Abre los ojos, Pega un grito

52.- Carcajadas secas.

Reía sin control, pero con un vacío que no se iba. Me sentía en soledad, que me faltaba aquello más que antes. Reía, pero sin ganas.

Me había puesto tan feliz, había tanta satisfacción en mí, recorriéndome ¿Qué me pasó? ¿Por qué no me siento como pensé que me sentiría? ¿Por qué la culpabilidad me carcome con cada risa que intento fingir?

Era venganza, algo que debería hacerte sentir mejor ¿Por qué no lo sentía así?

Le había amenazado con aquel dicho, y había cumplido esas palabras. Y mierda, como hería el sentir que has hecho algo mal siendo que lo hiciste con tantas ganas, y salió como lo pensaste.

No debería estar así, lo que hice no debería terminar con mis pensamientos positivos hacia mí. Nada de esto debió ocurrir, nada. Pero ya pasó, el daño ya se hizo, la pena y culpabilidad ya inundan por estos lados, esto ya está marcado en mi historial de vida.

Rio sin ganas, a carcajadas secas. A los segundos, rompo a llorar. Me he equivocado.

Por fin he descubierto que el que ríe último lo hace solo.