42.- En mi reloj aún es ayer.

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En mi reloj aún es ayer. Quiero olvidar, quiero dejar de recordar y ser como lo era antes, sin forzarme a endurecer.

Tengo heridas abiertas, y llantos apretados. No quiero, no quiero estar de esta manera, destruido.

Tantos golpes, cortes, destrucciones. Tantas cosas que no pueden volver a ser iguales...

Pero me engañé sólo, tú no eras el amor adecuado e indicado para mi. Porque lo di todo; mis ayudas, consejos, suspiros, llantos, tiempo.

Tiempo... Lo más importante para el ser humano lo malgasté en millones de días en ti. Me robaste tantas cosas... El corazón y el tiempo es lo que más me duele.

Tú, no diste ni una pizca de nada, sólo una gran enseñanza; No ser bueno con todos, no mostrar lo que eres, no amar realmente.

Creí que la gente cambiaba, que si uno le mostraba el camino y todo el esfuerzo que le ha dado, sería distinto. Que te trataría bien, que te tomaría como alguien importante, que nunca te apuñalaría por la espalda.

Y simplemente, me engañé. Me metí en una burbuja perfecta, y llegó el momento en donde me querías demostrar que no eras buena, y la picaste, destruiste mi fantástico mundo.

Aunque bueno, yo en ese momento no sabía que era el amor. Nunca nadie me había dado el cien por ciento de su cariño. Nadie, y tú no quisiste cambiar aquel circulo vicioso.

Estoy vacío, cariño. Y veo como ríes todos los días, como me cambias y te llenas de más corazones.

Era tan frágil antes, y lo demostraba, que era lo peor. Y a pesar de aquello, de que me hirieran y me trataran mal... Seguías siendo la misma mierda, dándote lo mismo y riéndote de mi. Eres un asco, y aún así me dan ganas de estar a tu lado.

No sé quien es peor: Tú por herirme, o yo por dejar que lo hicieras.

Y es que en mi reloj aun es ayer. No he podido decir todo lo que siento, todo lo malo que me haz dejado. Últimamente me fui cerrando y alejando, y no pude hablar contigo y mostrarte las heridas que me dejaste.

Y es que no quiero dejarlas abiertas por tus mismos golpes... Si no dejarlos en paz, que sean cicatrices. Solamente eso, recuerdos.

He llorado tanto. Tanto... Que no te imaginas el vacío que me quedaba dentro, sintiéndome deshidratado y desierto.

Mierda, estoy molesto. Es que te di tanto, joder. ¿Y tu? ¿Me has dado algo más que sólo malas experiencias? ¿Has aprendido algo de esto? ¡Dime! Porque no entiendo porque solamente yo me veo destruido. Siento mis puños duros, y mi rostro tenso, aguantándome las lágrimas.

Soy tan débil... Me haz hecho ser tan malditamente débil...

Tu crees que me fui por cambios, por oportunidades. Pero me mataste de a poco, y no dejaría que me metieras en un agujero gigante, con infinitos sufrimientos.

Y así acabamos, separándonos, pensando el qué pasaría si siguiéramos al lado del otro. Pensando en el pasado.

Y creo que es mejor así. Porque sé que no debo acercarme a la bestia, aunque tenga curiosidad por esta...

Suena el "tic tac" del reloj, y siento que las agujas corren hacia atrás, recordando lo que eramos antes.

Siguen mis pensamientos atormentándome. Siento que me hieren pero que en realidad no duelen. Puede que ya se hayan puesto en marcha hacia la cicatrización.

Tal vez están superados los recuerdos, quizás descansan a un borde del precipicio, y que caerán por querer en cualquier segundo. Y lo mas probable es que sea al terminar esta escritura, porque si narro esto es para olvidar y dejar tu ser, que me ayudó unicamente a saber que nunca debería ser igual a ti, ni tener a nadie como tú a mi alrededor.

Y como dije, me forzé a creer que quererte tenía que ser tóxico, falso y roto. No entiendo como me llegué a engañar, como me llegaste a herir.

Traté de pensar que así se debía amar, que todo tenía sus altos y bajos. Y maldita sea, sí que todo lo tiene, pero no llegan al punto de ahogarte, carcomerte y no dejarte ser feliz...

Pero suspiro, porque sigo sin sellar el libro, porque en mi reloj aún es ayer.

Abre los ojos, Pega un gritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora