Capítulo Trece

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¿Por qué no te quedas?

Narra Noodle

—¿Entonces Daiki y tu...? —Lynn y yo bebíamos té en mi pequeño comedor, Chaz estaba dormido en mi sala con una pequeña manta sobre su cuerpo y la chimenea encendida. Habíamos pasado hablando toda la noche sobre cosas que nos habíamos perdido, aproveché para contar lo sucedido con Daiki.

—No... No, no. Seguimos juntos. —Respondí dando un trago a mi té.

—Pero no te ha hablado. —Negué con la cabeza.

—Ni quiero que lo haga... en verdad me hirió, Lynn. Él sabía lo importante que era para mí el volver a Japón y no le importó y encima lo ocultó. Han pasado solo dos días, no estoy lista...

—Pero... ¿Tú estás bien? Es decir, sé que no estás bien... —Lynn no era muy buena consolando a los demás, aunque lo cierto era que no necesitaba un hombro donde llorar, esa etapa ya había pasado.

—Estoy bien, Lynn... —Sonreí a medias y bebí de mi taza de té.

—Lo siento... es que debes admitir que te ves diferente, me refiero a desde hace tiempo... 

—Pues yo no me siento diferente... no que yo lo perciba... 

—Escucha, no quiero que te enojes ni que te pongas a la defensiva por lo que voy a preguntarte, pero tengo que hacerlo porque quiero salir de dudas. 

—Solo pregunta... —Reí.— me pones ansiosa. 

—Noodle, ¿sientes algo por Stuart? —Su tono era mortalmente serio, como si estuviera hablando de la mismísima muerte de alguien, sus ojos marrones viéndome directamente a mi con una fuerte carga encima; era la primera vez que había visto a Lynn preguntándome algo de manera tan seria.

Me sentía confundida, ¿por qué Lynn pensaría algo así? Si bien Toochi y yo habíamos comenzado a conocernos de manera poco común eso no significaba que tuviera sentimientos más que fraternales hacia él. Sí, últimamente había sido un gran apoyo para mí y nos estábamos haciendo mas unidos pero no siento nada por él. ¿O sí?

—¿Noodle? —Lynn captó mi atención, estaba decidida a conseguir una respuesta.

—¿Qué? Lo siento... N-No, —Carraspeé mi garganta para dar una respuesta más confiada y segura.— No, Lynn. No tengo ninguna clase de sentimientos hacia Toochi-san, solo somos amigos, buenos amigos... —Lynn no se mostró muy convencida.

¿Toochi-san?  —Lynn suspiró.— Perdona, Noodle quizá te lo pregunté en un tono muy agresivo... Soy tu mejor amiga y si te sientes confundida solo quiero saberlo. Lo digo porque anoche en casa de los chicos veía como observabas a D y a su novia, además la manera en la que le hablas y lo miras, incluso ya es Toochi-san... Ni a Chaz le tienes apodo. 

—Ya te lo dije, solo somos amigos... —Me comencé a sentir incomoda, a tal punto de empezar a moverme sobre la silla como si intentara buscar una posición cómoda. 

—No tienes que mentirme, Noodle... solo pregunto porque quiero ayudar.

—¡Déjalo! Ya te lo dije, ¡no siento nada por Stuart! —Solté exasperada, Lynn alzó ambas manos indicándome que me tranquilizara.

—Bien relájate, tenía que preguntar... Y es que a veces eres muy difícil, tanto que siento que ni siquiera tu te das cuenta de lo qué te está pasando. —El aire se lleno de una ligera tensión.— Noodle, lo siento.

—No importa, perdón por reaccionar así... —Lynn se encogió de hombros y sonrió.

—Descuida... Debo irme antes de que mamá empiece con sus cosas, te veré en la escuela ¿sí? —Yo asentí. Lynn dejó su taza en el lavaplatos y despidió de mi con una sonrisa curiosa, una sonrisa de saber lo que pasaría. 

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