¿Cómo puedo salir de esto? Estoy despierta, pero al parecer no para ellos, quiero salir de esta oscuridad, pero no puedo, ni tampoco sé cómo. Ahora ya ni escucho voces, de nadie. ¿Se fueron? Tal vez. Hace un tiempo logré escuchar a mis padres, después a mi hermano, a Clara y Paulho. También me sorprendió escuchar a mis tíos y que decir de mis primos y abuela pero, ¿él? ¿Dónde está él? Tal vez siga odiándome como la última vez. No puedo juzgarlo porque me merezco todo esta oscuridad.
—No permitiré que ingreses allí, maldito. —Esa voz, detesto esa voz. La ira crece dentro de mí, no quiero una pelea, debo controlarme si quiero verla.
—No empieces, necesito verla, por favor no hagas que te rompa la cara. —Digo en tono neutro.
—Tú no eres nadie, eso ya deberías saberlo. —Dice Paulho con la voz cargada de odio.
Cuando estoy a punto de responderle, Paulho cae y unos brazos lo sujetan.
—Entra rápido. —Dice Lucas y arrastra a Paulho lejos de mí. Me sorprendo al principio por lo que tuvo que hacer Lucas, pero después me doy cuenta que no me importa lo que le pase a ese maldito.
Nuevamente los nervios me carcomen, miro detenidamente el número 459 y me sorprendo una vez más por la igualdad de mi sueño. Da miedo, pero debo entrar, realmente debo hacerlo. Giro la manilla y empujo la puerta hacia delante. Miro alrededor de la habitación evitando mirar a la persona que se encuentra en el centro, en esa maldita cama. Empiezo a caminar hacia dentro y mi vista se hace borrosa por la rapidez de mi movimiento. Me armo de valor poniendo la vista en ella. Lo que siento es indescriptible. Una punzada se aloja en mi pecho y no me deja, mis ojos empiezan a arder como cada vez que pienso en ella. Pero esta vez es distinto, lo que me imaginé no se iguala con nada, el dolor de verla sin ninguna expresión en el rostro es demasiado. Para mi razón, esto es lo más duro que tuve que afrontar hasta ahora. La vida a veces te pone muchas pruebas, pero ahora pienso que no todas son fáciles de superar. Entiendo a la perfección a los padres de Ada, la imagen de sus rostros la primera vez que entraron se formula en mi mente y comprendo mejor. Puedo notar claramente las heridas en su rostro, a pesar del tiempo, mis esperanzas ahora mismo están por los suelos. ¿Cómo tener esperanzas al verla de ese modo? Me acerco más a ella y me duele ver los diferentes tipos de cables conectados a Ada. Sé que todos ellos le permiten vivir pero, es muy doloroso verla así. Sus parpados no tienen ese color natural que lleva siempre. Esta pálida y tiene una expresión de calma, tal vez no sienta ningún dolor. Sus pestañas siguen igual de hermosas. Ella sigue siendo hermosa a pesar de como está. Eso nadie lo va a quitar. Después de estar analizándola por unos minutos, el sentimiento de dolor no se va, es más, crece. Las vendas en su cabeza es lo que más me preocupa. Me quita todo tipo de esperanza. Y no solo es en su cabeza, las malditas vendas están por todo su cuerpo. Cualquier persona que la viera se quedaría sin esperanza, pero yo no debo perderla. Ella estando despierta no quisiera que la perdiera.
—Mi amor. —Digo en un susurro—. Sé que me escuchas. —Pronuncio cogiéndole la mano—. Sé que estás ahí. Por favor no me dejes —Suelto cada vez más bajo. Esto es estúpido. Verla sin expresión es angustioso y más cuando le estoy pidiendo por favor—. Necesito que estés conmigo para siempre. Lo siento Ada, todo esto es mi culpa.
Mi cuerpo está tan tenso, me inclino un poco echándome así a su lado. Trato de no lastimarla más de lo que ya hice. La culpabilidad me llena. Si no hubiéramos tenido esa discusión, rectifico, si no la hubiese juzgado de esa forma nada de esto estaría pasando. Ella no hubiera salido tan alterada de mi casa y no hubiese ido a la oficina de sus padres. Nada de aquello habría pasado si no fuera por mí. Lucas me contó que el accidente fue al salir todo alterada de la empresa de sus padres. Pero yo sé que fui la razón para que ella fuera hasta allí y eso me destruye y duele. Una vez más, apreció su hermoso perfil. Sus párpados cerrados, sus labios siguen en su forma más intacta. Los recuerdos empiezan a llegar abruptamente. Recuerdo la primera vez que la besé, que la abracé, no fue hace mucho tiempo, pero todo puede pasar si no cuidas lo que tienes—. Ada. —Digo en susurrando cerca de su oído. Planto un beso allí y vuelvo a llamarla—. Ada, despierta mi amor. —Sigo apretado su mano y haciendo círculos en ella —, Tú puedes, tú eres fuerte. —Sigo animándola a pesar de que sienta que no me escucha— Mi Ada, despierta ya...
«Ada, despierta mi amor... —Escucho una voz llamándome, como siempre pidiéndome que despierte—. Tú puedes, tú eres fuerte. —Esa voz... Realizo un esfuerzo muy fuerte al tratar de reconocerla—. Mi Ada, despierta ya. —Cuando por fin la reconozco, empiezo a delirar en esta maldita oscuridad, es como si la luz llenara este vacío. En mi mente pasan un montón de recuerdos de él y me siento feliz. Aunque no sé si sentirme feliz en este lugar o donde quiera que esté, sea lo correcto—. Te quiero demasiado, no me dejes. —Dice. No puedo usar términos que mi corazón se acelera porque la verdad no sé si eso esté pasando ahora mismo—, Ya lo sé todo. Quiero que me perdones por ser tan idiota. —No digas eso Logan, por favor no lo digas. No eres idiota, la idiota soy yo—. Por favor mi Ada, despierta —Su voz se hace cada vez más audible y eso me pone nerviosa, tal vez pueda salir de aquí— ¿Recuerdas la primera vez que nos conocimos? ¿Quieres saber realmente lo que fue para mí? —Definitivamente no me importa decir que mi corazón se acelera porque yo creo que sí—. Chocar contigo no fue coincidencia. Podría llamar coincidencia el momento que te ví entrar por esa puerta y cruzar por medio de las personas. Eso podría ser coincidencia. Yo choqué contigo a propósito, porque realmente quería que derramaras esa copa —La manera en como lo cuenta me hace sentir especial y feliz—, No todo fue coincidencia, Ada. Yo en verdad quería conocerte, yo en verdad... —Se calla un momento y lo que dice al final me descoloca—, yo en verdad te amo. —Unos fuertes golpes martillean mi cerebro, son golpes demasiado fuertes para soportarlo. Son rítmicos, pero muy fuertes, la presión y el dolor que siento, hacen que deje de escuchar su melodiosa voz. Y también hacen que no escuche nada, nuevamente.»
Yo en verdad... —No puedo creer lo que voy a decir—. Yo en verdad te amo. —Cuando digo aquello me siento en paz, pero eso rápidamente desparece al escuchar chillar a la máquina que mide la fuerza y los latidos del corazón de un paciente en coma. El electrocardiógrafo empieza a sonar muy fuerte y rápido. Me asusto y al momento de levantarme, por la puerta ingresa el doctor Zair con unas personas vestidas de verde siguiéndole. Trato de hablar, pero estoy tan asustado que no puedo.
—Logan sal ahora mismo, déjanos controlar esto. —Dice.
—Yo...yo, yo lo si...siento. —Trato de hablar pero me trabo—. Ella...yo...
—Lo sé Logan, ahora sal. —Dice señalando la puerta y dando órdenes a las demás personas en la sala— ¡Sal Logan! ¡Ahora! —Sin poder controlarme bien salgo rápido de allí con mi corazón saliéndose del pecho. Cuando logro controlar mi respiración me quedo mirando la puerta y escucho el sonido de las voces, pero no logro entender lo que dicen. Al girarme un poco observo los asientos y voy hacia allá y al mirar al frente me doy con la sorpresa que hay ventanales de vidrio. Me pregunto cómo no los ví antes, fácil, están tapados con cortinas del mismo color de las paredes. La desesperación no se va de mi cuerpo. No sé si ella está bien. No, ella está mal. Algo está pasando allí dentro y ese algo es muy malo.
— ¡Logan!
Giro la cabeza y localizo a Lucas viniendo hacía mi. Su mirada es inexplicable— ¿Qué pasó? —Dice tenso.
—No lo sé. —Es lo único que sale de mí.
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FUE POR TI.©
Teen FictionPaulho Thompson era la persona que estaba destinada a casarse conmigo. A mis 21 años creía que mi historia ya estaba escrita en su totalidad y que no había más opciones para salvarme. Mis padres y los de él habían sellado su trato con nosotros de po...