Capítulo 28.

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¿Qué culpa tenía ella? ¿Por qué le hacen esto? Ella es tan buena, es mi mejor amiga, mi hermana, mi todo

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¿Qué culpa tenía ella? ¿Por qué le hacen esto? Ella es tan buena, es mi mejor amiga, mi hermana, mi todo. ¿Por qué tratan de quitármela? Es horrible, es lo peor que le puede pasar a alguien, siento tanto dolor que me es imposible saber que hago ahora mismo, tampoco quiero saberlo. Siento punzadas en el pecho, son tan fuertes que siento miedo de herirme por dentro. Mis lágrimas mojan mis mejillas, son tantas que quisiera ahogarme en ellas. Pero no, yo tengo que llegar hoy mismo, tengo que estar a su lado, si muere yo muero y es una promesa. Nadie cambiará lo que está hecho, ni mis decisiones ni nada. Siento una caricia en el brazo derecho, eso logra sacarme definitivamente de mi estado de trance. Miro la mano y la cojo, me siento tan débil que apenas es un simple movimiento. Me aprieta fuerte tratando de mostrarme que debo ser fuerte. ¿Pero cómo quieren que sea fuerte ahora? Es imposible, realmente imposible.

—Ven aquí, preciosa. —Esa hermosa voz logra calmarme un poco y volverme a la realidad. —Recién vamos una hora y tantos. —Esa noticia me desgarra un poco más.

—Quiero estar con ella... —mi voz se quiebra junto con mi fuerza. Empiezo a sollozar de forma más audible.

—Tranquila preciosa, todo estará bien, ¿sí? —Dice en mi oído—. Duerme mi reina, duerme. —Sigue dándome caricias. A pesar de lo incómodo que es el asiento del avión, caigo por fin en un triste sueño.   

Despierto por fin cuando George me avisa, sé que está preocupado pero no lo hace notar demasiado, por supuesto que no quiere ponerme peor, todo lo hace por mí

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Despierto por fin cuando George me avisa, sé que está preocupado pero no lo hace notar demasiado, por supuesto que no quiere ponerme peor, todo lo hace por mí. No sé qué haría sin él. Esperamos unos minutos que parecen horas para poder bajar del avión. George me cubre con una manta por el frío que hace en las afueras.

Después de una hora y media de tanto esperar, por fin salimos del aeropuerto. Se nota el atardecer y eso me preocupa más. Mi cuerpo está tenso pero al mismo tiempo ansioso. No sé qué es lo que escucharé a partir de este momento, pero tengo que ser fuerte, por ella, por mi Ada, por mi mejor amiga. George me adentra en un taxi y dejo que los pensamientos regresen como hordas a mí. Eso me mantiene ocupada, pero enferma cuando por fin llegamos a la puerta del hospital. George me toma con cuidado y empezamos a caminar rápidamente. A lo lejos puedo observar a tres chicos que se levantan cuando notan mi presencia. Cuando logro reconocerlos mi corazón se debilita más. Siento que me falta el aire, voy corriendo hacía una de las personas que más necesito. Me rodea y me abraza tan fuerte que puedo sentir como el aire regresa a mí. Lo sé, es irónico pero es así.

—Todo... estará bien, Clari. —Dice Patrick con la voz quebrada—. Ella... es... fuerte, ella puede.

Lo abrazo más, cuando levanto la cara para poder verlo me quedo de piedra. Unas ojeras enormes adornan su rostro, sé que estoy peor y la verdad no me importa, solo necesito saber cómo está mi mejor amiga. Lo necesito ahora mismo.

— ¿Qué dijo el doctor, Patrick? —Mi voz está débil y si no me pongo fuerte tal vez no pueda hablar por estar llorando. Lucas se acerca y se une al abrazo y dice:

Pequeñeja... debes tranquilizarte si quieres saber. —Ese tono de burla acompañado de dolor es tan punzante que intento respirar con más velocidad.

—Lo haré... lo... —Mi cuerpo se estremece y siento mi visión nublarse. No ahora, no por favor. Me sujeto fuerte del cuello de Patrick y toda la oscuridad se revela.

Cuando logro controlar mi cuerpo y abrir los ojos, observo que estoy en una pequeña camilla sin ningún cable conectado y George mirándome

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Cuando logro controlar mi cuerpo y abrir los ojos, observo que estoy en una pequeña camilla sin ningún cable conectado y George mirándome.

—Eres fuerte. —Dice.

Cuando logro acostumbrarme a la luz digo:

— ¿Cuál es el diagnóstico?

George me mira con una expresión severa y preocupada al mismo tiempo.

—Descansa un poco más, Clara.

—No. Llama a Lucas. —Digo.

—Se fue con Logan a la comisaría. Tiene que testificar.

Siento otro desgarro en mi interior. No puede ser. ¿Él? ¿Fue él?

— ¿Él fue el culpable? —Pregunto.

—No, según dicen fue su exnovia.

Mi corazón se para, un valor infinito me recorre. Voy a matar... voy a matarla.

FUE POR TI.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora