Noche de terror

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Dean

Caminé vagamente hacia la cocina tratando de lucir lo más casual que pude, miré de reojo a las chicas, las cuatro estaban muy concentradas cocinando, al ver que no me prestaban atención alguna salí rápidamente al patio y miré alrededor con disimulo, logré ver a Celine caminando distraídamente hacia el jardín, troté silenciosamente hacia un árbol y me escondí detrás de este, asomé la cabeza para espiarla. Me pareció sumamente sospechoso que ella mirara con nervios hacia la casa varias veces seguidas, parecía estar asegurándose de que nadie la veía...

Entrecerré los ojos, ella metió las manos en los bolsillos de su suelto y corto vestido, me sorprendí cuando comenzó a caminar rápidamente hacia algún lado, me apresuré en seguirla. Aunque Robert me dijo que él se encargaría de todo no puedo simplemente aceptar tal cosa y sentarme a ver lo que hace, si puedo sacar algo de espiar a su esposa entonces lo haré.

Maldije cuando pisé una rama y esta hizo un pequeño ruido, miré a Celine con terror, ella se detuvo y miró alrededor con el ceño fruncido, me metí tras unos arbustos antes de que me viera.

Contuve la respiración al escuchar leves pisadas sobre las hojas. Se está acercando... Ya puedo ir dándome por muerto...

Mi corazón latía frenéticamente y ya me encontraba sudando de los nervios. Esto me pasa por dármelas de espía.

—Miau... —miré con asombro y confusión al gato negro que se acercó a mí, él maulló nuevamente mientras sus ojos verdes me miraban curiosos, me quedé pensativo. ¿Era él quien pisaba las hojas?

Decidí arriesgarme y levanté un poco la cabeza con mucho temor, suspiré aliviado, Celine estaba muy lejos de mí, me levanté del húmedo césped y miré al gato.

—Me asustaste —dije negando, él ladeó la cabeza y dejándome sorprendido pasó entre mis piernas mientras ronroneaba, cuando me agaché para acariciarlo él salió corriendo hacia un árbol, vi como lo trepó y tras subirse en una rama me miró y se quedó ahí acostado.

Me rasqué la nuca con confusión y recordando lo que vine a hacer caminé hacia donde estaba Celine.

Ella se había sentado en un banco blanco que había en el fondo del jardín, miré alrededor, desde allí era casi imposible que la vieran puesto que varios árboles la cubrían de la vista de los demás, me acerqué a un árbol de manzanas que estaba cerca de ella, la miré desde ahí y casi se me salen los ojos al ver lo que estaba haciendo. Ella estaba comiendo chocolates con desesperación, la observé sacar más bombones de sus bolsillos, les quitó la envoltura rápidamente y se los metió en la boca, arqueé las cejas cuando se chupó los dedos, su cara de placer era indescriptible. ¿Viene aquí atrás solo para comer a escondidas?

Me reí un poco, me llevé una mano al cuello y apreté los labios, estaba demasiado caliente. Miré hacia la casa, debería regresar, meterme en mi cama y no salir en un buen rato, pero la curiosidad no me dejaba irme...

Al escuchar un celular sonando miré a Celine, ella se puso pálida y se levantó de golpe dejado caer al césped los envoltorios de los chocolates, la vi sacar su celular de uno de los bolsillos, cuando miró la pantalla cerró los ojos con fuerza y maldijo, se quedó unos cuantos segundos mirando la pantalla con nervios. ¿Quién la está llamando como para que se ponga tan nerviosa? Me reí sin gracia y rodé los ojos. Tal vez es el padre de su bebé...

—Hola amor... —ahogué una exclamación al oírla, me tapé la boca con una mano y la miré con más atención que antes, ella estaba en su papel de perra fría, su expresión era seria y su mirada vacía. —... aun no... ¿cómo quieres que haga eso? Robert me odia... —fruncí el ceño. ¿Hacer qué? 

Mi Director [Homosexual/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora