Capitulo 13

326 26 13
                                        


POV MOHAMED AMIN.

Me extrañó bastante el comportamiento que había tenido hoy con Najima. No debería dejarme llevar por mis impulsos con gente que realmente no tenían la culpa. Problemas personales fuera de mi cabeza en horario de trabajo.

Observé su figura a través del vidrio y suspiré con cansancio y arrepentimiento. Bajé mi mirada al trozo de papel y lo desdoble con curiosidad. ¿Qué podía ser?

Muchos nombres de chicas y números de teléfonos. No eran los primeros que recibía, ni los primeros que iba a ignorar. Hice con la hoja una bola y la lancé encestando en la papelera. Solo me faltaban enredos con chicas que no conozco.

Nunca entendería a esta sociedad.

Terminé de fregar intentando ignorar a la chica que estaba afuera. ¿Qué esperaba y por qué no se iba ya? Estaba por salir a preguntarle cuando un coche paró cerca y ella corrió a adentrarse en el vehículo con una gran sonrisa y saludando al conductor con un beso en la mejilla.

¡¿Quién era ese?!

Fruncí el ceño y apreté mis puños sintiendo cómo se me iba calentando la sangre. Pero luego me di cuenta del por qué me estaba pasando en eso y me enfadé aún más conmigo mismo por preocuparme de alguien a quien no conozco y por lo tanto, no me debería de importar. Lancé el trapo que tenía en la mano con fuerza y me apoyé en el mostrador para calmarme. Esta situación iba a acabar conmigo y tenía que ponerle fin cuanto antes.

Seguía lloviendo y en cuanto llegué a la estación de Renfe estaba mojado de pies a cabeza aún yendo esta vez por el camino corto por el que va Najima. Normalmente iba por otro camino más largo pero que daba al mismo lugar para no ir junto a ella. Era un pelín incómodo, más porque no nos hablamos y a ella seguro y no le gustaba así que tomé mis medidas desde el primer día.

Hoy estaba más cansado que otros días y realmente no me apetecía hablar con nadie. Solo quería meterme en la bañera a darme una buena ducha caliente y dormir. Pero Toufik y Morad estaban en casa y se podía escuchar el sonido grave de sus bozarrones desde el pasillo.

-¿Qué pasa tronco no saludas?  -me habló mi primo Toufik con algo en la boca.

-Cierra la boca cerdo. –entré al salón pasando de él.

-Wa3alaikum salam. –Morad estaba en el sofá muy concentrado en escuchar las noticias que se estaban programando en la televisión pero notó mi presencia de todos modos. Le respondí con una mueca y me metí en mi cuarto.

El agua caliente relajó cada uno de mis músculos y estuve más tiempo del necesario en la ducha. Recé todo con retraso, odiaba eso, rezar todo junto, odiaba no tener tiempo ni poder permitirme ir a la mezquita como cualquier buen musulmán haría. Leí un poco del quran y recité unas duaas por mis padres y por mí y luego me levanté mucho más relajado y despejado.

-¿Qué habéis cocinado?

-Se dice “Bismi Allah” y se come. –me senté al lado de mi primo y comencé a comer sin mucho apetito. Comíamos en silencio escuchándose únicamente el ruido al masticar con la boca abierta y de algún que otro eructo.

-Amin, te toca hoy fregar los platos. –me restregó por la cara Morad.

-Joder tronco. Es de mala educación decirle que nosotros estaremos con los pies en la mesa mirando la tele mientras que el pobre esté haciendo de cenicienta en la cocina. –remató Toufik.

-Qué cabrones. –Morad me tiró la servilleta delante de mi plato para, después de lanzarme un beso salir de la cocina a paso Heidi. –Que maricones cielo santo.

Con muy pocas ganas quité la mesa y fregué los platos con la mente en otra parte. Por mucho que me dijera que no debería de importarme quién había venido a recoger a Najima lo hacía y realmente me desespera.

He tenido compañeros y compañeras de trabajo de todo tipo desde que trabajo pero ninguna como ella. Fue raro verla ese día detrás del vidrio de la puerta de la tienda. Me esperaba de todo salvo alguien marroquí como yo y si ya de por sí era extraño, el que fuera directa, patosa, sin escrúpulos y extremadamente orgullosa me dejó totalmente fuera de lugar.

Por poco que no me gustara admitirlo me gustaba mucho trabajar con ella aunque a veces se me hiciera horriblemente insoportable como el primero día o el segundo, bueno también el tercero y el cuarto…y prácticamente todos los días. Hablábamos poco pero ese poco siempre me dejaba con ganas de más, pero yo también soy orgulloso por lo que se cuando callarme, el problema es que ella no se calla y siempre tiene que decir la última palabra y tener ella la razón y ¿por qué? Porque ella lo vale y es así de chula.

Sin darme cuenta se me forma una sonrisa en la cara y me apoyo en la encimera.

-Te decimos Cenicienta y te lo crees. –me sacó de mis pensamientos Toufik. –Tranquila querida, pronto vendrá el hada madrina y te transformará la calabaza en el carruaje y tendrás tu zapato de cristal que se te perderá y vendrán a probártelo para luego casarte y ser tremendamente feliz con tu príncipe. –puso voz de niña y cara de retrasado mientras me daba palmaditas en la mejilla.

-Quita tus manos maricón. –le aparté de un guantazo la mano y sonreí aún más. –Pero qué bien que te sabes las historias de Disney eh campeón. –solté una carcajada.

-Ya sabes…mis hermanas pequeñas…

-Sí, sí. Tus hermanas pequeñas se veían las pelis y tú te ibas de acoplado al sillón a mirar también.

-Sabes que las ponía para entretenerlas cuando mis padres salían. No me jodas leñes.

-Es que eras idiota. En vez de poner la peli y venirte a tu cuarto que era donde te esperaba yo, te quedabas como pringado en el salón hasta que se acababa. –su respuesta esta vez solo fue una colleja para salir a continuación por donde había entrado. Había tenido la última palabra. Como Najima siempre hace conmigo.

¡¡Aaghh dios no tengo que pensar en ella!! Simplemente no puede venir como si nada y ocupar todos mis pensamientos como quien no quiera la cosa. Tengo que hacer algo para mantener mi mente ocupada.

Porque Najima es una chica idiota, insoportable, desagradable, apática, orgullosa, con un carácter de perros, sinvergüenza, y…jodidamente perfecta.

Najima VS MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora