Toda mi vida es vergonzosa. ¿Por qué lo digo? Porque el primer día de mi penúltimo ciclo ya tengo todas las miradas sobre mí, bueno literal, y la verdad es que no sé por qué. Bueno, tampoco es que quiera saberlo. Derrepente el tener algo en el rostro me hace sobresaltarme y pensar demasiado en esa opción.
¿Tanto en mi casa no me dijeron que tenía algo en la cara? Pienso. Realmente creo que tengo algo en la cara, sino por qué tantas miradas.
Mi mamá se encuentra preparando a modelos, ya que tiene su propia marca de ropa y César, mi padre, se encuentra fuera del país.
Visualizo a Clara en uno de los pasadizos y me acerco a ella para ponernos en marcha a nuestras respectivas clases, pero es inevitable no escuchar murmullos y no darse cuenta que en los pasillos se puede ver a un Paulho muy bien acompañado por una de las movidas del instituto, Carley. Digo movidas por no ser grosera y decirle incoherencias que no quisieran saber y demás adjetivos hacia su persona. Aún recuerdo cuando llegó un chico nuevo al instituto, pero solo iba a ser por un tiempo y a ella le echaron ganas de meterse con él, se llamaba Marcelo Reedus, este la rechazó de una manera muy divertida, bueno para mí.
Ver a Paulho besándose con Carley es muy doloroso y mucho peor ahora que no puedo reaccionar. De pronto, los dos se dan cuenta de mi presencia, veo como Paulho se aleja de ella y avanza hacia mi con cara de que no hizo nada. Clara me jala del brazo hacia el baño y me dice que me lave la cara. Es ahí donde me doy cuenta que estaba llorando. Que estúpida, solo esto me puede pasar a mí. Me riño.
Siento como mi corazón se hace pedazos. Salgo del baño cuando termino de lavarme y me dirijo con Clara al aula de ciencias, tomamos asiento juntas y podemos observar a todos llegar con una felicidad enorme que a mí se me quitó hace ratos al ver la dichosa escena.─Basta Ada, deja a un lado esa cara por Dios ─Dice Clara─ No querrás que te grite ahora.
─No me interesa Clara, déjame en paz. ─Digo con tono monótono.
─ ¿Así me hablarás, Ada Derzy Montés? ─Replica.
─Está bien, sabes que no ando de ganas.
─Nunca andas de ganas, Ada ─Dice─ ¿Qué te parece si hoy vamos a una fiesta?
─No podré. ─Digo instintivamente. Aunque pensándolo bien necesito relajarme─. Bueno está bien.
Después de unas cuantas horas de clase me encuentro con Clara en un pequeño receso bajo un árbol. Decidimos no ir a la cafetería para no ver otra escena, ella sabe que la amo, hace todo lo posible por verme bien, como yo lo hago por ella. La conozco desde pequeña tanto como a Paulho.
Y dale con Paulho.
─ ¡Dicen que para el otro ciclo vendrá un chico nuevo! ─grita─ Es demasiado guapo y está en el equipo de fútbol. Dicen que estudia derecho y que compartiremos tres materias con él, ¿te imaginas?
Me volteo a ver a Clara, está muy emocionada... ¿Un chico guapo y que además, juega fútbol? Aparte que será un futuro abogado. Hummm.
─Ehh, pues le daremos la bienvenida. Tal vez sea tu próximo amor y dejes a ese estúpido de George ─El mencionado es el novio de Clara, van dos meses y es un buen chico, me apoya desde antes que este con Clara, pero ahora es mi cuñado por así decirlo.
─Jamás lo dejaría... ─Esta muy enamorada la desgraciada.
─Tierra llamando a Clara, despierta estúpida. ─Digo.
─Bueno, creo que es hora de regresar. ─Dice─ Antes de ¡Guadalupe! ─Gritamos al mismo tiempo.
Guadalupe es la profesora más pesada que he podido conocer. Juro que ni en el colegio tuve a alguien así y para colmo, enseña números.
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FUE POR TI.©
Teen FictionPaulho Thompson era la persona que estaba destinada a casarse conmigo. A mis 21 años creía que mi historia ya estaba escrita en su totalidad y que no había más opciones para salvarme. Mis padres y los de él habían sellado su trato con nosotros de po...