POV MOHAMED AMIN
Al instante me empecé a arrepentir de haberle enviado el último mensaje y más conforme iban pasando los segundos y seguía sin respuesta. Los nervios tampoco tardaron lo suyo en aparecer y estuve a punto de disculparme por haber sido tan directo pero vi cómo aparecía debajo de su nombre un "escribiendo..." y automáticamente me tensé por la posible respuesta.
Ella: A mí también me gusta, supongo.
Noté cómo poco a poco me fui relajando y esos nervios se sustituían por notorias y molestas mariposas en mi estómago que hicieron, que a su vez, el corazón me latiera a un ritmo anormal.
Esto de que el corazón se me acelerase estaba siendo cada vez más frecuente y temía acabar algún día con algún problema.
Ya no sabía yo que responderle. ¿Un emoticono tal vez? No, eso mejor no. Pensé en una manera disimulada de acabar la conversación, muy a mi pesar, ya que sabía que tenía que hacer un trabajo y no la quería molestar.
Yo: No sabes cuánto me alegra leer eso. Mucha suerte con tu trabajo. Buenas noches.
Ella: Gracias, buenas noches para ti también. Descansa.
Supuse que ese era ya el adiós definitivo así que me salí de su chat y dejé el móvil en la mesilla de noche, poniéndolo a cargar de paso. Salí de mi cuarto y me dirigí al de Toufik. Hacía ya bastante que no me ponía a hablar con mi primo y necesitaba tener ya la sesión de charla puesto que no me podía guardar todo lo que me estaba pasando con Najima solo para mí.
Abrí la puerta y al ver que no estaba en su cama, sino rebuscando algo entre sus prendas en el armario me lancé de lleno a esta produciendo que mí primo se sobresaltara de su tarea.
-¿Amin?
-Ajá.
-¿Sesión de charla? –preguntó.
-Sesión de charla. –le confirmé. Al momento vi que dejaba de rebuscar aquello que estuviese buscando y se sentó en el suelo frente a mí.
-Cuéntame entonces. Soy todo oído. –levanté mi rostro de la almohada y abandoné mi postura inicial para adoptar una de espaldas, mirando el techo.
-Es sobre ella... -comencé.
-Me lo imaginaba. A ver, ¿qué ha pasado ahora?
-Las cosas han cambiado entre nosotros y... están cambiando. –dije sin saber exactamente cómo explicarme.
-¿Para bien o para mal? –me preguntó él, un tanto cauteloso.
-Para bien. –le dije obviando la respuesta. –Más mal de lo que ya iban las cosas no podían ir ¿No crees?
-Cierto. Entonces, ¿Cuál es el problema si las cosas van hacia mejor?
-Le dije que estaba enamorado de ella.
-¿¡Qué!? –oh... creo que le pillé un poco por sorpresa. -¿¡Cómo!? –se levantó del suelo y empezó a pasearse por la habitación un tanto nervioso y agitado. –O sea... ¿¡QUÉ!? –estaba con los ojos como platos y parecía estar hiperventilando. Como si al que me hubiera confesado hubiese sido él. Levanté una ceja con un deje de diversión por su extraña actitud de querer tirarse de los pelos.
-¿Toufik? ¿Todo bien? –me incorporé y le sonreí muy divertido con la escena.
-¿Qué pasa chicos? –abrió la puerta Morad, atraído, seguramente por los gritos de Toufik.
-No sé. ¿Qué pasa Toufik? –él me miró con cara de pocos amigos al darse cuenta de que le había puesto en un aprieto ya que no podía decir lo que realmente le pasaba, y se le daba de pena el hecho de mentir.
Morad no sabía de mi... eh... ¿Encaprichamiento? No, de mi enamoramiento con Najima, no es que no confiara en él, de hecho, estaba seguro de que me podría dar mejores consejos de los que a Toufik se le podrían ocurrir pero me daba corte.
Él era una persona demasiado madura y no se andaba con tonterías ni cosas por el estilo. Con él podrías tratar todo tipo de temas serios, cualquier problema o cualquier duda. Sin embargo, no me veía hablando con él de una chica que me hacía la vida imposible en el trabajo y que a la vez no salía de mis pensamientos puesto que era algo totalmente irracional, y sin sentido.
¿Cómo demonios alguien te podía acelerar el corazón y a la vez deseo de no compartir el mismo aire?
Era frustrante hasta para mí.
-Nada en especial... solo... eh... nada tío, déjalo. –Morad, no muy conforme con lo que le había respondido mi primo me miró a mí con cara de duda. Yo simplemente me encogí de hombros para restarle importancia.
-Entonces...nada, seguid con aquello que estuvieras haciendo, me voy a echar un rato a la cama.
-Claro tío. –le respondí yo, ya que parecía que Toufik se había quedado sin palabras. Morad cerró la puerta tras de sí e inmediatamente mi acompañante me mandó una mirada asesina a lo que yo me eché a reír. –Bueno...
-Bueno... eso digo yo, "bueno" ¡Cómo no me lo has dicho antes!
-Shhh... -le mandé callar. –Habla más bajo, idiota.
-Bueno como sea, me da igual.
-No te lo he dicho antes porque ni yo estaba seguro.
-Ya... ¿Cuándo se lo has dicho a ella? –entonces le narré el cuándo, el cómo y el dónde y le respondí, claramente, a la pregunta del millón que es la de "¿Y cómo se lo ha tomado ella?" Le conté todo de pe a pa sin omitir ningún detalle.
Él solamente me dijo que si realmente la quería y veía en ella algo más que un simple capricho que me esforzara y que "luchara por ella".
Por eso mismo decía que seguramente Morad sería capaz de darme mejores consejos pero, por el momento, me iba a conformar con el que me había dado mi primo.
Pero ese era el principal problema, que realmente no sabía si solo era algo del momento o algo duradero. Porque por más que quisiera no la podía ver como a una futura esposa. Ella era diferente a las demás chicas, normalmente las de su edad, marroquíes claramente, no pensaban en otra cosa que no fuera matrimonio, y sin embargo ella trabajaba y estudiaba, además de que ya me había dicho que ella no quería casarse hasta haber terminado de estudiar su carrera.
Pero dejando de lado ese tema, no la podía ver como alguien... madura y capaz de llevar una vida en pareja.
Resoplé y dejé de pensar en ello.
De momento sabía que me gustaba, mucho. Pero ya está. Simplemente dejaré que esto fluya y que pase lo que tenga que pasar. Dejé a mi primo dormir ya que estaba invadiendo su espacio y me metí a mi cuarto, donde caí rendido con ella como mi último pensamiento.
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Najima VS Mundo
HumorUna historia diferente, con personajes diferentes pero con un tema común. Todo comienza con el nuevo puesto de trabajo de Najima, la chica patosa, alocada y despreocupada que intenta terminar su carrera de magisterio, carrera para muchos equivocada...