Capitulo 27

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POV MOHAMED AMIN

¡¿Cómo que la había llamado?! ¡¿Por qué?!

-¡Pero eres idiota o qué te pasa Toufik! –le grité y, a pesar de mi expresión de furia él seguía con su mueca divertida sin inmutarse. Le agarré bruscamente el móvil de su mano y lo primero que hice fue volver a ponerle el patrón y revisar el registro de llamadas para comprobar que, efectivamente le había llamado y no una, sino dos veces. La primera fueron escasos segundos mientras que la segunda habían sido algunos minutos.

-¿Me puedes decir por qué demonios la has llamado y con mi número? –le dije intentado controlar mi creciente ira.

-Estabas como un idiota y me estabas poniendo de los nervios y pues como no le has querido llamar tú…pues lo he hecho yo por tu parte.

-¿En algún momento te he dicho que yo tenía la necesidad de llamarla?

-Eh…no, pero tu comportamiento no decía lo mismo. –suspiré. Lo hecho, hecho está pero me estaba dando cuenta de que el idiota había sido yo por no llevarme el móvil y más idiota aún por haber escapado de una estúpida conversación.

¡Najima tu siempre dándome problemas! –pensé mal humorado.

-¿Qué le has dicho? –le miré fijamente temiéndome lo peor.

-Nah tío. Le pregunté que qué le pasaba y que si iba a ir mañana a trabajar y me dijo que eso no era de mi incumbencia. –se encogió de hombres y yo no pude evitar sonreír de medio lado. Si lo que en realidad lo que me preocupaba no eran las posibles respuestas de la loca porque sabía que no le iba a decir nada sino lo que le ha podido soplar el idiota que tengo aquí en frente.

-¿Algo más? –pregunté algo más relajado.

-Lo demás carece de importancia. –aunque quedé mucho más tranquilo, algo en su expresión no me terminaba de convencer aunque lo dejé pasar. –Es insoportable. –me dijo algo indignado. –Me colgó la primera llamada ah, y me dijo que te dijera que no te metieras en asuntos ajenos. También te llamó retardado. –sin pensarlo solté una carcajada y Toufik me miró raro.

-¿Asuntos ajenos? –pregunté haciéndome el inocente.

-Sí. ¿Te me metes en sus asuntos?

-¿Yo? Pues por supuesto. Ale, a dormir. –cerré la puerta de mi habitación y sonreí como un bobo.

Soy idiota.

A la mañana siguiente me levanté mucho más animado y me metí en la ducha para eliminar todo rastro de sudor y estrés. El agua caliente me reconfortó tanto que estuve a punto de quedarme dormido en la ducha, por suerte, un chorro de agua demasiado caliente chocó contra mi piel provocándome escozor en la espalda y me precipité por cerrar el grifo y envolverme en la toalla.
Una vez seco y vestido salí para prepararme el desayuno.

-Sabahu ljair. –me saludó Morad. No sabía que había vuelto.

-Sabahu nor. ¿Cuándo volviste? –tenía una taza de café en la mano y ojeras.

Se le notaba muy cansado.

-Por las seis de la mañana. Ahora me voy a ir a dormir y no me voy a levantar por lo menos hasta mañana a estas horas. –solté una suave carcajada y le di unas palmadas en la espalda.
Su trabajo era pesado, eso de los turnos de noche te deja frito pero él disfrutaba cuidando de los pequeños. Yo le veo en un par de años con tantos hijos que no se podrán contar con los dedos de las manos.

No he visto tío que le guste más los gritos y lloros de los bebés que él.
Yo no soporto el llanto de los niños, es una cosa que me estresa y no podría aguantarlo. Creo que es por ser el último y no haber soportado a otros más pequeños. En eso estoy muy agradecido.

-Ewa tasbah 3la jer. –me serví un poco de café del que había preparado Morad y busqué algo para acompañarlo. Encontré Croissants que había comprado ayer y me cogí uno.

Tras el desayuno me puse las zapatillas y mi cazadora de cuero y, tras asegurarme de que llevaba las llaves, el móvil y mi cartera salí.

No sabía si iba a venir o no Najima hoy a trabajar pero estaba hecho un manojo de nervios. En el metro no pensaba en otra cosa que no fuese lo que le diría si me decía algo al respecto de la llamada.
¿Debería de hacerme el confundido y fingir que no sabía nada o decirle la absurda verdad?
Tal vez debería de ignorarla tal y como me lo había pedido y aunque me hablase yo pasaría de ella.

“¡¡Que te calles!! ¡¡Que no quiero hablar contigo!! ¡Déjame joder!”

Sus últimas palabras en la tienda hicieron eco en mi mente proporcionándome una sensación de malestar.

Sí, lo mejor es que no la hable y la ignore. Sí, eso haré.

Aunque primero, tendría que ver si viene o no.

Demonios, la extraño…

Najima VS MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora