Debía correr y salvar lo que me quedaba de vida, sentía que me caía a pedazos. ¿Qué explicaría al llegar? Quedaba menos de una cuadra y estaba con muchas heridas, la sangre que me empapaba no sabía si era la mía o la de él. Maldita sea, no me daban más las piernas, quería recostarme y no pensar.Me sentía sucia, estúpida e ingenua. Sólo quería cerrar mis ojos y desear que todo fuera una pesadilla... Que mamá me abrazara y no me soltara. No quería esto...
Sentía que era mi culpa, yo era la que había provocado toda esta situación.
Me confié, aunque bueno, ¿Quién no, de alguien tan cercano? Debía decir que me daba cuenta con los ojos que me miraba, era de deseo, un sucio deseo. Que asco más grande. ¿Por qué no me fui antes? ¿Por qué no pude ir contra él? No tenía apoyo, mamá no me creía. Ella me protegía de otras cosas, creía que yo aún tenía pesadillas... No sabía que las vivía.
Por fin, ya me encontraba allí, el camino se me había hecho eterno. Abrí las puertas del lugar y las enfermeras se miraron horrorizadas. Y como no, tenía mi vientre sangrando al igual que las heridas ocasionadas por todo esto. También tenía la sangre de él en mis manos... Quería vomitar.
- Papá...- logré avisarle a las enfermeras, antes de que todo se oscureciera.
Mamá, dijiste que los monstruos no existían. Te has equivocado completamente, papá era uno de ellos.
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Abre los ojos, Pega un grito
Short StoryRelatos de una alma egoísta. No lo leas si no quieres abrir los ojos y gritar cuanto puedas. HISTORIA PAUSADA. *Cada historia es únicamente mía, no robar ni plagiar. Gracias.*