Capítulo XVIII

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- ¡Hay Estefanía! ¡hoy ha sido el mejor día de mi vida! Suspiro Abigail mientras se dejaba caer sobre su cama. - ¡cuidado Abi, que te puedes lastimar! -No te preocupes, estoy tan bien acostumbrada al tamaño de la habitación que es como si viera, pero olvida eso porque enserio estoy muy contenta. -Cuéntame, cuéntame ¿Cómo te fue? -Tenías razón no tengo porque dudar de Damian, ¡es tan lindo Estefanía! -Viste, te lo había dicho. -Bien dicen que las reconciliaciones son lo más hermoso que pueden vivir los enamorados. - ¿Estás enamorada Abigail? -No lo sé, ¡No lo sé! Estefanía solamente sé que estoy muy feliz, pero ahora mejor vamos a dormir que Damian quedo que pasaría por mí a las 7:00 a.m. -Yo creo que sí, solamente mírate ¡estas encantadora! Ahora descansa que mañana será un día muy largo.

Damian fue muy puntual al día siguiente como era su costumbre, doña Eva y Estefanía acompañaron a Abigail y quedaron sumamente fascinadas por el trato tan fino que le daba, todos los invitados a la reapertura del café quedaron asombrados por el arreglo tan hermoso que tenía la cafetería a lo que Damian no dudo ni un solo instante en darle los méritos a su “hermosa novia” como él decía.

-Enserio que no hay duda que su sobrina a pescado al joven Damian por completo, decía la indiscreta señora Cortez a doña Eva. -No utilizaría ese término, pero en efecto sí así es. -Pero la pequeña Abi ha tenido mucha suerte doña Eva no cualquiera se casa con un hombre tan guapo y rico como lo es el joven Damian. -Le aseguro que mi sobrina no está con él ni por guapo mucho menos por rico, estoy totalmente consciente que Abigail ignora por completo sobre el gran atractivo físico de Damian y así mismo sobre su riqueza.

- ¿Me va a decir usted entonces que Abigail no sabe sobre la galantería de su novio? -Así es, Abigail esta con él únicamente porque Damian ha aprendido a ganarse a mi sobrina con su tiempo y dedicación, así mismo con el trato tan bello que le da. - ¡Oh, pero entonces es un desperdicio de hombre! - ¿A qué se refiere? Pregunto Estefania un poco molesta de estar escuchando las indiscreciones de la señora Cortez. -A que si tu hermana Estefanía, no sabe ni conoce sobre el físico tan atractivo de su novio, ¡es un desperdicio! Porque podría estar con cualquier otro, mientras que el Joven Damian debería aprovechar el encanto de sus preciosos ojos verdes, su cabellera castaña y su tez blanca, para conquistar a otras señoritas. -Lamento interrumpir su conversación, señora Cortez, pero déjeme decirle que mi hijo esta con Abigail porque es una muchacha encantadora y como su madre estoy en el acuerdo de que nadie más podría merecer a mi hijo como lo hace Abigail. Replico doña Leticia, dejando callada a la señora Cortez.

-Amor ven por acá te quiero presentar a alguien, dijo Damian mientras tomaba a Abigail de la mano y la conducía a fuera. -¡Hola Raúl! Decía Damian saludando a un tipo de buen parecido que aguardaba afuera. -Te quiero presentar a Abigail mi novia, Abigail él es Raúl el oftalmólogo del que te hable y mi gran amigo. - ¡Mucho gusto Abigail qué gusto me da conocerte, Damian me ha hablado mucho sobre ti! -El gusto es mío Raúl, gusto en saludarte. -Amor Raúl ha venido para ayudarme con los preparativos de tú fiesta de cumpleaños. -Enserio Damian no se hubieran molestado, respondió Abigail un poco apenada. -Ya sabes que no es ninguna molestia y al contrario, es un gustazo amor.

-Damian, Damian, que gusto que te encuentro, es que te necesito adentro para ver un asuntito, decía Laura. -Sí está bien Laura, ahorita vuelvo, te la encargo Raúl. - ¡claro acá la cuido! - ¿Hace cuánto conoces a Damian? Preguntaba Abigail fingiendo como si no le hubiese importado que Damian se fuera con Laura. -Desde los diecisiete estudiamos juntos el bachillerato, pero luego no separamos por que estudiamos carreras distintas y ya después fue imposible estar juntos porque él se vino para acá y yo me quede haya en la ciudad, y tú Abigail ¿Eres de la ciudad? Cierto. -Sí así, pero últimamente he estado por acá muy cómoda. -Lo imagino, el pueblo es muy hermoso, yo disfruto tanto siempre que vengo, pero ahora han disminuido las visitas. - ¿Cómo, venias muy seguido entonces? -Un poco… respondió Raúl quedándose a medias porque Damian interrumpía la conversación. 

La reapertura de la cafetería fue todo un éxito, y en los días concernientes a antes del cumpleaños de Abigail todo estuvo calmado, exceptuando porque Damian parecía que cada vez estaba más enamorado de Abi, y ella de él.

-¡Buenos días Abigail! Decía doña Elia la madre de Abigail, despertándola, había llegado de sorpresa justamente en la mañana del cumpleaños de su hija. - ¡Mamá, buenos días, que gusto que te hayas venido! - ¡Qué gusto me da verte mi niña! Respondía doña Elia dándole un fuerte abrazo de cumpleaños a su hija. - ¡Feliz cumpleaños Abi! Dijo Cecilia la hermana menor de Abi y Estefanía. -Gracias Ceci, deberás muchas gracias por haber estado cuidando de mamá todo este tiempo. -No comiences con tus cosas para niñas pequeñas Abigail ya tengo doce años.  -Lo siento Cecilia, pero a veces olvido que ya no eres tan pequeña como te recuerdo.

Un mariachi se escuchó afuera de la casa. - ¡Abigail, Abigail te trajeron serenata! Decía Estefania muy emocionada. -Vamos subamos al segundo nivel y veamos desde mi balcón, decía doña Eva. -No tía desde acá abajo está bien, igual tendría que volver a bajar para darle las gracias a Damian, así que mejor escucho desde acá y luego salgo a recibirlo.

-¡Esto apenas comienza, feliz cumpleaños amor y feliz cumple mes! Decía Damian mientras abrazaba a Abigail y ponía en sus manos un ramo de flores. -Gracias Damian, enserio gracias, ven vamos a la casa y te presento a mi mamá y a mi hermanita. -Sí está bien vamos a conocer a la suegra, sonrío Damian un poco nervioso, solo déjame que despida a los mariachis y entramos, continúo un poco asustado.

-Paola

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