Era como todos los días desde que ya no eramos cercanas. Me ignorabas, y cuando teníamos que vernos a la cara, me sonreías.Sabía. Lo sabía todo.
Tenía claro que tu orgullo era más grande que tu honestidad. Que eras manipuladora, mentirosa y cobarde. Lo sabía.
Como también que les dijiste a todo que era una total perra, que era como tú lo eras realmente, y que intentabas ocultar. Lamentablemente esconder actitudes te era fácil, pues tu vida era de lo más abierta. Tu falsa vida, claramente.
Y allí estabas, mirándome de reojo, intentando demostrar que todo era mejor sin mí.
Te faltaron detalles en tu historia de mi persona de mierda. Te faltó decir que me acerqué a ti cuando nadie intento entenderte, que te hice sentir segura, que gasté horas de mi vida intentando que tú tuvieras una digna, que me esforcé como nadie para levantar nuestra amistad, que calentaba mi cabeza para arreglar tus falsos problemas, y que nunca te traté como todos los demás suponías que te trataban.
Lo fui todo, di lo imposible. No dormía, no sonreía, no me dejaba llevar por la vida, no me despreocupaba de los pequeños tropiezos. Me hiciste cambiar de una forma única, transformaste a la dulce niña en la muerte esquelética, a la negativa pequeña que no tenía ganas de seguir respirando.
No entiendo el por qué... El por qué te metías en mentiras oscuras y adentrabas a todos en aquel agujero...
Y ahora yo soy la perra, la arrastrada, la falsa, la deshonesta.
Te faltaron tantas cosas por contar sobre mí. Te faltaron tantas actitudes, tantas historias, cada sufrimiento, cada sonrisa... Pero algo muy importante que metía a todo lo anterior en lo mismo, te faltó decir que esta perra nunca te había fallado.
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Abre los ojos, Pega un grito
Short StoryRelatos de una alma egoísta. No lo leas si no quieres abrir los ojos y gritar cuanto puedas. HISTORIA PAUSADA. *Cada historia es únicamente mía, no robar ni plagiar. Gracias.*