Capitulo 34

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POV NAJIMA

Las palabras de Mohamed Amin no dejaban de darme vueltas en la cabeza y me sentía muy confusa. ¿Cómo pretendía que le tratara como desde el principio lo había hecho tras haberse confesado? Pero también me sentía bastante idiota por creer que... no sé, que probablemente las cosas entre nosotros iban a ser completamente diferentes.



Pero me doy cuenta de que no es así y sinceramente no sé si sentir alivio o decepción, aunque algo me dice que es algo más de lo segundo muy a mi pesar.


Seguía en el metro todavía y tenía el móvil en la mano derecha, lo miré y le di un par de vueltas pensando en si debía o no hacerlo. Al final me convencí de que sí debía y desbloqueé el teléfono. Busqué en mi lista de contactos y presioné sobre su nombre. El corazón se me empezó a acelerar mientras tecleaba la simple frase de no más de dos palabras pero que aún así se me hicieron eternas. Presioné el botón de enviar antes de retractarme y pude ver como al instante se marcaba el primer tic y segundos más tarde, el segundo.

Definitivamente ya no había vuelta atrás y, aunque intenté buscar ese ápice de arrepentimiento en alguna parte de mi ser nunca llegó a hacerse presente.

¿Eso significaba que había hecho bien al fin y al cabo, no?


Esperaba que así fuera.


Como no esperaba obtener respuesta pronto, ni mucho menos, guardé el aparato en el bolso para evitar la tentación de estar mirándolo todo el rato.

Pero aún estando en el bolso no pude evitar sacarlo un par de veces durante el trayecto hacia casa para comprobar que efectivamente no había recibido respuesta alguna.




Entré a mi casa con la cabeza en otra parte y no me paré ni a tener la discusión del día con Nassim, sino que, tras saludar a mis padres me dirigí al baño para darme una buena ducha y después de rezar salí a cenar. Estuve un tanto ausente y poco participativa en la conversación para ser yo, pero no era capaz de seguir lo que estaban diciendo. Mi mente no dejaba de pensar en que si me dejaba en leído me iba a humillar y a dejar por los suelos de una manera realmente deprimente. Estaba más nerviosa con cada segundo que pasaba y por una parte me moría de la intriga por saber si me iba a responder pero por otra parte no quería desbloquear la pantalla y no encontrar...nada.


Algo me decía que iba a ser más probable la segunda opción.

Y algo me decía también que las segundas opciones parecían las más lógicas. Por lo menos durante el día de hoy.

Terminamos de cenar y me dispongo a fregar los platos, todo para retrasar el momento, me tomo mi tiempo en realizar la tarea, por lo menos le he dejado los platos a mi madre muy bien limpios pues normalmente los fregaba rápido y por consiguiente, mal. Demasiado mal a decir verdad y por ello mi madre siempre andaba detrás de mí regañándome y diciéndome que cómo era posible que tenga 22 años y que todavía no supiera lavar unos míseros platos pero, para eso, estaban los cascos, de esa manera no me entraba siquiera sus palabras en el oído.


Esto para que no diga que por un oído me sale y por el otro me entra. Espera, es al revés, para salir primero tiene que entrar... por alguna parte por lo que el refrán -creo que es un refrán vamos. -decía que "Por un oído te entra y por el otro te sale"

Sí, exacto. Eso es lo que dice.

Me meto en mi cuarto y pienso que era un buen momento para empezar con el trabajo que nos habían mandado hace un par de veces y el cual era para la semana que viene.

Enciendo el portátil y me dispongo a buscar información, sin embargo, no puedo concentrarme en lo que estaba leyendo, llevaba releyendo el mismo párrafo al menos siete veces pero me perdía en la primera palabra.

Pudiendo la incertidumbre conmigo me levanto y agarro el móvil.

Por poco se me para el corazón cuando veo dos notificaciones de WhatsApp, pero eran de dos chats diferentes por lo que no me dejaba ver, en la pantalla de bloqueo todavía, de quienes eran esos dos mensajes.

En mi interior rezaba porque uno de ellos fuera suyo por eso, cuando vi un círculo verde con un uno en el nombre de Mimiha empecé a hiperventilar. Literalmente.

La respuesta fue muy, muy cutre. Solo un simple emoticono de una mano levantando el pulgar como signo de aprobación o de "ok"

Estuve tentada de mandarle el emoticono de la mano mostrando, en mi caso, el dedo más bonito de los cinco pero me contuve. Eso era muy de mala educación pero es que había sido borde con un simple emoticono cuando a mi me había costado lo suyo escribir esas dichosas palabras.

Pinché en su perfil para poder ver su foto pero con mucho cuidado de no darle al telefonito sin querer y acabar llamándole. Tenía puesta una foto suya, era bastante sencilla. De medio cuerpo y plantas detrás. Estaba cruzado de brazos, con gafas de sol encima de su cabeza y con una sonrisa brillante. No miraba directamente a la cámara pero sus ojos se veían a la perfección.

Llevaba un camiseta blanca que se moldeaba a sus notorios músculos, en especial los de sus brazos y la palidez de la prenda resaltaba más lo moreno. Eché de menos la barba en la fotografía pero el pelo cayendo por su frente lo compensaba. Se veía fresco y alegre, hasta más joven y divertido. Se me hizo raro no estar viéndole con el ceño fruncido ya que acostumbraba a estar así durante todo el día.

Siempre le había visto guapo, tampoco había que ser muy observador para percatarse de su atractivo pero siempre pensaba en él como el grano en el culo que no deja de molestar. Nunca le había mirado con otros ojos, ojos soñadores a algo futuro por así decirlo. Y me temía que eso no iba a seguir siendo así...

Seguía inspeccionando minuciosamente la foto de perfil todavía cuando casi pego un brinco del susto al ver una llamada entrante de nadie menos que de la persona en la que llevaba un buen rato pensando.


¿Debería responderle? ¿Y si era el idiota de su primo otra vez?






                             ((***))

Subiré a partir de hoy dos capítulos semanales.
Martes y Sábados.

Y en la historia de "MERYAM" que la tengo en proceso de actuazlicación, subiré un capítulo semanal los Jueves.

Un besazo.

Najima VS MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora