosas para nuestro regreso. Aunque este último me ha estado haciendo la vida imposible, sus constantes bromas junto a Logan y Lucas han sido un martirio para mí, mi madre me dijo que tengo que ir acostumbrándome. Y por otro lado, Logan y Lucas se fueron a conseguir algunas cosas que faltan para que todo esté listo. La verdad es que vamos alistado todo desde un día antes del compromiso y con eso me refiero que vamos casi cuatro días empacando. En conclusión, mudarte es una porquería.
