3.- 4 puntos. Una dirección. [parte1]

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Vamos al grano; Hay muchas cosas que el ser humano odia. No hablo de la desigualdad o el provecho de los poderosos, voy más a los "malos" sentimientos que otra persona puede sentir, y que te afectarán sí o sí.

Mi punto de vista es el siguiente: lo peor que le puede pasar a una persona; es que sientan pena por ella, que sienta frustración, que ame a alguien que no quiere ser amado, y por último, que sea invisible a pesar de todo lo que haga, demuestre y piense.

E iremos punto por punto. ¿Quién te dirá los peores momentos que puede pasar un ser humano sin detallarlos? En este caso, te los diré todos.

•Que sientan pena por ella:

¿Nadie más odia la lástima? ¿Ese sentimiento de no poder hacer nada por la otra persona? Que a pesar de toda la ayuda que puede llegar a tener, nadie la salvará, que ya cayó y no podrá levantarse... O simplemente nadie le quiere hechar una mano.

Eso es la lástima, ese sentimiento de amargura junto con tristeza, que sólo la persona que puede sentir aquello puede detallar cómo se siente, cómo ve a la otra persona y no sabe si abrazarlo, ignorarlo o mirarlo con esos ojos que demuestran toda la lástima que le tiene.

La mayoría se decide por la última, trata de acercarse y conversarle, de hacerlo reír o acompañarlo en silencio. En fin, la mirada vale más que mil palabras, y la persona afectaba entiende en esos momentos esa frase más que nunca.

Pero va, hemos hablado mucho y ejemplicado poco.

Y es que cambiemos de mirada, seamos por unos segundos el afectado, el hundido en esta historia, el que ha llorado junto a la almohada muchas veces, y más encima en silencio, para que nadie se acerque ni lo toque. Y piensas que conversando con la otra persona ayudaría, porque ya no puedes con este peso. Imagina que se desahogaría, que vaciaría toda esa pena, y mañana por la mañana llenaría de alegrías ese vacío.

Pero no, cual equivocado estaba, y se dio cuenta del error al ver a su salvación rechazándolo. La otra persona estaba pensando en como lo acomodaría para que le contaras todo. Y eso no es lo peor, esa mirada, la misma mirada de mierda que la gente desconocida te daba en muchos ambientes.

Y te acuerdas de cuando murió ese ser querido. No estabas claro de si era lunes, martes, miércoles, o tal vez jueves. Solo querías que volviera el pasado, abrazarlo hasta quedar en ruinas, decirle a llantos que lo adoras y que serás todo lo que él te aconsejaba.

Ese día lo recuerdas, medio mundo te abrazaba y decía que todo estaría mejor, que por algo pasaban las cosas.

¿Por algo este sufrimiento es interminable? ¿Está bien que las personas del entierro te apunten con la mirada, con amargura y tristeza? Esa misma mierda de mirada, la misma con la cual la persona con la que confiabas te estaba dando.

Uno se siente bajo, que la otra mirada esta sobre ti. Uno se siente estúpido, inservible, sin cariño y sin amor, amor propio. Siente que ninguno en esta tierra podría unir todos los pedazos rotos que se tiene. Nadie, nadie en todo el maldito mundo.

Te quiebras y en esta situación no tienes ni idea de que hacer; enojarte, pararte y enfrentar a la persona de una forma agresiva; mirarlo a los ojos, alejarlo de ti y largarte al carajo; o bajar la mirada, romper en llanto y abrazarlo, sintiéndose lo peor del mundo.

Y te odias más a ti mismo, eliges la última y no hay vuelta atrás...

Que sientan pena por ti. Punto uno; Listo.

•Que sienta frustración;

¿Qué otro sentimiento es más maldito que la frustración? El no poder lograr lo que esperas, por lo que te esmeras. Intentar una, otra y otra vez más lo mismo y no poder lograrlo, sientes que te fallaste a ti mismo y no puedes superarlo.

Tiras todo a la basura, dices tal cuales groserías que se te vienen a la cabeza, y aún así no puedes sacarte lo que te agarra el pecho.

Y no tan solo el pecho, si no la garganta, junto con el sabor desagradable de insuperación. Y al tocarte la garganta sientes ese dolor de gritar, que curar todo lo herido. Por otro lado, ese mismo dolor te lo puedes tragar y guardar muy dentro tuyo, aunque sabes que sí o sí tendrás que sacarlo a flote, de una forma tranquila o explosiva.

Ese dolor llega a tu rostro. Toca cada parte se ti; los labios, con los cuales puedes comunicar como estás; las mejillas, que se ponen coloradas por la temperatura de la frustración, tan caliente que quema tus orejas; la nariz, que se tapa por la falta de respiración al dolerte el pecho; y por último los ojos, son tan delicados y masoquistas que frente a estos pasa toda la acción que no pudiste lograr, la caricatura pasa millones de veces, y te sientes mal, inservible. La película pasa tan rápido frente a tus ojos que hay una energía que explotará dentro tuyo, sientes la presión en tus pupilas, debes soltarlo o generarás un fallo en ti enorme, quieres hacerlo pero al mismo tiempo no, no sabes que hacer, no quieres soltar lo insoltable para ti. Lo piensas, pero nuevamente pasa la acción de frustración, no puedes más...

Y de un momento a otro te ves en un cuarto llorando, tratando de calmar la rabia, tristeza y los malos pensamientos de ti mismo.

Que sienta frustración. Punto dos; listo.

***

Continuará...

Es un poco largo así que he decidido partirla en dos.

Abre los ojos, Pega un gritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora