capítulo XVI

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-Abigail, Abigail ya tranquilízate, no podemos entrar a la casa y dejar que mi tía Eva te vea así de molesta como estas. -Perdóname Estefania, pero no puedo, ¿Viste? ¿Los vistes? ¡estaban juntos Estefanía, juntos! -Sí Abi, pero no estaban haciendo nada de malo, recuerda que fuiste tú quien no quiso ayudarlo. - ¡ya se, ya se! Pero esa no era excusa para que fuera precisamente Laura quien lo hiciera, además viste que ni siquiera me dio ninguna explicación más bien al contrario pareció que se molestó. - ¡Claro que no Abigail! Damian te adora, simplemente tenia cosas que hacer y si no recuerdas yo misma te dije que primero le llamarás, pero no quisiste. - ¡y ahora es mi culpa que este con Laura! -Pues hasta cierto punto sí. -Estefania no lo quiero perder. -Ya lo sé, y no lo harás no saques conclusiones de cosas que no están pasando Abi, pero eso sí, tienes que comenzar a darte cuenta que debes de dejar de subestimarte porque eso no ayuda en nada, y seguramente es lo que le molesta a Damian que te subestimas demasiado.

- ¿Qué hacen acá afuera? Preguntaba doña Eva mientras se acercaba al auto interrumpiendo la conversación. -Solamente platicamos tía, respondía Estefanía con el timbre dulce de su voz que la caracterizaba. -Pero pueden platicar adentro, acá afuera está muy frio y no quiero que se enfermen, ven Abigail pásame tu bastón y te ayudo a bajar. -No te preocupes tía, puedo sola. -Sí ya lo sé, pero no está de más que de vez en cuando te ayude. 

-En verdad hace frio, pondré un poco de chocolate caliente y sirve si vemos una película aprovechando el clima tan acogedor que hay. -Me parece una excelente idea Estefania, ya tiempo hace que no encendemos la televisión que creo ya no va a servir por el poco uso que le hemos dado ¿y tú hermana dónde está? Preguntaba doña Eva mientras encendía la televisión. -Seguramente fue a su habitación ya ves que siempre que hablamos de televisión no le pone buena cara al asunto. -Creí que con el cambio que ha estado teniendo estos días había cambiado incluso eso. -Tampoco exageres tía, por supuesto que Abigail ha cambiado, pero no del todo, hay temas en los cuales olvida que esta ciega y otros en los cuales lo tiene muy presente.

Esa noche fue una de las más largas que ya hace mucho tiempo Abigail no tenía, y todo gracias a que en sus pensamientos se encontraba como una loca pensando en Damian y Laura, no le gustaba ni un poco la idea de que estuvieran compartiendo tiempo juntos; Abigail nunca había sido celosa quizás no había tenido oportunidad de sentirse insegura, pero pensar en la descripción de Damian la última vez sobre Laura le ponían los pelos de punta, quizás se la imaginaba mucho más bonita de lo que en realidad era y eso le molestaba en gran manera.

-Estefanía, Estefanía, despierta, decía Abigail despertando a su hermana. -Abigail ¡¿Qué haces aquí?! Preguntaba sorprendía -Es que quiero que vayamos a caminar esta mañana, así como lo hacíamos antes ¿Lo recuerdas? -Sí, sí, pero ya te disté cuenta de algo - ¿De qué? -Subiste sola las gradas Abigail nunca lo habías hecho en todo el tiempo que llevamos aquí. - ¡Sí es cierto! Dijo Abigail sorprendida. -Al parecer cada día mejoras más de lo esperado Abi. -Tal parece que sí, anoche estuve pensando mucho sobre que siempre tienen razón de todo y yo ya no tengo excusas para decir que no puedo, así que estoy decidida a aprender a ser independiente, la culpa de que este un poco alejada de Damian es mía por ser tan tonta, suspiro Abigail. -No eres tonta, es solo que eres como un avestruz que mete la cabeza en un hoyo y de allí no sale. - ¡¿Enserio!? -Sí Abigail y mucho, sonrió Estefania.   -Lo siento, pero te prometo que de hoy en adelante trataré de mejorar eso. -No me lo prometas a mí, ni a nadie, promételo a ti misma porque es por ti que lo tienes que hacer. -Estoy consciente de eso. 

-Anoche llamó Damian. -Así ¿Y qué dijo? -No lo sé, mi tía atendió la llamada, pero ya estabas dormida así que no te quiso despertar, creo que deberías llamarle. -No, no Estefanía, creo que voy a esperar hasta mañana. - ¿Sigues molesta? -No, no estoy molesta, tengo miedo. -Miedo ¿A qué? -a ahogarlo con mis tonterías, no soy una buena compañera Estefania y tú lo sabes. -Eso es cierto, pero es cuando vuelves a tener lastima de ti Abi, pero cuando lo olvidas eres la de siempre y creo que eso fue lo que Damian vio en ti, además recuerda que tu nunca fuiste agradable con él al principio y aun así el siguió hasta ahora que están juntos, no creo que piense dejarte y menos ahora que estas comenzando a ser la Abi que recuerdo y entre nos, ¡eres mucho más guapa y linda que esa Laura! ¿Acaso no la has escuchado hablar? ¡tiene una voz chillona! Expresó Estefanía mientras una carcajada acompañaba la conversación y la cara sensible de Abigail desaparecía.

-¿Qué son esas risas? Preguntaba doña Eva entrando a la habitación con su ropa de dormir aún.           -Nada tía, es solo que Abigail se ha levantado con muy buen humor. -Eso me alegra, sonreía doña Eva, por cierto, Abigail anoche llamo Damian, me comentó que acababa de regresar de la ciudad después de hacer unas compras para terminar de una vez con los cambios en la cafetería, pero ya era muy noche y estaba dormida así que no te quise despertar, pero dijo que si lo podrías acompañar el día de hoy a las 9:00 a.m. estaría muy encantado. - ¿Vas a ir supongo? Preguntó Estefanía. -Tal vez después del mediodía, ahora vamos a la cocina por favor que muero de hambre.

-¿Enserio no piensas ir? Preguntaba Estefanía disimuladamente en lo que doña Eva se levantaba de la mesa para contestar el teléfono. -No lo sé Estefanía, la verdad es que, aunque estoy dispuesta a cambiar no quisiera encontrarme con Laura. -Abigail es Damian, decía doña Eva mientras le pasaba el teléfono.

<<- ¡hola! -Hola Amor ¡buenos días! - ¡Buenos días Damian! -Quiero invitarte, bueno si puedes, a venir a la cafetería ¿Puedo llegarte a traer? - ¿Para qué? -Eres mi novia y me gustaría puedas estar acá conmigo, para ayudarme a preparar los últimos detalles, recuerda que mañana es la reapertura. -Sí, lo sé, pero no comprendo, creí que Laura te ayudaría con eso de igual forma no me siento muy bien para ir. -Abigail por favor si, ya sé que estas molesta, pero quiero que hablemos sobre eso te prometo que nada es lo que parece. -Lo siento no puedo. -Por favor amor, enserio no quiero estar mal contigo. -Damian es enserio mejor ocúpate de todo igual ya tienes a Laura para que te ayude y hablamos de esto después. -No, porque estas molesta conmigo y no quiero que lo estés por créeme, una tontería ¡llego por ti a las tres de la tarde!

-Paola

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