Abre los ojos, Pega un grito

49.- Ella.

La busco entre la gente, y no la encuentro. La multitud me desespera, no verla aún más.

No poder mirarla sin descaro, sin hablar sobre algún amor, sobre acercarme y besarla sin pudor. No puedo hacer aquello, nada de lo que está matando mis pensamientos. Nada.

Y no logro sacarla de mi mente. No es como las demás, como ningún miserable que me rodea. No es así.

No es como de las que habla en público sobre su vida, y tampoco de las que se deja llevar por la imagen.

Por lo mismo me cuesta acercarme, dudo si dar el primer paso... Me mira sin expresión, pero intentando darme y decirme algo. Algo silencioso que me carcome.

No le importa la opinión ajena, no se enamora por una cara bonita, no recae en ella las opiniones y se arregla por gusto propio.

Tan distinta a las demás, tan inalcanzable por alguien tan común y tan corriente, como yo.

Maneja sus acciones con delicadeza, con grandeza. Pero de una forma natural, sutil. No le gusta conocer gente sin opiniones o intereses.

Una chica única.

No sé si lograré hablarle, si podré acercarme a ella y sonreírle, llevar mis emociones al máximo, sin obligarme a contenerlos.

No es como todas, y no sé si soy capaz de avecinarme a ella, o si soy la indicada, quizás por ser muy distintas... O por ser una chica. Una estúpida chica insegura.