Cameron
Soy un idiota. Repetí eso en mi mente diez veces más, tiré de mi cabello con molestia y solté un gruñido. Dylan había confiando en mí para que llevara a Dean lejos de aquí, esta era mi oportunidad para que él dejara ese odio que parece tenerme pero lo arruiné todo. Ahora estaba sentado en los escalones de la entrada de su casa pensando en lo tonto que soy. Dylan debe estar odiándome más que antes.
No comprendo muy bien qué está pasando en esa familia. Lo poco que vi allá adentro me dejó muy confundido. Una mujer embarazada, Dylan enojado y llorando y Dean parecía estar muriéndose por dentro. Creo que es mejor no meterme en eso...
Suspiré. ¿Por qué tuve que regresar? ¿Por qué rayos quería ver de nuevo a ese "Dominik"? Negué, ahora que lo pienso mejor él ni siquiera es tan lindo, no como Dylan.
Cerré los ojos con fuerza intentando no recordarlo. Debería irme a mi casa ahora mismo.
—Hey —contuve la respiración y abrí los ojos con sorpresa al escuchar aquella voz confundida, sentí una mano sobre mi hombro, giré la cabeza y me mordí la lengua, me quedé sin palabras por segunda vez en el día al ver su rostro. ¿A quién engaño? Este tipo está buenísimo.
Tragué duro mirando sus ojos grises, los cuales me observaban confusos, miré sus labios finos levemente rosados, me relamí los míos que estaban resecos y me levanté rápidamente al sentir caliente mi hombro, su mano cayó, pero sus ojos no se apartaron de mí.
—Ya me voy —dije recomponiéndome y mirándolo con el ceño fruncido, él se rascó la nuca y me miró pensativo, una sonrisa burlona creció en sus labios haciéndome arquear una ceja. Fruncí los labios, ¿por qué tiene que verse tan atractivo con solo sonreír?
—¿No se supone que saldrías con Dean? ¿Acaso se arrepintió tan rápido de haber aceptado? —preguntó con malicia, respiré hondo y me tragué la vergüenza que sentí. Maldito, si tan solo supiera que regresé para verlo...
—Al contrario, regresamos porque no podíamos esperar más... —solté con un tono bajo y sensual, quise reírme al ver su mirada asesina. Dean me mataría si me escuchara decir esto.
—Já, ¿Dean y tú? —preguntó ahora con un tono socarrón y misterioso, fruncí el ceño. ¿Qué tengo de malo? Todas las chicas del instituto quieren conmigo.
—Dean y yo... Dylan y yo... con cualquiera estaría bien —murmuré con una mirada inocente, me dio un poco de miedo la seriedad en su ojos, parecía estar planeando donde enterrarme esta noche.
Estoy arriesgándome mucho, la primera vez que lo vi noté de inmediato que este chico tiene un serio problema de hermano celoso.
—¿Cualquiera? Entonces no te molestará estar conmigo —eso me hizo abrir los ojos como platos, su mirada era desafiante y extraña, comencé a retroceder al verlo acercarse lentamente. Me asusté, los ojos grises de Dominik se veían malvados y fríos.
—N-No te a-acerques a mí —dije algo nervioso, una fría ráfaga de viento pasó entre nosotros, me quedé mirando como varios mechones del cabello castaño del chico frente a mí se movían suavemente. Se veía tan guapo, pero igual me daba miedo.
Retrocedí con la mente en blanco al verlo sonreír un poco y acercarse más a mí, me agarré con fuerza de su camisa sin pensarlo cuando casi me caigo por no estar pendiente de los escalones detrás de mí, miré atrás, habían unos diez escalones y yo estaba a punto de caer y rodar por ellos, miré al frente y fulminé al castaño frente a mí al ver su sonrisa burlona, mi cuerpo se calentó al notar lo cerca que estábamos, nuestros rostros estaban a un centímetro de tocarse, podía sentir sus labios rozando mi frente y pude sentir su cálida respiración, él era un poco más alto que yo.
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Mi Director [Homosexual/Gay]
Novela JuvenilDylan Brown es un chico de 18 años, hijo del primer ministro de Reino Unido. Una noche, el mejor amigo lo reta a ir a un bar gay, en dicho bar, Dylan se pasa de copas y termina acostándose con Will Collins, un sexy hombre de 24 años. Dylan pensó que...