Capitulo XXXI

2.5K 169 12
                                    

Capitulo XXXI

—¡Amor por favor! —gritó Damian desesperado, ni siquiera le importo que Raymundo lo viera.

Abigail le estaba destrozando el corazón, el rostro de ella también estaba empapado de lágrimas, pero su decisión era firme no quería arruinar la vida de Damian al seguir con él, pero no se daba cuenta que con aquella actitud se la estaba arruinando y robando las ilusiones.

Doña Leticia salió sorprendida para ver qué era lo que pasaba, pero solamente vio como el carro de Raymundo se alejaba y veía a su hijo tirado de rodillas en el suelo.

—Damian, Damian ¿Qué pasa?

—¡La perdí mamá, la perdí!

Doña Leticia solamente la abrazo, su corazón se partía al ver a su hijo de esa forma, aunque al mismo tiempo estaba en shock por aquello que escuchaba ¿Cómo es posible? —se preguntaba.

—¿A dónde fuiste? —¿Qué hace Raymundo aquí? —preguntaba Estefania muy acelerada.

—Es mejor que te vayas Raymundo hablamos luego —dijo Abigail entrando a la casa sin darle ninguna explicación a Estefania.

Doña Eva andaba por el mercado así que Estefania siguió insistiendo, para ella era importante saber que era lo que había hecho su hermana, y le desesperaba ver más como sufría en silencio.

—¿Lo hiciste? ¿Lo dejaste?

—Sí, sí, y aun no sé cómo lo hice Estefania —dijo Abigail llorando.

—Abi enserio no termino de comprender el porque te haces esto, pero ya verás que todo se solucionara.

—Lo amo Estefania con todo lo que soy, pero Raúl tiene razón, tú conoces a Damian y lo proactivo que es, yo no lo soy, no puedo, y también sabes que por mi él ha sacrificado muchas cosas que nunca debió sacrificar, y no quiero que lo siga haciendo.

—Él hizo todo eso porque te ama, así que eso no es ningún sacrificio Abi, ojalá lo entiendas. —dijo Estefania dejándola sola.

Pero, aunque el sentimiento de dolor estaba tan presente en Abigail, tan bien lo estaba el por qué   tomo esa decisión, y entre más lo pensaba más se convencía.

—¡Buenas noches doña Eva! ¿Se encuentra Abigail? —preguntó Tatiana— necesito hablar con ella.

—Sí, está en su cuarto —respondía doña Eva muy sorprendida por la visita— en seguida le hablo.

—No sé preocupe ¿Puedo ir a su cuarto?

—Sí está bien, pase.

Doña Eva estaba muy sorprendida y extrañada por ver a Tatiana allí, sabía que algo raro pasaba, pero por primera vez trato de ser más discreta con la situación.

—¡Hola Abigail! —saludaba Tatiana, llevaba unos tacones color rojo que sonaban a su paso.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Abigail, corrigiendo su posición en su cama.

—Ya me enteré que terminaste con Damian —dijo Tatiana mientras cerraba la puerta.

—¿Y eso a ti qué?

—No sé porque lo hiciste, pero solo te quería pedir de favor que ahora que lo hiciste mantengas tu postura y te alejes de él definitivamente.

—Mira Tatiana no sé y tampoco me interesa saber por qué estás aquí, pero ese no es asunto tuyo.

—¿Sabes que sí lo es? Lo es, porque estoy enamorada de él y ya que tú lo lastimas, preferiría permitas que pueda estar con alguien que si lo ama.

DE LO MÁS PROFUNDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora