Paulho Thompson era la persona que estaba destinada a casarse conmigo. A mis 21 años creía que mi historia ya estaba escrita en su totalidad y que no había más opciones para salvarme. Mis padres y los de él habían sellado su trato con nosotros de po...
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CINCO AÑOS DESPUÉS.
La vida es demasiado corta, y eso lo he comprobado con el tiempo. Si ponemos como ejemplo las partes de la suma, tendríamos esto; el primer sumando es el tiempo y lo sumas con la otra parte, es decir, el otro sumando que vendría a ser las acciones que realizas. Y la suma, es decir, el resultado que suelta es la vida.
La vida se forja con acciones, más que todo con decisiones. Si tú decides algo, el destino conspirará para formar parte de tu vida, pero para ello debes estar seguro de tu decisión. En la vida, tú decisión es la que cuenta. Lo cual a mi parecer, viene a ser que cada decisión que tomes ira formando parte de la construcción de tu futuro.
Cuando llegas al punto donde te sientes realizado y sientes que has cumplido todas tus metas, te llegas a plantear otras metas que jamás pensaste hacer. Como tener hijos, casarte, formar una familia, es más, llegas a pensar en conocer a los hijos de tus hijos. Todo esto sucede cuando has culminado tu carrera y las metas que te planteaste de adolescente se cumplen.
Después de cinco años, me encuentro sentada en la mesa de un restaurante lujoso. Terminé mi carrera hace un año y no saben lo feliz que estaba aquella vez. Saqué mi título en poco tiempo y ahora mi trabajo se basa en la investigación del medio en donde vivimos. Estoy tan agradecida con la vida por todo. Aunque ahora mismo estoy que hiervo, miró el reloj y marca la una de la tarde. Llevo como media hora esperando a Logan, y no se digna a llegar, sólo tengo paciencia porque es su cumpleaños y merece pasarla bien, si no ya me hubiera ido a casa y hubiera seguido mi investigación, así la termino rápido y podré volver al país de los recuerdos, sí, ya es momento de hacerlo. Es increíble que después de seis años a la vez, quiera regresar. Es algo raro; se preguntarán, ¿las navidades? ¿El año nuevo? ¿Las demás festividades? Pues a todas esas preguntas puedo decir que, la pase con Logan y no me arrepiento. Aunque la última Navidad la pase con mis padres, Lucas y Logan. Conste que ellos vinieron, claro que Lucas vive acá y casi siempre para pegado a nosotros. Fue una Navidad extraña, pero puedo decir que la mejor de mi vida. No hay palabras para expresar aquel día. Dejo de pensar tanto y vuelvo a ver la hora. Una y diez. Este estúpido no piensa llegar al parecer, con una rabia tremenda me levanto de la silla haciendo que esta suene fuerte. Una vez de pie, todo a mi alrededor se vuelve oscuro, pero no una oscuridad total, sino una donde puedes divisar las cosas con tranquilidad. La tensión se apodera de mí, recién me doy cuenta que no hay nadie más que solo yo, observo a mi alrededor y me percato de un ramo de rosas rojas, mi corazón se acelera tanto que me apoyo en la silla para no caer, ¿qué es esto? Pienso. Sin esperar más, empiezo a caminar hacia el ramo, es la única cosa que aparenta tener un mensaje en medio de todo esto, cuando estoy cerca de las rosas, me percato que una tarjeta blanca sobresale y desea ser abierta, más que todo, leída. No es para mí, pienso. Cada segundo que pasa me emociono más.
Esto no puede ser cierto.
Rasgo la tarjeta y la abro delicadamente, al observar su contenido todo en mí se paraliza.
