POV MOHAMED AMINMe despierto un par de horas después, apago la televisión que sin duda no había estado viendo y me estiro para desperezarme. Tenía la espalda partida ya que el sofá no había sido el mejor sitio donde dormir.
Aún con los ojos medio cerrados, agarro mi teléfono para comprobar si tenía algún mensaje o alguna llamada perdida y, efectivamente tenía tres mensajes de Najima. Eso hizo que me despertara por completo pues no acostumbraba a que ella fuese la que iniciara la conversación. Froto bien mis ojos para leer con claridad aquello que me había puesto.
Ella: ¡¡Gracias!!
Ella: Te debo una.
Ella: ❤❤
Sonreí al entender el porqué de ese gracias, aunque hubiese sido gracioso haberla dejado ir al cuarto, no quise ser malo. Le respondí a los mensajes y me fui a vestir para salir y despejarme un poco en el gimnasio, hacía bastante que no iba, pues el trabajo me quitaba prácticamente todo mi tiempo y lo he dejado un poco de lado.
Me puse un chándal y una sudadera, metí en mi mochila lo que creía necesario y me dispuse a salir. Después de veinte minutos de caminata, llego al establecimiento y empiezo a calentar antes de pasar a la maquinaria.
Al principio, me costó hacer los ejercicios que con tanta facilidad hacía antes, sin mencionar el cansancio que todo esto me supuso, prueba clara que estaba perdiendo la forma.
Dos horas y media después de intenso ejercicio decido que ya es suficiente y me dirijo a la zona de los vestuarios masculinos, siendo muy consciente de alguna que otra mirada indiscreta que ignoré por completo. Me tomo una ducha con agua templada y me visto de nuevo, esta vez, con unos jeans grises y un jersey negro de cuello v.
Me calzo mis zapatillas y mi chaqueta también y salgo. Ya en la calle, llamo a mi primo para saber por dónde andaba, sin embargo no me responde así que paso de él y me siento en una cafetería para comer algo.
Una joven camarera se acerca a donde estaba y me toma el pedido, no me pasa desapercibido los gestos que hace y sobretodo cómo no deja de tocarse el pelo, aún teniéndolo agarrado en una cola, colata o como se dijese eso que se ponen las chicas en la cabeza.
Mi pedido no tarda en llegar y disfruto de mi café caliente en compañía de la soledad. El cielo ya estaba completamente oscuro por lo que decido irme ya a casa cuando una chica se interpone entre mi soledad y yo.
-¿Puede sentarme?
-¿Por qué? ¿Te has quedado sin espacio? –la pregunta me descoloca un poco puesto que, a excepción de unas dos o tres mesas, el resto estaban desocupadas. En respuesta suelta una risilla, un tanto molesta y se echa el pelo hacia atrás.
-No, tonto. Te he visto un poco solito y pensé que un poco de compañía no te vendría mal aprovechando que yo también estoy solita. –me contestó con un tono coqueto.
-Bueno, dicen que mejor solo que mal acompañado, ¿Cierto?
-Entonces no te preocupes que yo te aseguro que te seré muy buena compañía. –me guiñó el ojo.
-Permíteme dudar de tus palabras. Ahora, con tu permiso, me retiro. –dejándola con la palabra en la boca, dejo lo que debo encima de la mesa y me voy.
Al día siguiente me despierto con unas agujetas impresionantes y me cuesta hasta moverme con normalidad. Me doy una ducha con agua caliente antes de irme a trabajar.
La mañana del lunes se me pasa rápido y no me doy cuenta de que ya era hora de cerrar de no ser por una llamada entrante me hace ver la hora que es. Descuelgo la llamada de la jefa.
-¿Sí?
-Hola Mohamed Amin, soy Mª Carmen. ¿Cómo estás?
-Muy bien, ¿A vosotros como os va?
-De maravilla hijo, mira que te voy a decir que mañana va a empezar a trabajar con vosotros otro chico, ya que por lo que me ha comentado Najima la clientela últimamente ha ido aumentando por las nuevas mercancías y así tenéis ayuda, ¿De acuerdo?
-Por supuesto, me parece muy bien, si que es verdad que en muchas ocasiones no damos abasto ella y yo así que nos va a venir de maravilla.
-Me alegro, hijo.
-¿Va a tener jornada completa?
-Sí, sí. El día entero.
-Perfecto.
-Pues solo era eso, hijo.
-Vale, muchas gracias. Que te vaya bien.
-Igualmente. –me despedí de ella y cerré la puerta de la tienda para que ya no entrara nadie más. Fui a por mis cosas y la cerré ya con llave.
Yo: ¿Nuevo compañero? ¿No te soy suficiente solo yo?
Le envío el mensaje y un tanto molesto, pues ella no me había dicho nada sobre que había hablado con Mª Carmen, pero lo que más me molesta es que el que iba a venir era un chico, y sin entender el porqué, ya me caía mal. Tenía un presentimiento de que las cosas se iban a complicar en mi contra.
Ella: Puede 😉
¿Puede? ¿¡Puede!?
Yo: Ok.
Ella: Eres un borde😡😡
Yo: Ok.
Le respondí otra vez lo mismo sabiendo que eso la molestaría más todavía que el anterior.
De verdad que me había dado mucha rabia.
Cuando llego a casa, Morad ya estaba ahí, hablando por teléfono así que le saludo con un asentimiento de cabeza para no interrumpirlo.
Empiezo a cocinar algo rápido mientras no dejaba de darle vueltas al asunto del nuevo tío que iba a venir a trabajar con nosotros y el porqué ella no me había dicho nada a cerca de eso.
Esta tarde tendría una conversación seria con ella.

ESTÁS LEYENDO
Najima VS Mundo
ComédieUna historia diferente, con personajes diferentes pero con un tema común. Todo comienza con el nuevo puesto de trabajo de Najima, la chica patosa, alocada y despreocupada que intenta terminar su carrera de magisterio, carrera para muchos equivocada...