12.- Gente fría.

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La gente fría gana poco, o mucho a la misma vez.

Me considero alguien fría de sentimientos, y aunque espero mucho de otras personas, sé que siempre se irán de mi lado. Lo tengo tan bien impuesto, que no me sorprendo cuando ya no están.

Pero, hay algo que siempre guardo, y son los recuerdos. ¿Cómo no pensar en como te criaste y creciste?

Y uno gana eso, el disfrutar cada momento, porque sabes que se irán, que ya no volverán. Y algunas veces uno gana sorpresa, cuando no esperas que tal persona haga algo por ti.

Día a día pasa aquello, y creo que la gente ya sabe tratarme.

Pero, esa misma gente cree que no quiero a nadie, que ninguna persona me es importante y que no me afectaría que se fueran de mi lado.

Eso me choca, nadie se da cuenta como soy, como demuestro mi interés, mi alegría o mi malestar. Absolutamente nadie a llegado a conocerme. Y eso me mata, creen que soy cualquier persona en su vida, únicamente porque no digo a la cara lo bueno que he hecho a espaldas de esas personas. Yo las defiendo, hablo bien de ellas, doy mi opinión de mi amistad, siempre, siempre. Pero no, ahí están pensando que soy alguien más del montón de personas basura que conviven junto a nosotros. Sólo por no decir lo que siento.

Y es que no saben observar el mundo. Solo miran y eso no es vivir. Hay una gran diferencia entre mirar y observar, realmente.

Siempre me han dicho que debería cambiar, demostrar más mis sentimientos. Pero no sé cómo abrirme a las personas. No lo he hecho con algunas y me ha salido bien, resultan ser hipócritamente falsas. Y no podrán herirme si no saben mi vida, o mis secretos.

Pensé que estaría bien así, siendo fría. Ahora resulta que me pongo en duda con eso.

Tengo dos hermanos y son lo que más adoro.

Yo con ellos soy pesada en broma y siempre los molesto. Pero entre ellos dos hay un aire de amor inmenso. Demuestran mucho más sus sentimientos. Les gusta abrazarse y decirse cuánto se quieren. No va conmigo.

Pero he tenido que cambiar en algo.

Mi hermana siempre me pregunta si le quiero. Pues claro! ¿Pero realmente cree que lo diré cada semana? Me gusta demostrarlo con acciones, y no con simples palabras.

Y de ahí giramos nuevamente a que nadie llega a conocerme realmente. Yo demuestro así mis sentimientos y no lo notan.

Un día, ella se me acerca y me pregunta "¿tú realmente me quieres?" y le respondí que sí, claro. Son lo más importante que tengo.

"¿Pero así de verdad?" me dijo aún no convencida de mi respuesta. "Claro que sí!" le dije sonriendo, no creyendo que dudara de mi.

"Y al [nombre de mi hermano]?" me dijo.

"Pues claro que también lo adoro".

"No se nota... hablé con él la otra vez y piensa que tú no lo amas, que nunca lo haz querido. Deberías ser mejor hermana con él."

Y ahí todo se me congeló. ¿Tan así soy que mi hermanito pequeño cree que no siento nada por él? Y desde ahí creo que he estado cambiando. O lo intento.

Le digo que lo quiero y tiendo a abrazarlo un poco más. Me es difícil, pero lo trabajo.

La gente fría gana poco, o mucho a la misma vez. Pero me he dado cuenta que uno debe ser frío para algunas cosas, pero que para tu familia debes ser abierta, porque las personas que más quieres se hieren, y si alguna vez se van de este mundo y no logras decirle lo que sientes, te culparás porque toda la vida esa persona creyó que no lo querías, que no darías tu vida una y mil veces para salvarlo y verlo bien.

Cambia un poco si eres frío. Demuéstrale a las personas que quieres, lo que realmente eres.

Abre los ojos, Pega un gritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora